viernes, 28 de febrero de 2020

LA VIDA DESPUÉS DE LA PRESIDENCIA



Durante muchos años en la época de los gobiernos priistas, una regla no escrita de la política era que, una vez que dejaban el cargo, los expresidentes de la República regresaban a la vida privada y mantenían silencio público, es decir, no opinaban sobre ningún tema de la administración pública ni sobre sus sucesores; se trataba de permitir que el nuevo mandatario se luciera sin mayores críticas o cuestionamientos. Salvo casos excepcionales, por designación presidencial, la norma se mantuvo durante varias décadas.

Miguel Alemán
Foto: Wikipedia
Miguel Alemán presidente de 1946 a 1952 se convirtió en un poderoso empresario especialmente en la industria turística y hotelera. Con su fortuna participó en obras filantrópicas y fundaciones. Se dice que influyó en la designación de los presidentes Ruiz Cortines y López Mateos, quien lo invitó a colaborar en su gobierno como Presidente del Consejo Consultivo de Turismo, cargo que ocupó hasta su muerte.

El sexenio de Adolfo Ruiz Cortines concluyó en 1958 y regresó a Veracruz, su tierra natal, para dedicarse  a jugar dominó. Cuentan que cuando se le instaba regresar a la política decía: “Pertenezco a la augusta institución de los ex, quienes tienen como primer deber respetar al que es y evidenciar absoluta disciplina”. No obstante, en 1961 el presidente López Mateos lo designó como Delegado Fiduciario de Nacional Financiera, cargó por el que se negó a recibir un sueldo

De 1958 a 1964 gobernó Adolfo López Mateos. Al año siguiente del término de su mandato, el nuevo presidente le confirió la responsabilidad del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de 1968, sin embargo renunció luego de un año por motivos de salud (días antes de rendir protesta ya estaba enfermo y continuamente sufría migrañas). En 1967 entró en estado de coma y murió dos años después.

Su sucesor fue Gustavo Díaz Ordaz quien terminó su gestión en 1970 para retirarse a
Díaz Ordaz
Foto: Wikipedia
su domicilio hasta que en abril de 1977 se le nombró embajador en España, al reanudarse las relaciones diplomáticas entre ambos países. Pocos meses después, renunció a su cargo, debido a las críticas que recibió tanto en México como en España por los acontecimientos en Tlatelolco.

Luis Echeverría Álvarez gobernó de 1970 a 1976. Quizá fue el primero que abiertamente rompió la regla no escrita del retiro a la vida privada por su participación en la matanza de Tlatelolco en 1968. Se desempeñó como embajador de México ante la Unesco hasta  y como representante diplomático itinerante en Australia y Nueva Zelanda. Creó y dirigió el Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo  que en 1983 fue cerrado al retirársele el subsidio federal. Veinte años después la justicia lo citó  para aclarar su papel en las matanzas de 1968 y 1971 y estuvo bajo arresto domiciliario desde 2006 hasta que fue exonerado de todos los cargos en 2009.

De 1976 a 1982 gobernó José López Portillo quien al fin de su sexenio se mudó con su familia a la famosa Colina del Perro; retirado de la política se dedicó a escribir su biografía y otros libros y probó suerte con una marca propia de tequila, "Don Q".  Su lema de campaña “La solución somos todos” se convirtió, dados los lujos y dimensiones de sus casas, en “La corrupción somos todos”. Su riqueza resultó en una demanda por peculado en contra de la Nación y cercado por ataques mediáticos, burlas populares y un repudio generalizado de la población optó por pasar largas temporadas en el extranjero.

De la Madrid.
Foto: El Siglo de Torreón
Miguel de La Madrid Hurtado gobernó de 1982 a 1988 y siguió en la esfera pública tras dejar la presidencia. En 1990 asumió la dirección del Fondo de Cultura Económica (FCE) y gracias a su labor recibió la Medalla Picasso de Oro de la Unesco por su labor en la difusión de la cultura latinoamericana. En 2009, en entrevista dijo que su relación con Carlos Salinas terminó “muy mal” y que se equivocó en elegirlo como sucesor. “En aquel entonces no tenía elementos de juicio sobre la moralidad de los Salinas, me di cuenta después”, dijo, para retractarse al día siguiente por su ”estado de salud que no me permite procesar adecuadamente diálogos o cuestionamientos”.

