Antes de aprender a leer
y escribir, los niños tienen contacto con la comunicación escrita gracias a la imprescindible
carta anual a Santa Claus y a los Reyes Magos. Durante años y muchas veces a
través de la letra de sus padres, miles de niños han puesto sus sueños, deseos,
promesas y balance personal en cartas dirigidas a Santa, colocadas en el árbol
de Navidad o enviadas al correo con destino al Polo Norte.
Encabezadas por un
“Querido Santa”, hay cartas que lo mismo piden juguetes que comprensión, que
terminen los conflictos familiares, la salud para los más allegados, que los
hermanos dejen de molestar, etcétera. No falta el “este año me he portado muy
bien” o la promesa de que “el próximo año me portaré mejor”. Seguramente
también ha habido cartas de reclamo (“nunca me traes lo que te pido”, “el año
pasado te faltó…”, etcétera).
Estoy seguro de que todos
en nuestra infancia escribimos una carta a Santa y que una gran mayoría ha
redactado las de sus hijos pequeños. Pero ¿a quién se le ocurrió la idea de
enviar una carta a Santa (San Nicolás o Papá Noel, según el país)? ¿Cómo empezó
esta costumbre?
Conviene recordar quién
realmente fue San Nicolás: Conocido como San Nicolás de Myra (en Oriente, por su lugar de fallecimiento) o San Nicolás de Bari (en Occidente, por el
lugar donde fueron trasladados sus restos) fue un obispo que vivió en el siglo IV. Por haber sido
tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y
como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a
llamar Santa
Claus.
Se cuenta que, siendo aún
joven, se compadeció de un hombre que tenía tres hijas y había caído en la más
absoluta miseria. Para apoyarlo, Nicolás, que había heredado una fortuna, dejó
caer por la chimenea unas monedas de oro que coincidentemente cayeron en unas
medias de lana que las jóvenes habían dejado secando; de ahí, se dice, la
tradición de colgar las medias tejidas que sirven para recibir regalos en
Navidad.
La Fiesta de San Nicolás, dirigida principalmente hacia
los niños, es una tradición que se celebra el 6 de diciembre y anuncia la
llegada de la Navidad. Se celebra especialmente en gran parte de los países
europeos y, aunque las tradiciones
difieren según la región, una característica común de estas celebraciones es la
distribución de regalos y dulces a los niños, que a veces sustituye o se
comparte con la de Santa Claus.
Por ejemplo, la costumbre de dar regalos en Polonia se
puede encontrar en textos del siglo XVIII; los niños recibían manzanas, nueces
doradas, pan de jengibre y cruces de madera. En la noche del 5 al 6 de
diciembre se dejan los regalos debajo de la almohada, en el closet, en una
alacena o se colocan dentro de un calcetín grande.
CÓMO EMPEZÓ LA TRADICIÓN
Aunque el verdadero
origen del envío de cartas a Santa es un tanto místico, después de muchos
estudios e investigación por parte de expertos, hay poca información sobre cómo
empezó esta tradición. Lo más antiguo que se ha encontrado es la referencia de
una carta escrita a principios del Siglo XIII por una niña, dirigida al
verdadero San Nicolás en la que se lee: “San Nicolás, patrón de los niños
buenos. Me arrodillo ante ti para que intercedas. Escucha mi voz a través de
las nubes y esta noche dame algunos juguetes. Más que nada, quiero una casa de
muñecas con flores y pajaritos.”
Hay quien dice, entre los
expertos, que la tradición empezó realmente hacia fines del Siglo XIX, pero en
octubre de 2014 se encontró una carta a Santa de principios del Siglo XX (1922).
La carta se encontró por casualidad: Andy Beddoes, el conserje del
Haberdashers' Monmouth School, colegio para niñas en Gales, Reino Unido,
limpiaba una de las
chimeneas de la escuela cuando en un viejo nido encontró el papel y decidió no
tirarlo, ya que aún se podían leer algunas palabras, en concreto, el principio
de la carta: "Querido Papá Noel".
La carta, muy dañada por
el efecto del humo, fue restaurada y ahora se sabe que su autora se llamaba
Haly y que fue escrita en 1922 o muy poco después. Una de las claves para
conocer el año de la autoría es que la tal Haly pide una novela titulada “Tell
England” (basada en la Guerra de los Dardanelos) que fue publicada ese año.
Además, la niña, que se
estima que tenía entre 10 y 11 años porque la zona donde se encontró acogía a
niñas de estas edades, pedía también un vestido. El Haberdashers' Monmouth
School data de 1892 y según el Daily Mail, sus alumnas están buscando en otras
chimeneas del colegio cartas similares.
Oficinas corporativas de Santa en Finlandia |
En algunos países hay
“oficinas de Santa” en donde cada año se reciben miles de cartas. Las principales
(digamos, la casa matriz) se encuentra en Laponia, Finlandia, en el Círculo
Polar Ártico, misma que recientemente se salvó de una quiebra por adeudos
fiscales. Pero prácticamente en cada país hay una oficina representativa que se
encarga de atender las cartas de la localidad respectiva.
Por ejemplo, durante más
de cien años, millones de cartas han llegado dirigidas a Santa, en sus oficinas
en Indiana, en los Estados Unidos, procedentes de todos los rincones del
planeta. Entre esas cartas, un niño le explica a Santa que ya no le ha pegado a
sus hermanos las últimas 1,350 veces en que se han peleado en el año; otro,
solicita de manera muy respetuosa que le deje dos millones de dólares en
efectivo; otro más tiene la esperanza de que le deje una máquina del tiempo
para tener una mejor vida y no ha faltado quien inclusive amenaza con hacer
daño a los renos si no recibe lo que quiere.
Así pues, no es claro el
inicio de esta tradición, pero mientras continúe, niños y niñas de todas las
edades y de muchos países, seguirán escribiendo puntualmente al finalizar el
año, la carta en la que expondrán lo bien que se han portado, las cosas buenas
que han hecho y haciendo lo posible por justificar por qué merecen los regalos
que piden.
De cómo le hace Santa
para distribuir tantos millones de regalos en una sola noche, es tema de Física
Cuántica que, para quien le interese, puede consultar la siguiente liga: http://www.t13.cl/noticia/tendencias/navidad/como-podria-santa-claus-entregar-todos-regalos-navidad
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