Entre el cúmulo de información que diariamente ofrecen los medios
electrónicos, hay un tema que quizá sólo interesa a unos cuantos ya sea por
cuestiones de trabajo, de viaje, o por cuidado de la salud: la información
meteorológica o pronóstico del clima.
Este tipo de información es útil por ejemplo, para quien va a viajar
dentro o fuera del país; proporciona datos que permiten definir el tipo de ropa
a usar para enfrentar un cierto tipo de clima (calor, lluvia, frío, vientos),
por cuestiones de seguridad en ciertas regiones del país (pronóstico de
huracanes), en función al cuidado de cultivos agrícolas, etcétera. Fuero de
eso, es poco el interés en este tipo de información, sin embargo, todos los noticiarios televisivos
mantienen las noticias del clima.
Hasta hace algunos años la información meteorológica la proporcionaban
expertos del Servicio Meteorológico Nacional, originalmente denominado
Observatorio Meteorológico y Astronómico de México; individuos preparados
básicamente en temas de meteorología, hidrología con alguna profesión derivada
la ingeniería. Ya fuera a través de un boletín o de un enlace telefónico, estos
especialistas proporcionaban a las diferentes audiencias la información básica
necesaria sobre las condiciones meteorológicas esperadas para cada día.
En la actualidad son contados los espacios electrónicos en los que el
pronóstico del clima es proporcionado por un especialista, excepto por
situaciones especiales; la mayoría han sido relevados por jóvenes mujeres que
se esmeran más por lucir sus atributos físicos que por mostrar los mapas
meteorológicos que aparecen en su croma verde.
En Estados Unidos quien quiera dedicarse al pronóstico meteorológico debe
acreditar un grado académico o al menos haber participado en cursos de
meteorología o de ciencias de la atmósfera o de alguna ciencia relacionada, a
algunos inclusive se les pide el título de Certified
Broadcast Meteorologist (CBM)
expedido por la
Sociedad Meteorológico Americana (AMS por sus siglas en inglés);
sólo entonces puede ser identificado como el meteorólogo de la estación o canal
de televisión respectivo, de otra forma sólo puede identificarse como el hombre
o la persona del clima.
En un reportaje publicado en enero de 2016 en el portal
del diario Vanguardia de Coahuila, tomado del diario El País, de España,
Abimael Salas, jefe de meteorología de Multimedios y Milenio Televisión explica
que “a alguien se le ocurrió un día que era buena idea sacar a una chica para
presentar el tiempo y dio inicio a una tendencia que ya nadie puede parar”.
La realidad es que el antecedente más remoto de este fenómeno se ubica
en las décadas de 1950 y 1970, en que la televisoras implementaron todo tipo de
payasadas para ganar audiencia ante los apuros económicos por los que
atravesaba el país; ello incluía lo mismo títeres, que disfraces e incluso la
contratación de mujeres atractivas para llamar la atención.
Según Robert Henson, periodista especializado en temas de meteorología
y miembro del National Center for
Atmospheric Research (NCAR), la primera mujer contratada como chica del
clima fue Carol Reed, en 1952, la cual “No tenía más calificaciones que un
carácter alegre y habilidades para la comunicación”; eso era más que suficiente
para robarse a los televidentes de los canales competidores. Aunque otros canales siguieron esta tendencia, estas
damas del clima no tenían grandes estudios o experiencia, pero fueron
abiertamente “sexualizadas” para atraer aún más audiencia, lo que originó el
término “Chicas del clima” con el que todavía son identificadas, aunque con
ello se ha trivializado el pronóstico del tiempo.
Raquel Tejada (Welch) cuando informaba del clima |
El mismo Henson comenta que Varias "personalidades de la
televisión" tomaron el trabajo de meteorología televisiva para alcanzar el
estrellato, incluido el "símbolo sexual" Raquel Tejada (más tarde
conocida como Raquel Welch), quien tenía el título de "Sun-Up Weather Girl".
Seguramente casi ninguna de estas chicas sería capaz de trabajar en
equipo con meteorólogos profesionales para realizar una cobertura completa del
pronóstico del tiempo; interpretar adecuadamente datos tecnológicos relacionados
con el pronóstico del tiempo; mantener actualizada una red social con noticias
y eventos meteorológicos; desarrollar en vivo gráficas que permitan una clara y
comprensible explicación de un fenómeno meteorológico; hacer presentaciones
públicas sobre el pronóstico del tiempo, o decidir la mejor manera de explicar
la historia meteorológica del día.
A fin de cuentas, las televisoras recurren a todas herramientas
posibles para ganar audiencia y generar ventas, aun a costa de explotar las
ansias de notoriedad y de ocupar lugares destacados desde donde proyectarse a
otras esferas de muchas jóvenes atractivas por su físico y su forma de vestir
ante las cámaras. No importa si para ello tienen que hacer movimientos que
resalten sus atractivos; lo importante es retener la mirada de los televidentes
en ellas antes que en los mapas meteorológicos.
Más allá de un pronóstico que puede o no ser acertado, el énfasis es
la apariencia y el estilo de estas chicas, contrastante con sus habilidades y
conocimientos meteorológicos. Como dice Mauro Morales, Coordinador de Meteorología
de Televisa en Monterrey, “Hay que estar conscientes de que es una televisora
comercial. Nos debemos a nuestro público y también a nuestros anunciantes.
Obviamente, si el patrocinador tiene al frente a una mujer guapa el impacto de
su producto va a ser mayor. Y eso significa un gran beneficio para todos”.
La realidad es que en México, son pocos a quienes les interesa el
pronóstico del tiempo, pero son muchos quienes cada vez que pueden buscan la
sección correspondiente en diferentes canales televisivos para ver a quienes
les va a hablar del clima, aunque no tengan gran idea de lo que es la meteorología.
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