De 1988 a 1994 la presidencia estuvo a cargo de Carlos Salinas quien continuamente ha ocupado espacios mediáticos desde que dejó el cargo. El 1° de marzo de 1995 se declaró en huelga de hambre por el arresto de su hermano. Dos días después, abandonó México y regresó esporádicamente durante los seis años de gobierno de Zedillo a quien siempre culpó por la crisis de 1994. A partir del año 2000 empezó a circular públicamente en México en eventos políticos, sociales y estudiantiles y en 2005 estuvo cerca del gobernador electo del Estado de México, Enrique Peña. Desde que dejó la presidencia ha escrito varios libros sobre temas de política y administración pública.
De 1994 al 2000 gobernó Ernesto Zedillo, quien desde que finalizó su mandato se ha dedicado principalmente a la vida académica fuera de México. De 2005 a 2010 presidió la red Global de Desarrollo y tiempo más tarde encabezó la Comisión de Alto Nivel para la Modernización de la Gobernanza del Grupo del Banco Mundial.

Vicente Fox Quesada fue presidente de 2000 a 2006. Al finalizar su mandato se fue a su rancho en Guanajuato en donde fundó un centro de estudios y convenciones, pero desde entonces se ha mantenido activo en la vida política del país. En tiempos electorales ha dejado saber sus preferencias al apoyar en 2012 a Enrique Peña Nieto y en 2018 a José Antonio Meade y pidió a los mexicanos no votar por AMLO. En una entrevista a la revista Quién, mostró su rancho con piscina, lago artificial, bungalows y primorosos jardines que dieron pie a interrogantes sobre su honestidad.

De 2006 a 2012 fue presidente Felipe Calderón Hinojosa quien al finalizar su sexenio se fue a dar cátedra a la Universidad de Harvard, luego dedicó un tiempo a viajar y a impartir conferencias y se mantuvo activo en el ámbito académico y laboral. Para 2016 se integró al consejo de administración de Avangrid de la firma española Iberdrola. Es activo en las redes sociales y ha expresado críticas sobre sus adversarios, especialmente AMLO. Mostró su apoyo a su esposa, primero en su búsqueda por la candidatura a la presidencia por el PAN y más tarde durante su candidatura  a la presidencia de la República. Recientemente busca la conformación de un nuevo partido político.

El expresidente más reciente es Enrique Peña Nieto quien gobernó de 2012 a 2018. Desde que dejó el cargo su vida se resume en: divorcio, vacaciones y amor mostrado públicamente a través de fotos con su actual novia en diferentes sitios y en eventos sociales que lo han mantenido en el ojo del huracán. 

Peña no se ha expresado en contra de su antecesor ni ha escrito un libro, pero sus actos evidentemente sí han disgustado al actual encargado de la Presidencia. Faltan 5 años para la próxima sucesión, ya veremos cómo se comporta el actual presidente que, por lo pronto, sigue hablando de sus antecesores.


miércoles, 19 de febrero de 2020

EL ENFOQUE RETÓRICO DE LOS MENSAJES



Foto: Etcétera
A raíz de los continuos feminicidios que se han hecho públicos en México y las consecuentes manifestaciones feministas, diferentes funcionarios públicos han hecho declaraciones poco afortunadas que poco ayudan a la distensión de un problema que se está convirtiendo en el Ayotzinapa del actual gobierno.

Sale una fiscal apresurada a decir, en referencia al caso de Fátima: “Es una situación muy complicada. Desafortunadamente, su mamá está enferma, trae una enfermedad mental y su papá igual, tiene demencia senil”; sobre las manifestaciones la jefa de gobierno de la Ciudad de México respondió a preguntas de los reporteros con un simple y repetido: “No, ahorita no”, y el Presidente de la República pide que no le cambien el tema del avión presidencial, que no le pinten las puertas y paredes y, como mago de los años 50, saca de la manga un “decálogo” de buenos deseos pero no de propuestas concretas.

La mejor forma de agravar una crisis de comunicación es a través de una pésima comunicación y en eso, hasta el “maestro” en el tema (AMLO) ha fallado.

