A pesar de las precauciones y de las campañas para evitar la mezcla
alcohol-conducción, en épocas navideñas los accidentes automovilísticos se
incrementan a causa de la mezcla cansancio-alcohol-depresión, y aunque la
mayoría ocurre durante el día, los accidentes más graves se dan durante la
noche y la madrugada.
Una nota publicada en
el Universal refiere que “Durante 2012, de acuerdo con cifras de la
Secretaría de Salud, fallecieron 17 mil 102 personas por accidentes de
tránsito, de las cuales 30% ocurrieron durante la época decembrina.”
De acuerdo con lo anterior, las posibilidades de sufrir o ser víctima de
un accidente de tránsito en estos días decembrinos, con mayores o menores
consecuencias, involucran a todo aquél que circule por las calles de la ciudad incluyendo
a Santa Claus o sus similares Papá Noel o San Nicolás.
El año pasado los medios de varios países reportaron un
aparatoso
accidente vial del trineo de Santa en Varsovia, cuando el caballo que tiraba de
él se espantó por el claxon de un automóvil y salió corriendo provocando el
accidente. Quizá este evento se hubiera podido evitar de no ser porque el Santa
Claus, de 51 años de edad, y su ayudante, una joven de 31, estaban
alcoholizados.
La pareja era la principal atracción del mercado navideño de Ustrzykach
Dolnych, en Polonia, en donde decenas de familias que realizaban compras por la
temporada decembrina fueron testigos del choque de Santa, quien quedó con
contusión cerebral. Los testigos lamentaron el incidente, pero no por las
lesiones físicas de Santa y su ayudante, sino por los daños emocionales que
provocaron en muchos de los niños que se dieron cuenta del accidente y del
patético estado de ebriedad en que se encontraban los protagonistas.
En 2012, Santa fue víctima de otro accidente, esta vez en Ciudad Mante,
Tamaulipas. Durante un rato Santa cambió su trineo por un modesto Tsuru con
placas del Estado de
Querétaro para circular por céntricas calles de la ciudad.
Al llegar a un importante cruce no respetó la señal de alto y fue impactado por
otro vehículo que llevaba preferencia de paso. Como resultado, este Santa Claus
de nombre Enrique Calderón Baca, de 66 años, resultó fracturado. El accidente ocurrió
a las 6 de la tarde.
OTROS ACCIDENTES DE SANTA
Santa Claus no sólo ha sufrido accidentes
imputables a su forma de conducir(se). En otras ocasiones ha sido afectado por
terceros tanto en tierra como en aire:
- En 1967, en la ciudad de Evansville, en el Estado de Indiana, toda la emoción de la Navidad se vino abajo, al igual que el helicóptero que transportaba a Santa Claus hacia un centro comercial. El aparato pegó contra líneas de alta tensión provocando que algunos de los más de 1,000 asistentes pensaran que se trataba de juegos pirotécnicos para anunciar la llegada de Santa. La mayoría de los niños empezaron a llorar y sus padres los alejaron de la escena en tanto otras personas corrieron a tratar de ayudar. El Santa, que falleció al igual que el piloto, era William C. Bretz, quien durante muchos años había interpretado dicho papel. Otra consecuencia fue la falta de luz durante tres horas en la parte noroeste de la ciudad.
- El 11 de diciembre de 1996, los niños que esperaban a Santa Claus en Lautana, en Palm Beach, vieron cómo el helicóptero en que viajaba Santa se volcaba al aterrizar, atrapando en llamas al Santa Charles Dhooge, quien no podía quitarse el cinturón de seguridad que se trabó debajo de la almohada que usaba para simular el estómago, hasta que el piloto lo ayudó.
- El pasado 8 de diciembre, en la ciudad de Lima, un autobús de la empresa Orión (muy privilegiada por las autoridades municipales y continuamente responsable de atropellamientos y accidentes), arrolló intempestivamente el trineo de Santa. Según el portal electrónico El Panfleto (creado por estudiantes de la Universidad católica, caracterizado por la sátira y el humor negro), “…producto de la colisión, Rudolf y los demás renos han sido trasladados al camal más cercano para sacrificarlo.” Por su parte, el chofer identificado como Jorge N, de 28 años, cuenta con diferentes denuncias por atropellamiento y sólo declaró: “Si, pes, joven, pido perdón por haber atropellado a esos renos, pes. Pero también uno tiene que trabajar, pes. ¡PA’ QUE SE CRUZAN, PES! Se cruzaron pes, yo ya no pude frenar, pes. Igual voy a salir, joven. Tengo que trabajar.”
UN
BUEN EJEMPLO
Con motivo de la crisis global de 2008-2009, la agencia creativa española
Shackleton desarrolló una ingeniosa y práctica campaña para contribuir a
mantener intacta la magia
de esta época del año y apoyar a los padres y madres
a disminuir los gastos consecuentes. La campaña comunicaba: “un percance ha
obligado a Papá Noel a ponerse en contacto de manera urgente con todos los
niños del mundo para hacerles llegar un importante mensaje: "Mi reno guía,
Rudolf, se ha hecho daño en una pata. Por eso, necesito que me pidáis menos
regalos. Así el trineo pesará menos y podremos llevarlos todos para que ningún
niño se quede sin regalo".
La explicación a los
niños sobre el cómo el reno se lesionó fue sencilla: en los días previos a la
Navidad, Papá Noel se encontraba ensayando con sus renos prácticas de vuelo y
en una de ellas, tuvieron un accidente y Rudolf se lesionó una de sus patas. El
mensaje urgente que enviaba a los niños era que, por esta razón, el trineo tenía
que pesar menos de lo habitual.
EL OTRO LADO DE LA MONEDA
Contrario al original Santa Claus (el Obispo San Nicolás, Patrono de
Rusia, Grecia y Turquía, de quien se dice salvó a unas doncellas de la
prostitución haciendo pasar bolsas de dinero por la chimenea de sus casas) el
Santa Claus comercial que conocemos no siempre ha sido un buen ejemplo.
Nathan Grills , un científico australiano experto en Salud
Pública publicó
un artículo
en la Revista Médica Británica (BMJ, por sus siglas en inglés) en el que
expresa que “Con su prominente barriga y los cachetes y la nariz colorados,
Papá Noel está enviando el mensaje equivocado: promueve la obesidad e incluso
el alcohol al volante.”
En su investigación, auspiciada por la Universidad de Monashn en Melbourne,
Grills comenta que quizá el viejito simpático debería bajarse del trineo y
caminar, dejar a un lado los pastelitos y “bajarle”al brandy y la cerveza: “Papá
Noel es una de las figuras más conocidas a lo largo y ancho del globo, y es
hora de que empiece a cuidar su salud, porque hasta ahora es un malísimo
ejemplo.”
Aunque el autor señala que su artículo no debe
tomarse al pie de la letra, dice que es una buena cosa refrescar estos asuntos
de salud pública: “Las compañías lo han obligado a vender cigarrillos y
alcohol, y ahora -en Australia, al menos- lo tenemos también en publicidades de
comida chatarra. "¿Debemos dejar que Papá Noel venda comida chatarra? Son
preguntas de salud pública que deberíamos hacernos", remata.
Como sea, la época trae alegría y Santa (o como
quieran llamarle) sigue repartiendo obsequios por todo el mundo como cada año.
La ventaja es que ahora, con las modernas tecnologías es posible dar
seguimiento a su recorrido nocturno en http://www.noradsanta.org/, el sitio oficial
en donde ya está el reloj con la cuenta regresiva para iniciar el recorrido
desde el Polo Norte.
Mientras tanto ¡Feliz Navidad para todos!
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