A raíz de la reciente operación a que fue sometido el Presidente de
México el pasado fin de semana, volvieron a surgir algunas especulaciones en
los medios sobre su real estado de salud, así como comentarios sobre si el
mismo debe considerase un asunto de estado o si debe quedar en el ámbito de lo
privado.
Los presidentes tienen el poder político. Ni ese ni el poder económico
evitan que un ser humano sometido a las presiones de un encargo tan relevante
como el de presidente de una nación pueda sufrir algún tipo de enfermedad
súbita o acentuar alguna situación crónica. Cuando hay vacíos de información al
respecto, surgen las especulaciones mediáticas.
El pasado marzo el Presidente Ruso, Vladimir Putin, estuvo “desaparecido”
durante una semana, lo cual provocó comentarios acerca de su salud. Las dudas
terminaron cuando hacia el final de la semana, el presidente reapareció en la
televisión en una reunión con el presidente del Tribunal Supremo, además de que
la Presidencia rusa anunció varias actividades en los siguientes días. En Cuba
se desconoció qué
Fidel Castro convalesciente |
En México algunos presidentes han sido herméticos respecto a su salud,
seguramente para no mostrar debilidad: Adolfo Ruiz Cortines, fue operado del
apéndice recién iniciado su mandato, pero inclusive se negó a recibir anestesia
general para estar consciente y mantener “los hilos del poder”. De Adolfo López
Mateos se dice que hacia la mitad de su mandato empezó a sufrir de fuertes
dolores de cabeza y los medios especulaban, sin publicar, que el presidente
estaba enfermo por algo en su cerebro. La Presidencia nunca informó nada al
respecto; López Mateos falleció a causa de un aneurisma cerebral, cinco años
después de terminar su mandato.
Gustavo Díaz Ordaz, sufrió desprendimiento de retina del ojo derecho
hacia el final de su mandato. Fue inevitable darse cuenta de ello ya que
apareció en
El Prexidente Díaz Ordaz |
Por el contrario, ha habido presidentes que han informado abiertamente
sobre su situación de salud: Un día de 1997 Ernesto Zedillo llegó en silla de
ruedas a una de las salas de la residencia de Los Pinos para narrar a los
medios todos los detalles sobre la cirugía que le practicaron en la rodilla,
ocasionada por un golpe que se dio jugando tenis. En 2003, Vicente Fox abrió
las puertas de su cuarto de hospital a periodistas para informarles sobre la
intervención quirúrgica que le practicaron para corregir una hernia discal. En
2008 Felipe Calderón, sufrió un accidente en bicicleta en los jardines de Los
Pinos de lo cual se informó al día siguiente para explicar que tuvo fractura
del hombro izquierdo, y una contusión en la rodilla izquierda.
TAMBIÉN EN OTROS PAÍSES
Personalidades de la política en otros países han ocultado sus
enfermedades para dar tranquilidad a sus gobernados, llegando a sobrepasar
algunos límites.
Franklin D. Roosevelt, intentó convencer a la gente de que se recuperaba
de poliomielitis. Sujetó sus piernas y caderas por medio de abrazaderas de
Franklin D. Roosevelt |
Virgilio Barco, quien fue presidente de Colombia entre 1986 y 1990,
gobernó el país mientras padecía Alzheimer y la prensa nunca rumoró al respecto.
Con el tiempo, esta enfermedad lo alejó de la vida política y pública porque
había perdido sus facultades físicas y mentales. Murió en Bogotá, pero se
informó que la causa de la muerte había sido un cáncer en el abdomen.
Mucho después de la muerte de John F. Kennedy se dio a conocer su historia
clínica a través de varios periódicos estadounidenses. Entre 1955 y 1960 tuvo
una cantidad insólita de hospitalizaciones y tenía al menos siete altas en su
expediente médico de la Casa Blanca entre 1961 y 1963. Se sabe que tenía Presidente Kennedy apoyado en muletas |
El rey Hussein de Jordania
padeció de cáncer linfático. La noticia fue revelada en 1998 por el monarca en
una carta a su hermano, el príncipe Hassan, y difundida al siguiente día por la
prensa en Amman. Por la importancia de
Jordania para la estabilidad del Medio Oriente, y la privacidad de la Casa
Real, los partes médicos de la enfermedad de Hussein se dieron a conocer hasta
que el cáncer lo venció el 7 de febrero 1999.
Fernando Lugo no ocultó durante su periodo como
Presidente de Paraguay (2008-2012) que padecía un cáncer linfático no-Hodgkin. Así
lo informó la Presidencia en 2010. Los médicos dijeron que la enfermedad se
había detectado tras una operación para extirparle un ganglio inguinal.
Posteriormente el mandatario descartó su renuncia y sí aclaró que se sometería
a quimioterapia en Brasil.
El expresidente galo François Mitterrand
(1981-1995) sobrevivió a cáncer de próstata durante 18 años (murió en enero de
1996). A pesar de saberlo desde noviembre de 1981, como dijo su médico tras su
muerte en 1996, el socialista anunció su candidatura para la reelección en 1988
la cual ganó a Jacques Chirac.
Presidente Peña Nieto al salir del hospital |
Si la decisión es mantener el estado de salud en el ámbito de lo privado,
seguramente se transmite tranquilidad en la sociedad hasta en tanto la
enfermedad no empiece a mostrar sus efectos en la condición física, momento en
el que se tendrá que hacer pública la situación de salud del Presidente.
Los ciudadanos elegimos como Presidente a quien la mayoría considera que
puede servir bien al país, lo cual implica que esté en buen estado de salud. En
dos años se iniciarán las campañas políticas para renovar el Poder Ejecutivo.
¿Qué tal si, además de pedirle a los candidatos el compromiso de “Tres de tres
por la transparencia”, también les exigimos sus historias clínicas?
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