Hace unos días encontré en Facebook un video de Efekto Noticias que
refería: “Un volante con un misterioso mensaje transforma a los automovilistas
ventajosos de Querétaro”. El video muestra a distintos automovilistas
estacionando su auto en sitios reservados para minusválidos; al descender de
sus autos recibían un volante de una persona en silla de ruedas e
inmediatamente movían sus vehículos. El volante sólo decía: “¿Realmente te
gustaría estar en mi lugar?”
Mi primera suposición fue que finalmente alguna empresa o agencia de RP,
de las que obtienen distintivos de responsabilidad social, había iniciado una
campaña nacional intentando generar conciencia (y cultura) sobre el respeto y
preferencia a las personas que, por su discapacidad, han generado habilidades
diferentes. Sin embargo, el video corresponde a un centro comercial en la
ciudad de Querétaro y sólo era un experimento, no sé si de la televisora o de
alguna otra institución.
No perdí la esperanza de que exista una campaña al respecto, pero me
encontré con que en distintas ciudades y en distintos momentos sólo se han dado
esfuerzos aislados y esporádicos, algunas veces por parte de organizaciones de
la sociedad civil o en ocasiones por las autoridades municipales,
independientemente de muchos movimientos sociales para recaudación de fondos. Pero
no encuentro una campaña de responsabilidad social nacional que, inserta en una
estrategia, esté haciendo algo al respecto.
He aquí algunos ejemplos documentados por los medios de comunicación.
Oaxca,
Oax., abril de 2009: “Mayo, Mes Estatal de las Personas con
Discapacidad”. La entonces
presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en
Oaxaca, Lourdes Salinas de Ruiz, presentó la campaña, cuyo objetivo era
promover el respeto hacia este sector en todos los ámbitos. La campaña
consistiría en 38 actividades recreativas, culturales y deportivas programadas
en diferentes sedes de la capital y otros municipios, además de spots en radio
y televisión, en afán de cambiar la cultura social hacia la discapacidad y
promover la igualdad y equidad de condiciones hacia los discapacitados.
Zacatecas, Zac., noviembre de 2011.- “¿En serio, quieres mi lugar?”. La campaña, auspiciada por la Comisión
Estatal para la Integración Social de las Personas con Discapacidad y la
Secundaria Tec del
Tecnológico de Monterrey Campus Zacatecas, busca promover el
respeto a los cajones de estacionamiento exclusivos para personas con
discapacidad. La directora de la Secundaria, Kym Rutherford, dijo que la
campaña es parte de las actividades que los alumnos de la institución
desarrollan como parte de su formación educativa y cívica. La campaña se
realizaría los sábados en los centros comerciales.
Torreón,
Coah., septiembre de 2012: “De
Verdad quieres Estar en Mi Lugar”.
Promovida por el DIF de Torreón, la campaña buscaba crear conciencia de respeto
a los espacios destinados a las
personas que cuentan con algún tipo de discapacidad motora. Junto con esta
iniciativa se buscó reformar el reglamento municipal de Tránsito y Vialidad
para sancionar a los automovilistas que no respeten esos espacios en los
centros comerciales.
Colima, Col., agosto de 2014: “Yo respeto tu espacio, respeta el mío”. La campaña consiste en distribuir cada 15
días 5 mil volantes con información sobre la importancia de respetar los espacios
diseñados para las personas que enfrentan una discapacidad. La acción involucra
el “compromiso permanente de la autoridad estatal y municipal para generar los
espacios adecuados, tanto para el movimiento de personas con discapacidad, como
en general para la población, para los que representan los diferentes tipos de
discapacidad, visual, motriz y lo que significa las rampas, los semáforos
peatonales.”
Puerto Vallarta. Jal., octubre de 2014: “Ponte en mi lugar, no en mi espacio”. Campaña para fomentar
el respeto de los espacios para personas con discapacidad sensibilizando a la población sobre la
Manzanillo,
Col., diciembre de 2014: “¿En
serio, quieres mi lugar?” con la cual se buscaba promover el respeto a los cajones
de estacionamientos exclusivos, para personas con discapacidad. Varias personas
con discapacidad, en sillas de ruedas, estuvieron presentes en reconocido
centro comercial. En Manzanillo se ha visto esa falta de sensibilidad y respeto
hacia las personas con discapacidad de algunos conductores.
¿IDENTIDAD O RESPONSABILIDAD?
Para la
mayoría de las organizaciones es importante crear una mayor conciencia pública
de su nombre y el conocimiento público de sus productos o servicios e inclusive
para hacer notar su responsabilidad social empresarial. Para ello se apoyan en
agencias de relaciones públicas, mercadotecnia y publicidad con quienes
delinean toda una estrategia. Sin embargo, cuando se trata de alguna campaña
promocional, aún inserta dentro de una estrategia, éstas son de corto plazo y
se olvidan fácilmente.
Sin
embargo, una campaña multimedia cuidadosamente diseñada puede, al tiempo que
posicionar un nombre o una marca, contribuir a una causa social de beneficio
para muchas audiencias.
La oficina de Dubái de la agencia Young &
Rubicam
realizó una campaña de marketing social para Al Noor Training Centre, un centro de ayuda a niños con capacidades
diferentes, para sensibilizar a la población sobre el potencial que tienen los
niños discapacitados y la necesidad de que la sociedad los apoye para
desarrollar sus habilidades. Utilizando la conocida señal de una persona en
silla de ruedas, la agencia aprovechó las señales puestas en avenidas,
estacionamientos y transporte público para mostrar una idea diferente sobre la
gente con necesidades especiales. Se colocaron calcomanías representando
diferentes profesiones u oficios, para mostrar que las personas discapacitadas
también son capaces de desarrollar su talento, siempre que reciban la
capacitación y educación adecuadas. Durante la campaña se utilizó el slogan
“Vemos potencial, no discapacidad”.
En Estados Unidos, durante un lapso de cinco años,
la National Easter Seal Society, organización que apoya a los minusválidos para
ser independientes, generó campañas multimedia (radio, TV y medios impresos y
carteles) bajo el lema: “Amigos que nos preocupamos”, que sensibilizaba sobre
los efectos en la autoestima de ponerles apodos y de estigmatizarlos.
Estoy seguro de que muchas empresas y agencias de
relaciones públicas estarán dispuestas a, en aras de ser identificadas por su
responsabilidad social práctica, poner en acción alguna campaña nacional de
largo plazo que contribuya a crear conciencia sobre el respeto a las personas
discapacitadas.
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