A mediados de este mes estuve de trabajo en Buenos Aires, Argentina, y me
llamó la atención ver en los postes de varias calles un cartel con la foto de
la Presidenta Cristina Fernández y de Julián Domínguez, con la consigna: “El
futuro del Proyecto Nacional vs. Fondos Buitres”.
La curiosidad me llevó a investigar: Julián Domínguez es el Presidente de
la Cámara de Diputados de Argentina y los carteles fueron colocados por el “Movimiento
San Martín”, que él preside, para apoyar las gestiones del Gobierno ante los
fondos de inversión que reclaman el pago de la deuda de dicho país, en los días
en que se debatía en el Congreso Nacional el proyecto de ley para la
reestructuración de la deuda y el pago soberano.
El tema de los fondos buitres no es nuevo en el mundo ni para algunos
gobiernos ni para algunas empresas. Su desempeño les ha llevado a ocupar
espacios en diversos medios informativos en el mundo debido a sus agresivas
estrategias de litigio para lograr ganancias millonarias.
El
surgimiento de estos “buitres” se dio cuando el
fondo de inversión Elliott Associates L.P compró en 17 millones de dólares la
deuda soberana de Panamá que importaba poco más de 28 millones de dólares. Cuando
en 1995 el gobierno panameño solicitó la reestructura de su deuda, la mayoría
de los tenedores de bonos estuvieron de acuerdo excepto Elliott, que inició una
demanda en contra de Panamá en una corte del distrito de Nueva York,
solicitando el pago de los 28 millones originales, más intereses y gastos
legales. El caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de Nueva York que le
dio la razón a Elliott y Panamá tuvo que pagar poco más de 57 millones de
dólares.
Lo que hizo este fondo de inversión fue romper las leyes y costumbres
internacionales al demandar a una nación ante una corte del Distrito de Nueva
York; hasta entonces estos tribunales sólo procesaban casos de cuestiones
internas de un Estado-Nación. El otro factor fue que, contra la costumbre
internacional, el juez le dio entrada a la demanda. No obstante, ni periodistas
ni investigadores, prestaron mucha atención al hecho, sino hasta que se
multiplicaron este tipo de acciones. Tras la victoria sobre panamá surgieron
otros fondos que empezaron a seguir la misma estrategia de comprar deuda barata
de países y corporativos en situación difícil, para demandar, solos o en grupo,
el pago total.
Gracias a este caso, Elliott, fundado en 1977 por Paul Singer, se
transformó en un pionero en el mundo de las finanzas internacionales que, por
su forma de actuar, lo identificó como “fondo Buitre”, asemejándolo a las aves
de rapiña que se alimentan de animales muertos o a punto de morir. Este sistema
lo ha repetido en muchas ocasiones, la mayoría de las veces de forma exitosa.
Sólo en 1998 demandó el pago de deuda a los gobiernos de Ecuador, Costa de
Marfil, Polonia, El Congo, Vietnam y otras naciones. Nada más de las demandas
en contra de Ecuador y Vietnam obtuvo una ganancia de 100 millones de dólares. Es
el mismo fondo que está presionando al gobierno argentino para cobrar el total
de su deuda, más intereses y gastos legales.
QUE HAN HECHO
ESTOS FONDOS
Algunos ejemplos de lo que los medios han informado o comentado sobre la
acción de estos fondos ante gobiernos o empresas en crisis son los siguientes:
- El diario El País, de España, publicó en julio de 2012: “Han llegado otros “hombres de negro” a España. Se les ha visto bebiendo café bajo el brillante lucernario del hotel Palace de Madrid. Allí, en el aeropuerto, buscaban en las pantallas digitales las puertas de embarque que les devolvían a Nueva York, Hong Kong o Londres. Se iban fugaces tras pasar varias horas en algunos de los principales despachos de la City madrileña. Pero ¿quiénes son? Estos hombres (trabajan pocas mujeres en este negocio) representan a algunos de los fondos distressed —también llamados “oportunistas” o “buitre”. ¿Y qué avizoran en nuestro país? Sobre todo, activos empresariales e inmobiliarios a precio de saldo en los estresados balances de los bancos y cajas de ahorros.”
- Con referencia a la situación en Grecia, El New York Times comentó el 15 de mayo de 2012: “Lo que es noticia es a dónde fue a quedar la mayor parte de ese dinero: Casi el 90 por ciento fue entregado a las arcas de Dart Management, un discreto fondo de inversión con sede en las Islas Caimán, según personas con conocimiento directo de la transacción. Dart es uno de los más conocidos de los llamados fondos buitres, que tienen un historial de compra de bonos de los países en dificultades -casi en bancarrota - y si no se les paga, demandan a los gobiernos. Dart y otro gran fondo buitre, Elliott Associates, perfeccionaron esa estrategia durante las diversas crisis de la deuda de América Latina en los últimos años.”
- Sobre el mismo tema, la revista Proceso publicó en marzo de este año: “Mientras los ciudadanos griegos y chipriotas sufren aún los dramáticos efectos de la crisis económica y financiera en que se hundieron sus países, fondos de inversión y firmas de abogados sin escrúpulos han logrado sacar beneficios. La actuación en esos países europeos con los “fondos buitres” son un claro ejemplo de cómo los inversionistas tratan de que las pérdidas sean socializadas y que los beneficios permanezcan en manos privadas.”
- Respecto a la situación económica en Ucrania, el Telegraph de Londres escribió en marzo de este año: “No habrá deducciones para los acreedores a diferencia de lo que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional hicieron en Grecia y Chipre. Esto equivale a un rescate para los bancos estatales de Rusia y los fondos occidentales acusados de apuntalar el régimen anterior y para los fondos buitre que compraron deuda ucraniana barata para obtener una ganancia rápida.”
Dadas las ventajas que estas estrategias les han significado, los “fondos
buitre” vieron una oportunidad de crecimiento en empresas en situación
financiera difícil, especialmente las más afectadas por la crisis de 2008,
aunque no siempre han ganado ni a gobiernos ni a empresas, o al menos no en la
proporción que esperaban.
En 2001 Elliott Associates demandó al gobierno peruano para obtener un
beneficio de 47 millones de dólares de la deuda adquirida por sólo $ 11 millones.
Una corte federal en Nueva York dictó sentencia en contra de Elliott al
encontrar que dicho fondo de inversión había comprado deuda “con el propósito de demandar y rechazar cada
oportunidad que tuviera de participar en la reestructuración de Perú”.
En enero de 2011 una corte de Nueva York desestimó las 39 demandas que Elliott
y Black Diamond interpusieron en contra de la automotriz Porsche con el fin de
impedir su fusión con Volkswagen. Dichos
fondos alegaban ser víctimas cuando Porsche compró discretamente una
participación de acciones de VW, lo que consideraron un ataque sorpresa.
Finalmente, una muestra del pensamiento de quienes presiden este tipo de
fondos. El multimillonario Donald Trump, director ejecutivo de Trump
Organization, una compañía inmobiliaria, y fundador de Trump Entertainment
Resort, dedicada a operar casinos expresó, refiriéndose a la crisis en España: “España está enferma y toca aprovecharse.”
Hoy, empresas y gobiernos saben lo que significa hacer frente a las
agresivas estrategias que emplean estos
fondos de inversión para ganar dinero sin importarles la sobrevivencia de
países y corporativos.
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