miércoles, 12 de diciembre de 2018

OCURRENCIAS PRESIDENCIALES


Algunos columnistas y articulistas de medios de comunicación tanto impresos como audiovisuales, expresa frecuentemente que la administración del actual presidente de la República se rige más por ocurrencias infundadas que por estrategias y planes cuidadosamente diseñados, en el marco de la austeridad y el combate a la corrupción.

Algunos ejemplos: las “consultas ciudadanas”;  la determinación de operar un
hub aeroportuario sin análisis serios y con un desprecio a las opiniones de expertos internacionales; la descentralización de las dependencias de la administración pública, sin considerar tiempos y costos; la cancelación de la reforma educativa sin dar a conocer cómo será sustituida… y varias ocurrencias más.

Asimismo se han señalado las expresiones comunes con las que el presidente suele expresarse en diferentes situaciones, dentro de las que la más común es “me canso ganso” (original del comediante Germán Valdés "Tintan"), empleada inclusive en una ocasión solemne como la toma de posesión en el Congreso de la Unión, independientemente de que sus discursos son más de un candidato que de un Jefe de Estado. Tal parece que olvidó lo que siendo presidente electo expresó en una reunión con asociaciones de ingenieros: “No queremos hacer un gobierno de ocurrencias”.

Ocurrencias y dichos no son exclusivas del actual presidente. Se han dado en México en sexenios pasados así como en otros presidentes del mundo y al parecer no constituyen un referente histórico para mejorar el desempeño económico, social y político de los países.

Un claro referente es, por ejemplo, el gobierno de Luis Echeverría, de quien al parecer no se ha aprendido.

En abril de este año, el presidente Peña formalizó las Zonas Económicas Especiales de las que dijo “constituyen un cambio de paradigma y una decisión de política pública que impulsará la actividad productiva, que se traducirá en una mayor generación de empleos”.

En diciembre de 1971 el entonces presidente emitió sendos decretos que buscaron atraer inversiones para industrializar las regiones más atrasadas del país a través de incentivos fiscales, laborales y de financiamiento preferencial. Las intenciones de los decretos de Echeverría no se alcanzaron porque movilizar inversiones requería de un tratamiento preferencial mucho más amplio y porque la retórica del desarrollo regional fue sólo eso, pura retórica.

Durante su toma de posesión, el presidente actual expresó: “El otro distintivo del nuevo gobierno será la separación del poder económico del poder político”.  En 1973 el Secretario de Hacienda hizo declaraciones contrarias a la mística populista del presidente ante el desastre económico que ya se veía venir, para calmar a los empresarios y evitar una fuga de capitales. La respuesta de Echeverría fue contundente: “Las finanzas se manejan desde Los Pinos”.

Desde su primera campaña por la presidencia del país, el presidente ha expresado incansablemente su preocupación por los pobres del país. En su discurso de toma de posesión expresó: “Vamos a gobernar para todos, pero le vamos a dar preferencia a los vulnerables y a los desposeídos. Por el bien de todos, primero los pobres.”

Echeverría respaldaba sus decisiones en “el amor a los pobres” y se refería a los
Foto de Contralínea
empresarios de Monterrey como “esos riquillos”.  Los más desfavorecidos le creían. Les ofrecía todo lo que  anhelaban. En un arranque de ocurrencias ordenaba que aumentaran los salarios de los trabajadores y por eso lo identificaban como “El obrero número uno del país” o “El amigo de los trabajadores”.

Todos los días, los principales encabezados de los diarios de México llevan, por lo regular, una nota del presidente, sea o no de ocho columnas. Con Echeverría no pasaba día sin que la nota principal fueran sus declaraciones de LEA, la mayoría de las veces enfocadas a denostar, a los empresarios.

El actual presidente está buscando cumplir sus promesas de campaña a través de una intensa actividad legislativa, gracias al apoyo de la mayoría de su partido en el Congreso. Echeverría solucionaba sus problemas y ofrecimientos a base de decretos o creando Comisiones Específicas, sin escuchar las recomendaciones de, por ejemplo, los organismos financieros internacionales.}

Ante la llegada de miles de emigrantes de Centro América, el presidente mexicano expresó: “Vamos a ofrecer empleo, trabajo, a emigrantes centroamericanos; es un plan que tenemos, que el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo, va a tener una visa de trabajo.  Cuando en 1973 se dio el golpe de estado en Chile, que derivo en la llegada de
Augusto Pinochet al poder, se generó una migración a la cual el entonces presidente de México abrió las puertas con una frase que se hizo famosa “México para los chilenos, Chile para los Mexicanos”. Ello quedó de manifiesto con la creación de la Casa de Chile marcada por el patrocinio permanente del Estado. Asimismo, al dar asilo a la viuda de Salvador Allende, expresó: "Nosotros estamos muy orgullosos de haber dado asilo a la señora viuda  de Allende a esa gran mujer latinoamericana que tanto se parece, por su drama y por su acción, a Margarita Maza de Juárez."

En el tema de la descentralización, el presidente busca “reactivar la economía de los estados” bajo el principio de que la llegada de más trabajadores a una entidad generará el desarrollo económico de la misma.  Después de los sismos de 1985, Miguel de la Madrid descentralizó el Inegi a Aguascalientes pero la medida no detonó el desarrollo económico de esa ciudad, lo que sí logró la construcción de la planta automotriz y las de varios de sus proveedores.

En “El Rey Lear”, William Shakespeare pone en su boca la frase: "Es calamidad de estos tiempos que los locos guíen a los ciegos". 

Parece que estamos regresando en el tiempo.