A lo largo de varios sexenios gubernamentales los
diferentes Presidentes del país han tenido a su lado a jefes de prensa –hoy
comunicadores sociales- que se han encargado de cuidar la imagen de su jefe a
través de una relación continua con los medios de comunicación; algunos fueron
ellos mismos periodistas, otros se hicieron en el camino con base en el método
prueba-error.
Algunos permanecieron todo el periodo gubernamental,
otros fueron relevados después de cierto tiempo y por diferentes
circunstancias. Unos hicieron carrera política, otros siguieron ejerciendo el
cargo en otras instituciones, ingresaron a algún medio de comunicación, o se
dedicaron a otras actividades. Algunos son recordados gratamente, otros han
pasado al olvido; muchos imprimieron su sello personal tanto a su trabajo como
a la oficina que ocuparon, pero otros fueron reflejo del estilo de gobernar del
Presidente en turno.
¿QUIÉNES
HAN SIDO ESTOS OSADOS SERVIDORES?
Porfirio Díaz tuvo al
periodista oaxaqueño Rafael Reyes Spíndola (considerado precursor del diarismo)
como su enlace con la prensa; Victoriano Huerta hizo lo propio con Vicente Garrido
Alfaro (fundador de El Noticioso); Venustiano Carranza se apoyó en el
periodista Rafael Martínez “Rip Rip” (Fundador de El Demócrata); Plutarco Elías
Calles creó la Secretaría de Propaganda y Publicidad y eligió como secretario
de prensa a Melchor Ortega; Lázaro Cárdenas del Río creó el Departamento de
Prensa y Publicidad de la Presidencia, cuyo titular fue Agustín Arroyo Chi.
Manuel Ávila Camacho fue
el primer Presidente de México que tuvo formalmente una jefatura de prensa, a
cargo de José Manuel Altamirano, reportero del diario El Nacional. En 1946, en
el sexenio de Miguel Alemán se creó oficialmente la primera Oficina de Prensa y
Relaciones Públicas de la Presidencia de la República, a cargo del ex reportero
de La Prensa Manuel Espejel Álvarez.
Adolfo Ruíz Cortines (al centro) |
Adolfo López Mateos
tuvo como Jefe de Prensa al periodista y ensayista Mario Ezcurdia Camacho, de
quien dicen que su desempeño motivó que el equipo organizador de una gira del
General Charles de Gaulle a Sudáfrica le solicitara orientación y
adiestramiento. Murió en 1998 y su última colaboración en radio la hizo en el programa
“Suplemento Dominical”, en Radio Fórmula.
Conseguir un buen
Jefe de Prensa para Gustavo Díaz Ordaz fue difícil, pero el primero que tuvo,
de 1964 a 1968, fue quizá uno de los más poderosos que ha
habido no sólo dentro
de los medios de comunicación sino en el ámbito político: Francisco “Pancho”
Galindo Ochoa (Volvió a ocupar el puesto los últimos 11 meses del gobierno de
López Portillo). Fue amigo de varios ex Presidentes (excepto de Luis
Echeverría) y acudían a él políticos consagrados lo mismo que noveles, igual
legisladores que periodistas, y solía comer frecuentemente con secretarios de
Estado, políticos influyentes y una amplia gama de personajes.
Francisco Galindo Ochoa |
Galindo fue
sustituido por Fernando M. Garza (Fernando Martínez Garza Arroyo), un hombre
del medio a quien tocó informar sobre la matanza del 2 de octubre de 1968; ante
cerca de 60 periodistas y corresponsales extranjeros, explicó que en los hechos
de ese día hubo “cerca de 20 muertos, 75 heridos y más de 400 detenidos. Hay y
habrá vigilancia suficiente para evitar problemas".
DE LOS PINOS A LAS GUBERNATURAS, AL CONGRESO Y LAS RP
Con Luis Echeverría estuvieron
los periodistas Mauro Jiménez Lazcano, como Director de Información y
Relaciones Públicas, Fausto Zapata Loredo, como Subsecretario de Información de
la Presidencia, y Manuel Alonso Muñoz, Subdirector de Relaciones Públicas. El
primero es actualmente el fundador y director de la revista mensual
“Macroeconomía”, el segundo llegó a gobernar San Luis Potosí y murió en
diciembre de 2014 y el tercero cobró fuerza con Miguel de la Madrid.
