Dentro de todo lo que se ha publicado y dicho sobre la
situación de Pemex figura la adquisición por parte de la petrolera de una
empresa privada a un sobreprecio, además de ser insolvente y tener una deuda
millonaria.
Dicha empresa es Fertinal, cuyo nombre original era
Fertimex, empresa paraestatal que en la década de los noventa se vendió a la
iniciativa privada y cambió su razón social a Grupo Empresarial del Bajío,
posteriormente por
conflictos entre los inversionistas se denominó
Agroindustrias del Bajío y finalmente, ya como Fertinal, terminó en manos del
empresario Fabio Massimo Covarrubias Piffer. Debido a los problemas financieros
que tenía la rescató el IPAB en 1998.
Una esperanza de solución a los problemas financieros
de la empresa surgió cuando en septiembre de 2001 el Huracán Juliette inundó
las instalaciones de la empresa en en San Juan de la Costa, cerca de La Paz,
Baja California Sur. Covarrubias solicitó la indemnización de su seguro por 300
millones de dólares aun cuando el ajustador designado por él mismo de inicio estimó
la indemnización en 13 millones de dólares. Ello desató una guerra mediática y
legal que pasó de los tribunales civiles a los penales.
Algunos antecedentes:
·
En 2001 Fertinal
la integraban 3 subsidiarias ROFOMEX (en La Paz, BCS), productora de roca fosfórica,
la materia prima para fertilizantes fosfatados producidos por ABSA (en Lázaro
Cárdenas, Michoacán), mismos que eran
comercializados por FINAGRO.
·
Fertinal tenía adeudos importantes con Bank of America ($70 mdd), Nissho Iwai Corporation, Bancomext ($50
mdd) y Pemex, con el gobierno federal por alrededor de $125 mdd, Fianzas
Monterrey, Afianzadora Insurgentes, Tubos y Barras Huecas, Bufete Industria, el
IMSS y sus propios trabajadores.
·
La póliza de seguro de primer riesgo era por
$300 mdd, para cubrir TODO Grupo Fertinal ($275 mdd por daños directos y $25
mdd anualizados por pérdidas consecuenciales (las derivadas de pérdidas de
utilidades, gastos fijos y salarios).
·
Luego de la inundación de sus instalaciones en
La Paz, el 2 de octubre de 2001Fertinal designó a Almaráz Ajustadores,
designación que ING-Comercial América aceptó. En su reporte preliminar de daños
el 8 de octubre de 2001 el ajustador recomendó establecer una reserva por $22.5
mdd.
·
El 26 de octubre, ING-CA informó a Fertinal la
imposibilidad de dar anticipos debido a los endosos a favor de los acreedores
que la póliza incluía.
·
En noviembre, Fertinal se levantó de la mesa
de negociaciones, detuvo el proceso de ajuste e inició la guerra legal y
mediática.
La historia
Primero
acusó de fraude a varios ejecutivos de ING: dos fueron detenidos pero liberados
meses después. Luego cambió el domicilio fiscal de ABSA al estado de Morelos
para iniciar un nuevo juicio por el que
el juez José Bernabé García giró órdenes de aprensión en contra de 21 personas
entre las que se contaban varios ejecutivos de ING y el ajustador.
En apoyo a
la estrategia legal Covarrubias ejecutó un road
show mediático para desprestigiar a la aseguradora con argumentos como que ING
no había entregado la póliza al momento del siniestro; que trató de modificar
los términos de la misma después del desastre; que los endosos de los
acreedores eran falsos; que la aseguradora buscaba prolongar el juicio
mercantil en espera de la quiebra de Fertinal (por lo que se fue a juicio
penal) y que ING manejaba una redacción de póliza con el asegurado y otra distinta
con el reasegurador.
En
respuesta, la aseguradora contrató a una agencia de relaciones públicas para
diseñar una estrategia de comunicación que permitiera, al menos, dar a conocer
sus argumentos y documentos del caso a medios de comunicación y, en especial a
columnistas de negocios y finanzas.
Así, la
aseguradora presentó a los medios, por ejemplo, un documento firmado y sellado el 27 de enero
del 2001 en que Fertinal recibe su póliza, la cual empezó a ser efectiva cuando
reclamó seis siniestros previos al del huracán Juliette".
También
exhibió un documento del Juez 54 de lo civil en el que informaba a ING que
había embargado hasta 107 millones de dólares de los pagos que pudieran
hacérsele a Fertinal por los daños del huracán “Juliette” y le pidió a la
aseguradora que "se abstenga de hacer pago alguno a las codemandadas...
apercibido de que en caso de no hacerlo será acreedor a doble pago" y
sobre los reaseguros se documentó la existencia del 98 por ciento de los mismos
por lo que no habría necesidad de entrar a una conspiración fraudulenta para
evitar el pago de un reclamo.
A un año
del siniestro, Fertinal reclamó ante la Condusef el pago del total de
las coberturas más intereses moratorios ($360,980,000 mdd), pero en una
audiencia conciliatoria en la propia Condusef el 20 de marzo de 2002, Fertinal
presentó daños físicos por $46.9 mdd aunque afirmaba que en realidad era casi
$85 mdd. Derivado de ello el organismo conciliador ordenó a ING establecer una
reserva por $29.9 mdd—media entre la cantidad reclamada por Fertinal y lo
ofrecido por ING. La aseguradora hizo la reserva pero Fertinal se inconformó y
en mayo interpuso una segunda queja en Condusef, con los mismos argumentos y
demandas, que no fue aceptada.
Tras el prolongado
litigio legal y mediático a mediados de 2007 ING tuvo que pagar una
indemnización de 93.8 millones de dólares a favor de Fertinal. A fines de ese
mismo año, ING anunció su posible salida del mercado mexicano porque “no hay Estado de derecho” y “no entiende
lo que pasa en el país”, según dijeron ejecutivos de la empresa holandesa
citados por el diario Excélsior.
Finalmente el 11 de abril de 2013, después de un paulatino desmantelamiento del grupo
en México, donde primeramente vendió su negocio de seguros a la empresa
francesa AXA y después su afore a la colombiana Sura, el grupo financiero
solicitó al regulador la revocación de la autorización de sus últimos negocios
en México, el banco y la casa de Bolsa.
Este apretado
resumen recuerda la historia de esta empresa que vuelve a estar en el ojo del
huracán.
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