Es verdad que la velocidad con que se desarrollan los acontecimientos no da mucho margen para pensar en los mensajes que idealmente deberían comunicarse ante circunstancias adversas; es por eso que muchas veces se recurre a lugares comunes y frases que hemos escuchado en el pasado: “Vamos a llegar al fondo y castigar a los culpables, caiga quien caiga”; “estamos trabajando en ello y en cuanto tengamos novedades las daremos a conocer”; “Vamos a revisar todo, nada se va a esconder”, por citar algunos ejemplos.

Foto. Nación 321
Sin embargo, los funcionarios públicos deberían considerar como un ejercicio diario obligatorio la práctica de su comunicación para lograr un enfoque retórico a sus expresiones.

Según el Diccionario d la Real Academia de la Lengua Española “retórica” es el “Arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover.” Ante los casos de los feminicidios justamente lo que se requiere es que los mensajes expresados en términos solidarios, conmuevan y en función a la acción del gobierno, persuadan sobre lo que se está haciendo. En los talleres de prevención y preparación para una crisis de comunicación hago un alto para desarrollar sobre el enfoque retórico de la crisis.

Aunque parece un concepto rebasado, en la actualidad la retórica ha vivido un gran resurgimiento y se emplea en la publicidad, la academia, y la política, y gracias a las nuevas tecnologías audiovisuales se puede decir que hay una retórica de la imagen, ya que mediante una imagen o vídeo podemos hablar sobre algo utilizando figuras retóricas como la metáfora o el role playing.
La retórica es una disciplina normativa y creativa. Incita a la acción discursiva por medio de cinco cánones que regulan el proceso de producción de un mensaje en cuyo centro se ubica el argumento principal. Estos cánones son:

      I.          Inventio: Encuentro de las ideas que apoyan el mensaje. Disponer de todos los elementos para construir un mensaje.
La finalidad de esta fase es establecer los contenidos del discurso. Procede del griego y significa «hallazgo», pues de lo que se trata es de encontrar y seleccionar dentro de un repertorio de argumentos, aquellos que sean más adecuados para el tema. Se trata, mentalmente hablando «hallar» en la memoria las ideas susceptibles de ser utilizadas en la comunicación del mensaje y que no sean lugares comunes.
    II.          Dispositio: Organización (disposición) de las ideas, dándoles un orden para guiar a las audiencias hacia el fin esperado.  En la organización del mensaje se deben considerar tres partes: Una frase fuerte inicial para captar la atención; exposición del argumento, y recapitulación con énfasis en los puntos esenciales para sensibilizar, sin sobreabundar en conceptos para no confundir.
  III.          Elocutio: Escoger palabras y formar frases adecuadas y claras para las audiencias; es lo que conocemos como estilo y en ello se debe considerar la corrección gramatical (empleo de palabras correctas y adecuadas a la situación.
  IV.          Memoria: Ser recordado. Dominar la exposición del material para que el mensaje central quede en la mente de las audiencias.
    V.          Pronuntiato: Transmitir con voz, cuerpo y alma. Comunicar con convicción y pasión.

Foto: La Verdad Noticias
El enfoque retórico de la crisis de comunicación, permite enfatizar el desarrollo del mensaje y su presentación como parte de la respuesta a la crisis. A fin de cuentas, este enfoque permite desarrollar un mensaje central claro y convincente,  y una o más declaraciones para hacer a lo largo del tiempo.
En la fase de preparación para enfrentar una crisis de comunicación, este enfoque permite anticipar qué se requiere decir antes, durante y después de una crisis para responder de manera responsable y ética a las inquietudes de los públicos relacionados.

Este enfoque apoya  la generación continua de información para evitar vacíos de comunicación y, si es el caso, poder expresar de manera conveniente el reconocimiento de culpa y empatizar con las audiencias. Asimismo ayuda a estructurar mensajes en términos positivos, destacar los antecedentes, valores y atributos que den solidez a las declaraciones y ayuda a proyectar empatía, preocupación, compromiso y seriedad con los afectados.

Creo que sería conveniente que los gobernantes federal y estatales tomen en cuenta el enfoque retórico de la crisis de comunicación, especialmente en épocas en las que videos, audios e imágenes dan testimonio de lo que expresan y no sean exhibidos públicamente expresando frases como “no sabía que me estaban grabando”, como le sucedió a cierta Secretaria de Gobernación.




jueves, 13 de febrero de 2020

BACK TO THE FUTURE IV T


Seguramente todos recordamos la película “Volver al Futuro”, en la que un adolescente que en 1985 vive con sus padres viaja al pasado a 1955, época en que sus padres se conocieron para intentar modificar algunos hechos del pasado.


