Si el
presidente de los Estados Unidos cumple con el cierre de la frontera con
nuestro país, se habrá unido a otros presidentes que por diferentes razones lo
han hecho antes que él, con distintas consecuencias.
Durante
los últimos días el tema ha sido nota en prácticamente todos los diarios, pero
ha tenido mayor peso en aquellos que se editan a lo largo de la franja
fronteriza en ambos lados de la frontera. De lograrlo, publican los medios, se
creará un caos en las comunidades fronterizas de ambos lados y afectará a un
comercio valorado en más de un billón de dólares diarios.
Esta
situación no es nueva. Otros presidentes de ese país lo ha hecho por distintos motivos: A Lyndon B. Johnson se le atribuye haber
iniciado este procedimiento y después lo hicieron Richard Nixon y Ronald Reagan en su campaña en
contra de las drogas y ya en este Siglo George W. Bush en su lucha contra el
terrorismo.
Quizá el cierre más recordado fue el realizado por Richard Nixon en 1969. En tanto el actual presidente trata de impedir
el flujo de migrantes, aunque en el fondo es evidente que se trata de un tema
de campaña rumbo a su reelección, Nixon intentaba frenar el tráfico de drogas,
especialmente de marihuana.
Sobre el intento de Nixon denominado “operación intercepción”, un
artículo del profesor Richard Craig, publicado en la revista FI (Foro Internacional) de El
Colegio de México en diciembre de 1981 explica: “La justificación oficial
afirmaba que el objetivo de este programa era detener el flujo de mariguana, de
heroína y de otros estupefacientes que llegaban a Estados Unidos a través de la
frontera con México. Pero en realidad la Operación Intercepción más que
prohibir los narcóticos, lo que pretendía era dar publicidad a la lucha contra
el crimen que iniciaba la nueva administración norteamericana y obligar a que
los mexicanos aceptaran la campaña antidrogas de Washington.
En su momento los medios de comunicación americanos consideraron a esta acción como
"la mayor operación de búsqueda y confiscación en tiempos de paz de la
historia". Básicamente el operativo consistió en una búsqueda total, no aleatoria, persona por persona y vehículo por vehículo, de forma que ni trabajadores legales ni el comercio podían cruzar la frontera. La
respuesta de México fue iniciar un boicot a los productos estadounidenses.
La Operación
Intercepción inició el domingo 21 de septiembre de 1969 a las 2:30 pm. El día y la hora de ejecución fueron
cuidadosamente planeados. Felix Belair, Jr., reportero del New York Times, informó
ese mismo día desde San Isidro, California: "El usual éxodo dominical
desde la plaza de toros y el hipódromo se acercaba a la frontera al caer la
tarde; el tráfico se detuvo a lo largo de 6 millas en medio del polvo y del
calor. Sin duda, los funcionarios que planearon la Operación Intercepción
tuvieron en mente este volumen de tráfico cuando programaron las 2:30 p.m. del
domingo por la tarde como hora H. Para entonces, un gran número de
estadounidenses quedaría atrapado por la operación de regreso a casa.” Lo mismo
ocurrió en otras 30 estaciones migratorias a lo largo de las 2,500 millas a lo
largo de la frontera, agregó en su información.
Belair había
adelantado la nota dos semanas antes en el mismo diario. Una vez iniciado el operativo
siguió reportando y al tercer día publicó: “La operación intercepción ha
generado protesta en ambos lados de la
frontera. El comercio y el turismo se están frenando lentamente así como las ventas al
menudeo del lado Americano ya que los
consumidores mexicanos no quieren perder
hasta 4 horas esperando para poder
cruzar la frontera. Sucede lo mismo en todas las ciudades y pueblos del lado
mexicano que dependen del turismo Americano de fin de semana.”
Presidentrs Díaz Ordaz y Nixon |
Tan importante fue el impulso que el presidente Nixon quería dar a esta operación que lo había discutido el 8 de septiembre con el presidente de México. "En este lado de la frontera, se emplearán por primera vez aviones y algunos torpedos de motor. Se colocarán aviones de observación adicionales a disposición de una patrulla fronteriza fortalecida".
No bien había iniciado
este operativo, círculos de comerciantes y los medios de comunicación en México manifestaron
indignación por las medidas adoptadas por el gobierno de los Estados Unidos. El
periódico La Prensa encabezó en su primera plana “Humillando a Mexicanos”, lo
cual resumía el sentir de muchos otros diarios.
En la Cámara
de Diputados también hubo protestas y los diputados calificaron el hecho como “un
daño a la dignidad de los mexicanos por un acto poco amistoso”; asimismo la entonces Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio lo calificó como “un programa absurdo y exagerado.
Los medios
fronterizos reportaban un fuerte ausentismo de trabajadores mexicanos
que vivían en el lado mexicano pero trabajaban en Estados Unidos; lo mismo reportaban
sobre la ausencia de los niños mexicanos que cruzaban diariamente la frontera
para asistir a escuelas públicas o privadas en el lado norteamericano o que, en
el mejor de los casos, llegaban 3 o 4 horas tarde. Durante dos semanas las
regiones fronterizas de Texas a California perdieron decenas de millones de dólares
de sus economías locales.
La Operación Intercepción
concluyó el 10 de octubre y lo único que logró fue inflar enormemente la
publicidad de la marihuana, pero no incrementar su incautación. El Boston Globe
informó que “casi no se incautó marihuana” porque los narcotraficantes de
México simplemente cambiaron a nuevas rutas de suministro. En contra, el operativo llevó a un incremento en la importación de hierba más potente
proveniente de Vietnam y abrir la importación a gran escala de hachís del Norte
de África y del Cercano Oriente.
El actual
presidente norteamericano inició esta amenaza hacia fines del año pasado, a
veces alabando, pero las más de las ocasiones criticando la actitud de México
con respecto al paso de miles de migrantes procedentes de Centro América, y ha
endurecido los pasos fronterizos generando largas filas de autos particulares y
de transportes de carga.
Con ello ha
logrado que la industria nacional
reporte “pérdidas
por 800 millones de dólares diariamente, a consecuencia del alentamiento en
el paso de mercancías tanto de importación como de exportación…” y que “Por lo
menos 5.6
millones de pesos han perdido transportistas del sur de Tamaulipas que
lleva materias primas desde el Puerto de Altamira hacia Estados Unidos debido a
los retrasos en los cruces internacionales.”
La próxima entrega
será sobre los otros cierres de la frontera.
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