A dos años de asumir como Jefe de la Iglesia Católica, el Papa Francisco
ha roto paradigmas en muchos sentidos, incluyendo el de la relación con los
medios de comunicación. En palabras del sacerdote jesuita Antonio Spadaro,
director de “La Civiltà Cattolica”, la revista de la Compañía de Jesús, “Francisco
está creando un nuevo equilibrio”, refiriéndose a que brinda entrevistas tanto
a grandes medios como a periódicos locales o grupos de jóvenes: “mezcla los
géneros y se mueve, más que por estrategias, por la sensibilidad del momento
buscando una comunicación lo más real posible.”
Padre Antonio Spadaro |
De acuerdo con Spadaro, ahora los periodistas viven el continuo desafío
de repensar el modo en el cual refieren los temas del Papa y lo que él expresa.
“Como aquello que él dice es muy cercano al lenguaje de la gente y llega
inmediatamente a destino, no tiene necesidad de ser interpretado, por lo que, a
veces, la mediación periodística se vuelve estorbosa”, comenta.
Este cambio de paradigma ha llevado al Papa, inclusive, a señalar a los
medios de comunicación los
pecados que deben evitar: la desinformación, la calumnia y la difamación: “La
desinformación, en especial, impulsa a decir la mitad de las cosas, y esto
conduce a no elaborar un juicio preciso sobre la realidad... De estos tres
pecados, la calumnia parece ser el más insidioso, pero en la comunicación, el
más insidioso es la desinformación, porque te lleva a fallar, al error; te
conduce a creer sólo una parte de la verdad”, explicó el Pontífice.
SEGÚN EL PAPA, ES LA RELACIÓN
La relación de la Iglesia católica con los medios de comunicación tiene
una larga historia y ha pasado por diferentes etapas, según el perfil del Papa
en funciones:
En el Siglo XVI había confrontaciones entre la Iglesia y los medios de
comunicación. El Papa Pío VI (1775 – 1799) calificaba a la libertad de prensa como
“derecho monstruoso”; Gregorio XVI (1831 - 1846), a través de una encíclica, atribuyó
a la libertad de prensa una cada vez mayor indiferencia de las personas hacia
la fe, y Pio IX (1846 – 1878) reafirmó el estilo de denuncia de la Iglesia
contra el pensamiento modernista y acusó al periodismo como causante de la
ruina moral y espiritual de las almas.
Con León XIII (1878-1903) la Iglesia empezó a valorar el concepto de “libertad
de expresión” e incluso llegó a preguntarse por qué no poner en práctica la
libertad de prensa para difundir la fe. Años más tarde volvió a tocar el tema a
través de una encíclica
en donde, al mencionar la libertad de prensa expresa que “Existe el derecho de
propagar en la sociedad, con libertad y prudencia, todo lo verdadero y todo lo
virtuoso para que pueda participar de las ventajas de la verdad y del bien el
mayor número posible de ciudadanos.”
Pio XI (1922-1939), quien declaró a san Francisco de Sales como patrón de
los periodistas católicos, fue el primer Papa que transmitió un mensaje al
mundo a través de Radio Vaticana e inició una etapa de
reflexión sobre los
medios de comunicación con la encíclica Vigilanti
Cura referida a la importancia, poder, popularidad e impacto del cine. Su
sucesor Pio XII (1939 – 1958), quien declaró a santa Clara de Asís patrona de
la televisión, dio continuidad al tema extendiendo sus consideraciones a la
radio y la televisión con puntos muy específicos sobre la libertad de difusión
y los errores que derivan de una mala práctica.
Papa Pio XII |
Juan XXIII (1958 - 1963) confirmó los documentos de Pío XII con la Carta
Apostólica-Motu proprio Boni
Pastoris, del 22 de febrero de 1959, en tanto que Pablo VI (1963 – 1978)
firmó el Decreto Conciliar Inter
Mirifica, sobre los medios de comunicación social; al ser un documento
emanado de un Concilio se evidenció la actitud que la Iglesia adoptaba frente a
los medios de comunicación. Entre otras cosas este documento señala que
“…existe en la sociedad humana el derecho a la información sobre cuanto afecte
a los hombres individual o socialmente considerados y según las circunstancias
de cada cual. Sin embargo, el recto ejercicio de este derecho exige que, en
cuanto a su contenido, la comunicación sea siempre verdadera e íntegra,
salvadas la justicia y la caridad; además, en cuanto al modo, ha de ser honesta
y conveniente, es decir, debe respetar escrupulosamente las leyes morales, los
derechos legítimos y la dignidad del hombre, tanto en la búsqueda de la noticia
como en su divulgación…”
LOS PAPAS MEDIÁTICOS
Juan Pablo II (1978-2005) fue muy activo en todos sentidos, incluido el
mediático a través de una inusitada apertura a los medios. Incluso emitió una serie
de documentos sobre temas como: Pornografía y violencia en los medios de
comunicación,
colaboración interreligiosa en el campo de las comunicaciones, ética
y publicidad, ética y la Iglesia en internet, la religión en los medios de
comunicación, la nueva cultura informática, o el Evangelio en la era de la
comunicación global, y una instrucción sobre las comunicaciones sociales, entre
otros. Además, fundó el Centro Televisivo Vaticano, lanzó en 1995 la primera
web católica en el mundo y en 2001 fue el primer Papa en enviar un correo
electrónico.
Papa Juan Pablo II |
Benedicto XVI (2005 – 2013) enfatizó la migración a las redes sociales:
abrió un canal institucional en
YouTube, lanzó el blog oficial del Vatican
Infomation Service, generó la versión digital del periódico del Vaticano
L´Osservatore Romano; puso en línea el portal de noticias del Vaticano y fue el
primer Papa que puso su perfil en Twitter.
Papa Benedicto XVI |
Francisco, desde el inicio de su pontificado, por su estilo diferente y
espontáneo y su mensaje de cambio y deseo de abrir la Curia al mundo, se volvió
un fenómeno mediático. Expertos vaticanos dicen que el Papa aprendió el
«lenguaje periodístico pastoral». Habla con textos, pero también con imágenes y
con sus actos como fue su primera aparición pública en que pidió él la
bendición del pueblo antes que él dar la suya.
Por su estilo y testimonio, en poco tiempo superó a
Juan Pablo II que,
hasta ese momento, había sido el atractivo de los medios. Según datos
publicados por el diario El País, a sólo seis meses de asumir la jefatura de la
Iglesia Católica, Francisco presentó niveles de popularidad superiores a los de
Juan Pablo II, recibiendo un 82% de aprobación en Francia y en Italia, un 79%
en los estados Unidos y hasta en Rusia recibió el apoyo ciudadano del 71% de la
población.
Es un Papa que está abierto a hablar inclusive
de los temas “tabú” y no se cierra a los medios. Su estilo no es el ser una
figura mediática por mera pose publicitaria, sino ser auténtico y estar
consciente de la necesaria cercanía a los medios de comunicación,
independientemente de sus criterios editoriales o importancia, reconociendo en
ellos al canal a través del cual se hacen llegar ideas, posturas y convicciones
a la sociedad, creyente o no, actitud que muchos empresarios y gobernantes
podrían considerar para sí.
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