Tal es el caso de las erupciones volcánicas, como sucedió recientemente con el incremento de actividad del volcán Popocatépetl, incidiendo en numerosas comunidades de los estados de Puebla, Morelos, México y en el propio Distrito Federal. En otras ocasiones ha sido el volcán de Colima y años atrás el Chichonal, cuyas emanaciones de ceniza prácticamente le dieron la vuelta al planeta.
Aún cuando las afectaciones no han cobrado vidas, tanto periodistas activos como responsables de los procesos de comunicación en las instituciones públicas y privadas, especialmente aquellas directamente relacionadas con la sanidad, seguridad y protección civil, tenemos que estar preparados para hacer frente al cúmulo de información previo durante y posterior al evento.
Laura Gurza, Coordinadora General de Protección Civil de SEGOB, explica a “1Noticias” sobre las fumarolas del Popocatépetl.
Ante ello, fraseo algunos conceptos publicados por la Organización Mundial de la Salud en el documento denominado “Guía de preparativos de salud frente a erupciones volcánicas”, particularmente en su módulo 5: “La Comunicación frente a las Erupciones Volcánicas” (Quito, Ecuador. 2005).
- Los medios requieren información constante durante la situación de crisis y aunque tienen la responsabilidad social de informar con calidad; en su afán por la noticia, pueden tergiversar la información. Si las autoridades responsables proporcionan información veraz, clara, concisa y oportuna a los medios, están asegurando la difusión de sus mensajes; de lo contrario los medios buscarán otras fuentes de información.
- Los medios suelen tener una agenda apretada. Los reporteros deben recopilar y preparar información en horarios muy limitados, esto implica que las instituciones involucradas en la emergencia respeten y cumplan con las horas y fechas acordadas para entrevistas, ruedas de prensa y otras reuniones. Ante la emergencia, las presentaciones deben ser breves y los materiales impresos o digitales deberán enfocarse sobre los temas que requieran información más amplia y precisa.
- Los boletines de prensa e informes deben contener datos actuales. El material debe ser novedoso y útil para quienes lo recibirán. Las instituciones sólo deben entregar información que pueda sustentarse o verificarse y nunca recurrir al sensacionalismo.
- Los medios de comunicación necesitan cautivar a sus audiencias con elementos de interés. Cuando la actividad volcánica es mínima o nula, invite a personajes reconocidos para que asistan a las actividades programadas sobre gestión del riesgo (como simulaciones, seminarios, conferencias, demostraciones, etc.).
- Reduzca las probabilidades de rumor y desinformación. Para ello es importante preparar un paquete para la prensa con la ayuda de los científicos, con información sobre la historia del volcán, su actividad y forma de erupción, planes de contingencia, principales riesgos para la salud y medidas pertinentes en caso de erupciones volcánicas.
- Sólo algunos miembros de los medios de comunicación están capacitados en el tema de los desastres y su conocimiento suele ser superficial. Aproveche los períodos de calma para preparar anticipadamente un conjunto de mensajes que serán difundidos en el momento oportuno; por ejemplo: recomendaciones para el cuidado de la salud después de una erupción volcánica. Este material estará listo para entregar a los medios de comunicación y a las comunidades, organizaciones, entidades, etc. en cualquier momento y así reducirá la probabilidad de que se difundan informaciones apresuradas, imprecisas o mal enfocadas.
- Mantener buenas relaciones con los medios de comunicación es muy importante durante la crisis. Ello genera una actitud receptiva frente a los mensajes y disminuye el riego de una mala interpretación. Los conflictos de interés no deben crear barreras entre las instituciones y los medios de comunicación pues podrían obstruir una comunicación efectiva e incrementar el riesgo público.
- Prepare boletines de prensa
- Evite un lenguaje especializado.
- Respete los condicionamientos de tiempo de los reporteros.
- Informe la situación con franqueza. Reconozca cuando la información es incierta o no está disponible. Nunca guarde información en nombre del “interés público”; la experiencia demuestra que la información relevante casi siempre se filtra y genera dificultades con la prensa y esta política no responde al interés público.
- No entregue información selectiva.
- Transmita en forma reiterada los mensajes considerados importantes para la comunidad.
- Designe a expertos para responder preguntas técnicas específicas.
- Explique la relevancia de los mensajes en su contexto.
- Responda a los requerimientos de los medios.
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