En pleno siglo XXI en donde la tecnología puede lograr cosas sorprendentes, México está viajando al pasado para reproducir acciones y políticas de hace más de 40 años, sin considerar las consecuencias de las mismas.

En esa época, principios de la década de los setenta, México tuvo un presidente recordado, además de por los eventos de 1968, por la generación de encono social, la inestabilidad social derivada del surgimiento de grupos guerrilleros que impactaron en diversas zonas del país y una sensación de crisis económica. Quienes vivimos y trabajamos como funcionarios públicos en ese sexenio podemos notar algunas similitudes con el actual sexenio.

Su estilo era muy egocéntrico. Desde que era Secretario de Gobernación, Luis Echeverría personalmente verificaba que todo estuviera acorde a sus deseos y circunstancias. Se dice que si el presidente tenía planeado un recorrido, digamos de la entrada a Chapultepec al Monumento de la Independencia, Echeverría hacia el recorrido contando los pasos y tomando el tiempo en que debería hacerse, considerando temas de seguridad y prácticamente ejecutando las labores del Estado Mayor Presidencial.

Echeverría en la Facultad de Medicna
Desde su campaña Echeverría empezó a manejar un discurso de cambio. Ya como presidente muchas de sus decisiones eran viscerales poniendo en riesgo su seguridad. En 1974, Echeverría acudió a la Escuela Superior de Comercio y Administración del IPN para entregar diplomas a maestros eméritos. Al terminar el evento el Estado Mayor ya había dispuesto un operativo apoyado por los jugadores de futbol americano de los “Burros Blancos” para salir por la parte trasera del auditorio, pero el presidente decidió salir por el frente para saludar de cerca a los estudiantes metiendo en conflicto a los responsables de su seguridad. Un año después asistió a la Facultad de Medicina de la UNAM y al salir del auditorio recibió una pedrada en la frente causándole una herida.

Al inicio de su sexenio empezó a tener diferencias y enfrentamientos con los empresarios a quienes alguna vez dijo: “No basta con crear fábricas eficaces; es necesario canalizar los recursos económicos de los ricos y poderosos, de los banqueros e industriales de Monterrey, para resolver el problema de sus semejantes. Se dicen cristianos y no lo son porque no ayudan a sus semejantes…” y se refería a ellos como “emisarios del pasado”.

Como parte de sus decisiones, promovió la intervención del Estado en todo tipo de actividad, especialmente la económica, realizó diversas nacionalizaciones, compró empresas en quiebra para “sostener el empleo”, creo varias empresas paraestatales y acabó con algunas instituciones autónomas. Para combatir el narcotráfico, permitió operaciones encubiertas de agentes estadounidenses de la DEA, formalizando su presencia en México.

Con el apoyo de su esposa trató de revitalizar el nacionalismo mexicano e impulsar lo que consideraba los valores de la Revolución Mexicana y, como buen populista, ofrecía crecimiento económico y sacar de la pobreza a millones de mexicanos, y empezó a gastar desordenadamente el dinero público para lograr sus fines políticos buscando convertirse en el líder de los llamados países del tercer mundo. Asimismo  disminuyó la inversión privada, aumentó el gasto público, buscaba que la economía nacional dependiera del petróleo y creó instituciones educativas como el Colegio de Bachilleres y dio apertura a nuevas universidades y centros de educación media con admisión a todo público.

Las consecuencias de las políticas de entonces se empezaron a notar al tercer año de gobierno, cuando el modelo económico planteado comenzó a debilitarse. Por ejemplo, el déficit público empezó en 2.5 % del PIB en 1971 y en 1975 ya era de 9.3 %; la inflación que en 1970 era de 4.6%, terminó en 1975 en 11.3%.  Por supuesto, la deuda pública también creció significativamente. Al final del sexenio la política populista terminó con las reservas internacionales y con  ello terminaron 22 años de estabilidad cambiaria: el peso se devaluó y finalizó el tipo de cambio fijo de $12.50 por dólar.

