El montaje mediático en el caso de Florence Cassez no es el primero en el mundo de montajes, “refritos” “voladas”, “borregos”, noticias falsas, prefabricadas plagiadas. En realidad se ha vivido frecuentemente.
Sea porque lo planea y ejecuta un medio, un reportero o una autoridad, se han dado casos que parecen tomados de guiones de series televisivas como “Misión Imposible” o “los Simuladores”.
Algunos ejemplos de ello:
Historia de racismo
En 1995 Ruth Shalit, una joven reportera (24 años) de la revista quincenal “The New Republic (TNR)”, escribió un artículo titulado “Racismo en la redacción: El Washington Post en blanco y negro”, en el que “documentaba” una “creciente reacción contra las políticas discriminatorias del Post”.
Shalit admitió "errores graves" en el artículo, como el haber afirmado que un contratista -que nunca había sido acusado de delito alguno- había cumplido una condena por corrupción, y que no había citado correctamente a algunos reporteros del Post o que algunos puestos en ese diario sólo eran reservados para empleados negros.
Poco después de esta publicación se descubrieron algunas notas de Shalit en las que se “fusilaba” textos de otros reportajes, por lo que fue despedida de TNR por plagio.
De Hackers e inmoralidades
Nuevamente The New Republic fue sorprendida ahora por Stephen Glass, otro joven reportero (26 años) que en 1998 publicó la historia de un supuesto hacker de 15 años que había sido presuntamente contratado por una gran compañía para trabajar como consultor de seguridad después de haber entrado en su sistema informático y expuesto sus debilidades.
Poco después de la publicación, el reportero Adam Penenberg, de Forbes.com, hizo sus propias investigaciones y no encontró evidencias de la existencia de la empresa Jukt Micronics o de las personas citadas por Glass, quien, al ser confrontado, alegó que había sido engañado. Luego, una investigación interna de TNR reveló que Glass también había creado un sitio web y una dirección de correo electrónico para la inexistente Jukt Micronics, con la intención de despistar al departamento de confirmación de datos de TNR, a quienes también presentó notas inventadas y tarjetas de visita falsificadas. Incluso creó un boletín hacker en su esfuerzo por cubrirse.
Un año antes, Glass había sido acusado por el comité Nacional Republicano por la publicación de una historia que describía borracheras e inmoralidades en la Conferencia de Acción Política Conservadora de 1997; la organización Educación para la Resistencia contra el Abuso de Drogas (Drug Abuse Resistance Education, D.A.R.E.) lo acusó de falsedades en un artículo encabezado "Don't you D.A.R.E. (No te atrevas)" y el Centro para la Ciencia de Interés Público (Center for Science in the Public Interest, C.S.P.I.), hizo público un comunicado de prensa en el que señalaba tergiversaciones, manipulaciones y posible plagio en el artículo de Glass llamado "Hazardous to Your Mental Health".
Posteriormente TNR determinó que al menos 27 de las 41 historias escritas por Glass para la revista contenían material infundado.
Hasta en el New York Times
Quizá el caso más conocido por tratarse de un medio tan importante como el New York Times fue el de Jayson Blair, reportero que ingresó en 1999 y salió penosamente el 11 de mayo de 2003, luego de que el periódico publicó en primera plana que su reportero estrella había redactado noticias falsas, inventado historias, plagiado otras, había hecho suyas noticias y fotos de agencias, y había modificado algunas fotografías para darle más veracidad a las historias que contaba.
Sus relatos nunca hicieron sospechar a Howell Raines, director ejecutivo del periódico, que mentía. Al renunciar, Blair reconoció no haber sido fiel a la verdad en 36 de las 73 noticias publicadas, entre las que se encontraban una de ataques de francotiradores en los suburbios de Washington.
Como consecuencias de este evento, el New York Times incorporó 20 periodistas a su plantilla para lavar la imagen y Arthur Sulzberger Jr, presidente del diario, pidió perdón a sus aproximados 100.000 lectores diarios y confesó que ni en 1896, cuando el periódico se fue a la bancarrota, habían vivido un momento tan penoso como en esos momentos.
También en el Medio Oriente.