Rodolfo Laqnderos |
Manuel Alonso,
pionero de las relaciones públicas en México, fue Director de Comunicación del
Presidente De la Madrid, sexenio que vio el asesinato del columnista Manuel
Buendía. A Alonso Muñoz correspondió lograr que “el pueblo de México estuviera
bien informado. Por consiguiente, se mejoraría la comunicación de su gobierno
con los medios”, según narra la crónica oficial del sexenio. Luego ocupó otros
cargos públicos, incluyendo el de Cónsul en Nueva York. Murió en la Navidad de 2009.
Carlos Salinas de
Gortari, tuvo como jefes de prensa a Otto Granados Roldán y José Carreño Carlón.
El primero fue electo Gobernador de Aguascalientes y después fue Embajador de
México en Chile, puesto al que volvió a ser designado hace dos años. El segundo
tiene larga trayectoria en el mundo de la letra impresa con muchas horas de
vuelo en diferentes medios. Actualmente es el Director del Fondo de Cultura
Económica.
Ernesto Zedillo se
apoyó en Carlos Salomón Cámara, Fernando Lerdo de Tejada y Marco Provencio. Al
primero se le atribuyó tratar de desprestigiar al director del semanario
Proceso, a través de una filtración en un noticiario radiofónico, relativa a un
supuesto depósito millonario en una cuenta bancaria en el extranjero.
Actualmente dirige una agencia de relaciones públicas y tiene presencia en
algunos medios de comunicación. El segundo se ha dedicado a la consultoría,
relaciones públicas y cabildeo, y el tercero, después de dos años como vocero
de la Presidencia, creó una empresa de consultoría en comunicación y relaciones
públicas.
Con Vicente Fox, la
comunicación pasó por diferentes personas: Primero Marta Sahagún, luego
Francisco Ortiz Ortiz, después Rodolfo Elizondo y le siguió Alfonso Durazo; los
dos primeros únicamente estuvieron a cargo seis meses y fueron relevados por
distintas circunstancias (La primera se “cuece” aparte). Pero quien más destacó
como vocero del Presidente debido a las continuas rectificaciones que tenía que
realizar, fue Rubén Aguilar Valenzuela, un especialista en ciencia política y
comunicación que actualmente se desempeña como Consultor de Comunicación y
Análisis Político así como articulista en diversos periódicos.
Con Felipe Calderón
estuvo primero Maximiliano “Max” Cortazar a quien le correspondió informar
sobre temas críticos como la crisis económica del 2008, la influenza AH1N1, la
crisis alimentaria y la liquidación de Luz y Fuerza del Centro. Le sucedió en
el cargo Alejandra Sota Mirafuentes a quien le tocó informar sobre la muerte de
los secretarios de Gobernación Juan Camilo Mouriño (2008) y Francisco Blake
Mora (2011). El primero es actualmente Diputado Federal de la LXII Legislatura
por el DF y es Presidente de la Comisión Bicamaral del Canal del Congreso. Sota
demandó en febrero pasado a la revista FORBES en Estados Unidos por mencionarla
en la edición de diciembre de 2013 entre los 10
mexicanos más corruptos. Se tituló el pasado mes de abril como Licenciada
en Ciencia Política, grado académico que ostentó durante años, a pesar de las
críticas que recibió por ello.
Con Peña Nieto inició
en Los Pinos David López, quien fuera Coordinador General de Comunicación
Social en el Estado de México en las administraciones de Enrique Peña Nieto,
Emilio Chuayffet y Alfredo del Mazo (1982-1986, 1994-1995, 2005-2011); el
pasado mes de marzo fue relevado por Eduardo Sánchez. López se convertirá en diputado plurinominal.
A
Ruiz Cortines no le gustaba declarar y enviaba a algún Secretario de Estado a
hacerlo por él. Su jefe de Prensa preguntaba “¿Y si se equivoca?” a lo que el
Presidente respondía: “Se equivoca él, no el Presidente”.
Ha habido Presidentes que han aplicado esa máxima de
Ruiz Cortines y hay otros a quienes les ha pasado de noche. Para eso están los
coordinadores de comunicación del gobierno.
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