El actual presidente también ha sostenido el discurso del cambio; al igual que su
Foto: 8 Columnas 
maestro, es egocéntrico, nada se mueve si él no lo ordena y si algo no le gusta lo cambia. Con sus decisiones de no usar el avión presidencial (o cualquier otro avión privado) pone en riesgo su seguridad y la de los pasajeros de los aviones comerciales que utiliza (afortunadamente el pueblo sabio que lo cuida son oficiales del ejército vestidos de civil).

Igual que Echeverría, al inicio de su sexenio empezó a tener diferencias y enfrentamientos con los empresarios y si bien no los llamó “emisarios del pasado” si los ha llamado “fifís” y los acusó (sin evidencia) de corruptos; si aquél sugirió canalizar recursos de los empresarios para ayudar a sus semejantes, este les ha pedido “buscar ganancias razonables y que se respete el marco legal, que se paguen impuestos; todo eso ayuda mucho”.

Similar a Echeverría, el actual presidente promueve la intervención del Estado en todo tipo de actividad, especialmente la económica, busca terminar con organismos autónomos o por lo menos controlarlos con incondicionales y basa mucha de su actividad económica en el petróleo (Aunque Pemex sea la empresa petrolera más endeudada del mundo). De la misma forma ofrece crecimiento económico (aunque ahora ya no le es tan importante como el desarrollo) y sacar de la pobreza a millones de mexicanos para lo cual ha empezado a gastar desordenadamente. Asimismo ha creado universidades y busca el acceso a las universidades de manera gratuita y son presentar exámenes.

Como en la película, México está regresando en el tiempo, pero no para corregir. Las similitudes con ese pasado son asombrosas; el actual presidente vivió esa época al igual que muchos ciudadanos que empezamos nuestra vida laboral en esa década, sólo que él inició esa vida de trabajo dentro de las filas del PRI que fue su escuela en la política y que ahora se llama Morena.

miércoles, 5 de febrero de 2020

LA IMPORTANCIA DEL LENGUAJE AERONAÚTICO




La comunicación es importante en nuestra vida y en ocasiones de una buena comunicación depende la vida propia y la de muchos más como en el caso de la industria aérea.

En noviembre de 2014 escribí sobre el caso de un avión DC10 de Western Airlines que se estrelló contra una construcción dentro del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Aparentemente se dio una confusión en la comunicación entre la torre de control y el piloto del avión, derivado del uso de la palabra “right” que significa “derecha” o “correcto” ya que el avión debería aterrizar en la pista derecha y no en la izquierda y alguien entendió que el aterrizaje estaba correcto en la aproximación que llevaba el avión hacia la pista 23 izquierda.


Foto: Telemundo.com 
Hace unos días un  avión de Air Canada debió aterrizar de emergencia en un aeropuerto de Madrid luego de experimentar problemas mecánicos tras su despegue. Según uno de los sindicatos que agrupa a los pilotos españoles, el avión perdió algunas piezas de su tren de aterrizaje, por lo que no se encontraba en condiciones de seguir volando; el piloto comunicó a los pasajeros “como saben, tuvimos un pequeño problema con una de las ruedas del avión”; el diario español El Mundo, que difundió el audio con los dichos del piloto, indicó que la nave perdió una de sus ruedas; y un comunicado de la aerolínea hizo referencia a una falla en un motor. A fin de cuentas estalló una llanta y parte de ella daño uno de los motores.

Algo similar ocurrió a principios de los años ochenta: a un avión DC9 se le desprendió, al despegar del aeropuerto de Zihuatanejo, Guerrero, la parte inferior del tren de aterrizaje  del lado derecho con todo y llanta, misma que al rebotar en la pista proyectó toda la pieza hacia la turbina ubicada en el empenaje (cola) provocando baja de presión en el aceite. Torre de control reportó al capitán que había perdido la llanta y que era conveniente que regresara. El piloto supuso que tendría que aterrizar sólo con “el ring” ignorando que nada más tenía la parte superior del tren. Al tocar tierra lo que quedaba del tren de aterrizaje produjo un profundo surco a lo largo de la pista y un tremendo susto a tripulantes y pasajeros.