En agosto de2011, cuando las protestas de los opositores al gobierno de Muamar El Gadafi fueron duramente reprimidas provocando la rebelión que terminó con su muerte, Ben Wedeman, corresponsal de la CNN en El Cairo desde 1998, mostró un video que el “super” titulaba “Bajo Ataque en Libia Occidental”. En él se ve un pequeño grupo de personas, presumiblemente reporteros, que buscan huir de un tiroteo. Hay violentos movimientos de cámara, se escucha que una voz dice que alguien murió, buscan subirse a un transporte y finalmente a bordo del mismo se dan más movimientos de cámara hasta que se encuadra a Wedeman agazapado en el asiento, quien habla de un tiroteo alrededor de ellos por parte de las fuerzas de Gadafi y pregunta si la otra unidad va detrás de ellos.
Pero hay algunos detalles que hacen ver que esta situación es un montaje. Por un lado ex
combatientes dieron testimonio de que un tiroteo se escucha totalmente diferente afuera que dentro de un vehículo –especialmente con los vidrios cerrados- y en este caso el nivel de audio es el mismo; por otro lado el camarógrafo no busca encuadrar la fuente de los disparos como generalmente lo hacen a un alto riesgo, pero lo más significativo es la presencia de alguien que no se inmuta por el tiroteo y habla tranquilamente por teléfono. Vean el video.Y en Rusia
Ese mismo año, los medios de información en el mundo daban seguimiento a los mítines electorales en Rusia. Entre ellos, el Canal Fox mostraba calles en llamas, enfrentamientos violentos y bombas incendiarias lanzadas contra los agentes de seguridad, pero con un problema importante: ¡las imágenes no son de Rusia, sino de Grecia! Vean el video.Pero México no podía faltar
Además del asunto Cassez, han existido casos en los que las versiones oficiales no son convincentes para el grueso de la sociedad y otros en los que definitivamente se ha probado el montaje.
Recientemente, al comentar el Pacto Por México, Ricardo Alemán recordaba en su
web “La Otra Opinión” el caso del entonces gobernador de Oaxaca José Murat: “Resulta que la mañana del 19 de marzo de 2004, el vehículo en que viajaba el todavía gobernador sufrió una emboscada. Sin embargo, luego de investigaciones periciales –que enredaron más lo de por sí enredado– jamás se supo si el de Oaxaca había o no sufrido un atentado. Al final del día, la versión con más solidez fue la que sostenía que los disparos contra el priísta venían del interior de la camioneta en que viajaba y que todo era un montaje”.Por su parte en octubre de 2010 Jenaro Villamil recordó en su blog: “La opinión pública nacional se conmocionó con el caso de la niña Paulette. Entre marzo y mayo de este año la desaparición y posterior aparición del cadáver de la menor generó un interés mediático inusitado. Las autoridades de la procuraduría del Estado de México quisieron darle “carpetazo” al asunto con una decisión carente de toda credibilidad entre los ciudadanos y las audiencias: la única responsable de su muerte fue la niña…”
Luego cita al periodista Martín Moreno: “nos guía en su breve libro-reportaje a través de lo que apunta a un enorme montaje: desde la desaparición, hasta las denuncias en redes sociales, las entrevistas de la madre en medios, la investigación de los peritos, la conferencia del procurador Bazbaz y luego las hipótesis de Alfredo del Castillo del autoembalsamamiento”.
Y qué decir del caso de Francisca Zetina Chávez, La Paca a quien en 1997 se le detuvo por la siembra, en la Finca “El Encanto”, de una osamenta que se suponía era la de Manuel Muñoz Rocha, supuesto cómplice de Raúl Salinas en el asesinato del político José Francisco Ruiz Massieu.
El 11de julio de 2008 El Universal publicó una entrevista con ella en la que declara que fue utilizada por el gobierno de aquel entonces y reconoce por primera vez: “Yo sólo les hice el favor de acudir a la finca El Encanto, donde ya estaba el montaje. Yo tengo pruebas de toda la verdad…”
Como se ve, ningún medio de comunicación, por mucho pedigrí que tenga, está a salvo de verse involucrado o generar, voluntaria o involuntariamente, noticias que pueden ser cuestionables. Queda latente que en el periodismo se debería poner en práctica la frase de “estudiamos historia para no cometer en el futuro los errores que se cometieron en el pasado”.
Como expresó el famoso poema de Ramón de Campoamor: «En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira», el cual supone una pesimista pero bella manera de expresar, y admitir, que nada vale, que ningún valor es inmutable, y que inevitablemente impera el subjetivismo, la arbitrariedad, y el relativismo, en todas las facetas de nuestro mundo (por ello, traidor, según el poeta).
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