martes, 21 de abril de 2015

SESENTA AÑOS DE CAMPAÑAS… ¿Y?

La semana pasada, durante el cambio de directivos del Consejo de la Comunicación, el Presidente de México refirió que desde hace más de 55 años ese
organismo ha realizado “exitosas campañas a favor de la lectura y la educación; la salud y el medio ambiente; la honestidad y la unidad familiar, así como del espíritu emprendedor y la formalidad de nuestra economía.”

En beneficio de las nuevas generaciones quisiera recordar algunas de las campañas significativas que auspició la mencionada institución desde que nació con el nombre de Consejo Nacional de la Publicidad (CNP) y que cambió a su denominación actual a partir del año 2000.

En 1960 surgió la primera campaña: “Cruzada en Pro de la Restauración de Escuelas” cuyo objetivo era
incrementar el interés ciudadano hacia gran cantidad de escuelas que requerían urgente atención. Su lema era: “Mejores Escuelas, Mejores Mexicanos. Restaure la escuela más próxima a su corazón”.

En 1964, en apoyo al Gobierno Federal, se lanzó la primera de varias campañas cívicas de promoción al voto. Esta primera se realizó en dos etapas: primero para empadronarse y luego para votar el día de la elección. Como resultado se incrementó el padrón electoral, lo que generó la percepción de que el país empezaba realmente a vivir la democracia y que había plenas libertades y respeto a los derechos humanos. El Presidente electo fue Díaz Ordaz (1964-1979), a quien los electores no tardaron en percibir como un represor con el control absoluto de los mecanismos del poder, en cuyo régimen se empezó a incrementar la miseria en el campo, la migración a los Estados Unidos y la deuda externa.

Entre 1966 y 1967 tuvo vigencia una campaña de

“Divulgación fiscal” que apoyaba una reforma que incrementó impuestos bajo el argumento de que pagar puntualmente era contribuir a la construcción de infraestructura y a conservar la estabilidad nacional, “sensibilizando” a los trabajadores sobre el ser “propietarios” de grandes obras como lo apuntaba un cartel que destacaba: “Usted es uno de los propietarios del Museo Nacional de Antropología e Historia”.

LO HECHO EN MÉXICO

Ya en el sexenio de Luis Echeverría (1970-1976) caracterizado por una fuerte contracción económica, reducción de consumo, especulación, desempleo, quiebra de pequeñas empresas, etc., se promovió la
campaña “Lo hecho en México está bien hecho”, a fin de sensibilizar a producir con calidad para competir en mercados internacionales y estimular el consumo de productos mexicanos, buscando aminorar el deterioro del poder adquisitivo.

Durante ese sexenio también surgió la campaña “Afloja un foco”, emanada de la necesidad de
racionalizar el uso de los recursos no renovables reduciendo el consumo eléctrico entre las 18 y las 21 horas desconectando uno o varios focos y/o apagando las luces innecesarias. La campaña contrastaba con las frecuentes y largas giras internacionales del  Presidente, acompañado de grandes comitivas.

En el sexenio de José López Portillo (1976 – 1982) se iniciaron campañas para sensibilizar sobre el cuidado del agua a través de mensajes de personajes carismáticos, como el cantante Rigo Tovar, en una
actitud reflexiva diciendo: “¿A qué le tiramos cuando tiramos el agua?” Posteriormente se presentó la campaña “Empléate a ti mismo”.

En el gobierno de Miguel de la Madrid (1982 – 1988), en medio de otra crisis económica, se lanzó la campaña “Vamos a jalar parejo” (en apoyo al Pacto de Solidaridad) con el ánimo de crear conciencia sobre comprar sólo lo necesario y cuidar el ingreso familiar. A esa le sucedió la de “México es uno, Uno es México”, que buscaba comunicar que México es el resultado de un esfuerzo conjunto. A la crisis económica se sumó la del terremoto de 1985 que motivó la solidaridad de todos los mexicanos rebasando inclusive las acciones del gobierno. Ante ello se lanzó una breve campaña titulada “Nos hemos dado la mano”.

Con Salinas de Gortari (1988 – 1994), ante la firma del Tratado de Libre Comercio de Norte América, se liberó la campaña: “Al Tratado hay que Entrarle con Calidad” dentro de la cual, los temas de mayor recordación fueron “México Exporta”, “Inversión Extranjera” y “Generación de Empleos”. A ella siguió la denominada “Que viva México mejor”, que pretendía incorporar a la población al mundo de la eficiencia y la productividad.

En el gobierno de Ernesto Zedillo (1994 – 2000) que inició con otra crisis económica, se promovió en 1995 la campaña “Ojo, es por nosotros” para motivar la compra de productos mexicanos de calidad por encima de otras opciones para conservar los empleos de los mexicanos.

Al recorrer esta pequeña muestra de antiguas campañas, todas ellas propositivas y muchas diseñadas a iniciativa o por sugerencia del gobierno en turno, pareciera que México no ha sido capaz de cambiar:
  • En 1960 se promovía la restauración de escuelas; en octubre de 2012 la Secretaría de Educación Pública reportaba que 2 de cada 10 aulas requieren intervención inmediata de las autoridades debido a que su infraestructura es mala y no apta para los alumnos…
  • Campañas de empadronamiento y promoción del voto han sido frecuentes: Ninguna elección ha tenido el cien por ciento de participación ciudadana y los presidentes de la República han sido electos hasta por entre 38% y 52 por ciento de los votantes.
  • Desde los años setenta se ha buscado racionalizar el consumo de energía, lo que con el tiempo desembocó en el horario de verano, pero los ciudadanos siguen sin apreciar los beneficios reales de ello y ni siquiera han visto ahorros económicos en sus recibos de luz.
  • El tema del cuidado del agua ha sido continuo, inclusive en 2006 se realizó en México el Foro Mundial del Agua que, entre otras cosas, concluyó que no existe un esquema único para la administración de los servicios y que la conveniencia de que los organismos de agua y saneamiento sean instituciones públicas, privadas o mixtas, depende de cada caso en particular y es una decisión que corresponde a los gobiernos locales. Hoy el tema está en discusión en el Congreso, en medio de la renuncia del Director General de Comisión Nacional del Agua.

Al referirse a las campañas del Consejo de la Comunicación, el Presidente de la República expresó la semana pasada: “Sus mensajes nos invitan a ser mejores: mejores estudiantes, mejores trabajadores, mejores padres de familia, mejores ciudadanos, mejores políticos también. Al final de cuentas, que todos tengamos conciencia plena de que la tarea de construir un mejor país, depende del actuar de todas y de todos los mexicanos.”

Me parece que por los ciudadanos no ha quedado la búsqueda de ser mejores, pero creo que ahora se requiere de otro tipo de campañas de comunicación: por un lado, enfocadas a los políticos para que, en épocas de campañas, sus mensajes sean fundadamente propositivos y no de denostación y agresión; por otro lado, dirigidas a sensibilizar a los ciudadanos para que exijan a los políticos el cumplimiento honesto de su deber social.

Como dijo el Presidente: “Construir una mejor Nación, superando los obstáculos y barreras que impiden su desarrollo, comienza, ante todo, con una nueva actitud y una mentalidad positiva frente a los grandes desafíos que tenemos por delante.” Señores candidatos ¿la agresión es su nueva actitud? ¿En dónde está la comunicación positiva y propositiva?

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