Dominique Estival
 (Foto Marcs Institute) 
No es raro que un accidente aéreo se produzca por malentendidos de la comunicación entre pilotos, sobrecargos y torres de control, a pesar de que hay fórmulas para verificar/garantizar que la comunicación se cifra adecuadamente (por ejemplo niner en vez de nine para evitar que se piense en una negación en alemán –neun, pronunciado nain-, o niner para evitar confusión con five).

Dominique Estival, Doctora en Lingüística de la Universidad de Pensilvania realizó una investigación que reveló que de 1976 a 2017 se produjeron al menos diez accidentes de aviación causados por errores de lenguaje, con un saldo de 2,100 muertes.

Quizá uno de los más recordados fue el considerado el mayor accidente aéreo en la historia: el choque entre un 747 de KLM y un Jumbo de Pan Am, en Tenerife en 1977. Al parecer el malentendido de la comunicación se dio cuando el piloto del KLM reportó a la torre que estaba “at take off” (en despegue), es decir, en proceso para iniciar el vuelo; el problema fue que el controlador aéreo interpretó que el piloto se estaba preparando para el despegue y dio el OK. Cuando se dio cuenta del error, ya fue demasiado tarde y sobrevino la colisión con saldo de 583 muertos.

Otro accidente ocurrió con el Vuelo 52 de Avianca de Bogotá a Nueva York el 25 de enero de 1990.
Foto: NTSB 
El Boeing 707 que cubría esta ruta se quedó sin combustible en ruta al aeropuerto Internacional John F. Kennedy por lo que terminó chocando contra una colina: murieron ocho de los nueve miembros de la tripulación y 65 de los 149 pasajeros a bordo. La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB por sus siglas en inglés) intentó inculpar del accidente como un error del piloto, debido a que la tripulación nunca comunicó la emergencia usando la palabra inglesa "emergency" por bajos niveles de combustible como lo determinan las directrices de la IATA; la tripulación aparentemente uso la palabra "priority", término que, debido a las diferencias entre inglés y español, pudo ser interpretado como una emergencia por los pilotos hispanoparlantes, pero no por los controladores angloparlantes.

Un accidente más se dio el 12 de noviembre de 1996 sobre la ciudad de Charkhi Dadri, India, cuando el Vuelo 763 de Saudi Arabian Airlines, en ruta de Nueva Delhi hacia Dhahran, Arabia Saudita, se impactó en el aire contra el vuelo 1907 de Kazakhstan Airlines que volaba de Shymkent, Kazajistán hacia Nueva Delhi. Todas las 349 personas a bordo de ambas aeronaves murieron.

La investigación del accidente determinó que la tripulación del vuelo 1907 falló al seguir las órdenes del controlador aéreo, ya que descendió de los 15 000 pies asignados a 14 000 pies, e incluso más. El informe dio como causa de esta falla en el procedimiento operativo los conocimientos insuficientes en inglés de la tripulación del Ilyushin, quienes pudieron no entender con claridad las órdenes del controlador.

Una investigación de la Embry Riddle University, de Estados Unidos, conocida como la universidad privada de aviación más grande del mundo revela que “la confusión en las comunicaciones han y continuarán jugando un papel importante en lo accidentes de aviación”.


Elizabeth Mathews
Foto: Research Gate 
Por su parte la profesora Elizabeth Matthews, consultora de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), afirma que los errores causados por el lenguaje en las comunicaciones aeronáuticas han sido “un factor más frecuente e influyente de lo que se ha señalado habitualmente… además, los problemas lingüísticos en la aviación no se investigan con el mismo grado de rigor sistemático y experto con el que se consideran otros factores humanos y operacionales”.

Es un hecho que, contrario a lo que alguna vez afirmó el Ing. José María Rioboó –muy allegado al actual presidente de México-, los aviones no se repelen en el aire y por tanto pilotos y controladores aéreos deben ser muy cuidadosos en sus comunicaciones aire-tierra. El tema cobra especial importancia cuando, si alguna vez se termina y opera el aeropuerto de Santa Lucía, aviones de aerolíneas extranjeras tengan que aterrizar en él, especialmente para librar el cerro que “de repente surgió” durante la planeación de dicha terminal.

No es lo mismo aterrizar aviones militares que comerciales, considerando que los primeros tienen dimensiones y características muy diferentes a los grandes aviones de línea.