lunes, 5 de noviembre de 2018

LAS BENDITAS REDES SOCIALES


A lo largo de su vida política y particularmente desde que era Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el actual presidente electo ha sido un artista en lo que se refiere al manejo de la comunicación. Ya sea para fijar agenda mediática, eludir preguntas incómodas o salir de situaciones políticas controvertidas, la mayoría de las veces logra sus objetivos de comunicación, bien desviando el tema, respondiendo de forma insolente o responsabilizando a otros, generalmente sin fundamentos.

Con esa habilidad ha podido enfrentar situaciones como los casos de sus cercanos colaboradores René Bejarano y Gustavo Ponce, ambos video grabados,
uno recibiendo fajos de dólares (con todo y ligas) y el otro apostando en un casino de Las Vegas. En su momento, el entonces Jefe de Gobierno dijo en entrevista que el ex presidente Salinas, la derecha y otros grupos de poder que lo querían destruir, estaban detrás de dichos videos, como parte de una campaña en su contra, "Son partidos políticos y son grupos, son verdaderas mafias y hay una parte también que tiene que ver con diferencias de tipo político.”

Algo similar sucedió el año pasado, cuando Eva Cadena, diputada del movimiento encabezado por el presidente electo, también fue grabada en video recibiendo una fuerte cantidad de dinero para supuestamente entregarlo al movimiento. En entrevista, el entonces candidato expresó; “Es una pena, la señora Eva Cadena está siendo utilizada por Yunes Linares y por la mafia del poder que encabeza Salinas."

Si en un principio uno de sus canales de comunicación favorito había sido las conferencias de prensa y su participación en mítines, recientemente el presidente electo ha hecho cada vez más uso de las redes sociales como Tuiter y de los videos en
Youtube y/o en Facebook. Ello le ha permitido tener un ambiente más controlado (con la ventaja, inclusive, de poder editar) y ubicarse en locaciones que de manera subliminal o abierta, por su decoración, color de fondo o colocación de su cuerpo, refuerzan y amplían su mensaje.

Al parecer el político se ha percatado que los canales tradicionales de comunicación ya no resultan tan efectivos para enviar mensajes que influyan en medios y opinión pública ante la masiva participación de personas de todos niveles socioeconómicos en las redes sociales. Cuando en 1917 Edward Bernays creó su teoría de la propaganda y las relaciones públicas, los medios de comunicación, fundamentalmente impresos, eran pocos y la información fluía a través de periodistas; hoy, el ecosistema mediático no tiene límites y los generadores de contenidos -noticiosos o no- y los receptores de la comunicación, son todo tipo de individuos que disponen de las redes sociales en cualquier lugar y a todo hora.

Una estrategia de mensajes en redes sociales implica mapear los espacios en los medios digitales para identificar patrones de seguimiento y de difusión de contenidos a fin de evaluar la forma en que las audiencias participan y responden a los mensajes en las redes sociales. Ello permite generar tácticas a la medida para garantizar que los mensajes lleguen y se multipliquen.
La clave para que los mensajes logren mayores alcances está directamente vinculada con la participación de los usuarios de las redes. Una vez que un mensaje se convierte en tendencia, impacta en influenciadores y comienza a repercutir en los medios tradicionales y en analistas y columnistas.

Alicia Wanless,  Directora de Estrategia del Centro de Investigación Dinámica basado en Londres, explica: “Una nota o comentario (real o falso) en las redes sociales tiene una vida útil total de treinta horas. Si esto se combina con el hecho de que el 60 por ciento de las personas comparten contenido sin leerlo, es fácil ver por qué los memes, filtraciones y declaraciones controvertidas dominan nuestros encabezados.”

Pone como ejemplo la campaña presidencial en los Estados Unidos: “Además compartir contenidos durante la elección de 2016, más del 77 por ciento de páginas de tendencia derechista en Facebook transmitieron comentarios y posts de personas no periodistas, en tanto las contrapartes de la extrema izquierda a menudo no lo permitieron. El proceso de insertar contenidos altamente controvertidos en cámaras de resonancia creó una cantidad masiva de actividad.” Donald Trump empleó –y lo sigue haciendo- las redes sociales no sólo para ganar la presidencia de su país, sino para seguir enviando los mensajes que convienen a su presidencia.”

Se diría que una de las claves en la efectividad de la comunicación en redes del presidente electo ha sido el diseño de una estrategia mapeando los espacios en los medios digitales para identificar patrones de seguimiento y de difusión de contenidos.

Sin embargo en el uso de las redes sociales por parte del entonces candidato sólo hubo mensajes que respondían a las inquietudes de cambio de millones de mexicanos, especialmente jóvenes, y que evidenciaban las debilidades de los otros candidatos. Esos mensajes se multiplicaban por millones a través de todo el país, en ocasiones motivados por el propio candidato.

Por ejemplo, en el mes de abril expresó en un video en su cuenta de Facebook: “Ayúdenme sin insultos, con alegría que vamos a ganar, a contrarrestar esta campaña, toda esta guerra sucia  y terminar de desenmascarar a estos corruptos, que queden desnudos, porque no tienen ética, no tienen moral.”

Refiriéndose a otros candidatos, en otro video expresó. “Imagínense que (Anaya) aspira a ser presidente de México, nuestro país no merece eso, es mucho nuestro pueblo para tan poca persona, a Meade que es también lamentable su caso, es una tapadera de toda esta mafia de poder.”

Ya como presidente electo su presencia en redes sociales sigue basándose en mensajes sobre el cambio de régimen y justificando las acciones que empieza a tomar en preparación para cuando rinda protesta en el Congreso de la Unión (si es que no ordena que el evento se realice en algún otro sitio, contraviniendo lo establecido en el Artículo 87 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos).

Sin embargo, sus mensajes siguen siendo los de un candidato y un líder opositor, dejando atrás sus primeros mensajes de conciliación; empieza a manifestar cuál será su estilo de gobierno pero omite  que ahora ya es un presidente electo del que se esperaría expresiones dignas de tal carácter.

Lo mismo ha expresado mensajes de refuerzo a su triunfo: "Serénense, tranquilícense, ya se llevó a cabo un cambio en el país.”, “Yo traigo un mandato de los mexicanos, quieren los mexicanos que se acabe, que se destierre la corrupción, la impunidad, y me canso ganso, vamos a acabar con la corrupción", o “Vendrán más consultas; váyanse acostumbrando”.

Sólo queda esperar que su primer informe presidencial no sea video grabado en su cuenta de Facebook.

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