Esta semana en que, con su muerte, se puso de moda, recordé que en
diferentes entrevistas, Jacobo Zabludovsky expresó: “Cuando la televisión
llegó, yo ya estaba ahí”; pero no lo hizo cuando empezó la radio. Su fallecimiento,
que dio pie lo mismo a alabanzas que a la contextualización de su desempeño
especialmente como conductor de 24 Horas, me trajo a la mente el tema de los
primeros noticieros en radio y en televisión en México.
El mismo Zabludovsky explicó en su colaboración en El Universal
del 20 de diciembre de 2010 que inició su contacto con la radio en 1945 leyendo
anuncios en XEQK, la estación de la “hora exacta” y
redactando “noticieros” en
Cadena Radio Continental, hasta que en 1947 inauguraron la XEX, en la que él
estuvo a cargo de la Subdirección de Noticieros, además de colaborar en el
diario Novedades. A fin de cuentas, todo del mismo dueño: Rómulo O’Farril.
Dado que mis primeros contactos con los noticiarios de radio y televisión
se dieron a partir de mediados de los años sesenta, recurrí a la investigación
documental para descubrir qué había de noticieros en radio antes de los años cuarenta.
El Dr. Felipe Gálvez y Cansino,
antiguo compañero de la Universidad, publicó en el Anuario de investigación
2001 Vol. II de la UAM Xochimilco, el capítulo denominado “La radio mexicana de los setenta: una
vigorosa sesentona”.
Ubicado en los años veinte, describe:
“El éxito de las trasmisiones practicadas durante más de año y medio,
hizo que los diarios capitalinos volvieran la vista con interés hacia los
trastos radiofónicos. Poco a poco El Universal descubrió sus ventajas y no
tardó en hacer uso de un radiorreceptor para incrementar sus fuentes de
información. En su edición del 2 de enero de 1923 hizo notar a sus lectores que
contaba con un aparato receptor que hacía posible obtener informaciones
exclusivas.
“El 19 de febrero, apoyados en el teléfono, los redactores del vespertino
El Mundo divulgaron en exclusiva, veinte minutos después de concluida, la
reseña de la corrida de toros celebrada en la ciudad de Toluca. Una de las
publicaciones de la capital que más temprano contó con un trasmisor en
sus
instalaciones fue el semanario El Universal Ilustrado. El 8 de mayo de 1923 a
las 20 horas salió al aire, con una onda de trasmisión de 375 metros, la
emisora de 50 watts que patrocinaban La Casa del Radio y dicha revista. El
mismo diario aprovechó las ventajas que le brindaba su sociedad con La Casa del
Radio. La planta del Ilustrado hizo llegar a más de siete mil radioyentes, por
primera vez en la historia del periodismo mexicano y hasta sus propios hogares,
un compendio de las novedades que les ofrecería en su edición del 12 de mayo.
“En 1924 la radio mexicana llegó a otros puntos del país. En ese lapso
llegó a Oaxaca y a Tampico. El diario El Mundo de ese puerto contó también con
una difusora y otro tanto ocurrió con el cotidiano El Dictamen del Puerto de
Veracruz, donde la SEP contó igualmente con otro emisor. Y la empresa General
Electric inauguró también una emisora memorable, la XEN”.
Es evidente que el periódico seguía siendo la fuente principal de
información de los habitantes de la ciudad de México como después lo fue para
los primeros noticiarios de la televisión. También es clara la visión de los
directivos de los mismos diarios en aprovechar un medio como la radio, no sólo
para dar a conocer los eventos del “momento”, sino para promocionarse como una
fuente confiable de consulta
Las primeras noticias en radio
El texto de Gálvez también
describe lo que seguramente fue la primera noticia transmitida por radio,
tomando la delantera a los diarios existentes, especialmente a El Universal:
“Eran días de sangre. Así que
al sonar las 14 horas con 25 minutos del martes 17 de julio de 1928 mucha fue
la sorpresa para los radioescuchas que a esa hora seguían la programación de la
emisora CZE, misma que luego de interrumpir la interpretación de una pieza
musical dio paso a una voz entrecortada que repentinamente se adueñó de las
ondas para informar: ‘amigos del aire:
con profunda pena comunicamos a ustedes que hace cinco minutos fue asesinado el
general Álvaro
Obregón, presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos para
el periodo 1928-1932’. Fue la primera vez en que la radio ganó a la prensa
citadina la primicia de una noticia tan importante, lo que no impidió que los
periódicos de ese día vendieran toneladas de ejemplares de sus diversas
ediciones. Semanas más tarde, cuando el proceso del homicida tuvo lugar, los
micrófonos de la CZE llevaron a los escuchas, los pormenores del candente
proceso judicial”.
Tal fue el inicio de algo que
empezó a crecer, concluye Gálvez su texto:
“El periodista Félix F.
Palavicini puso en el aire, el 5 de febrero de 1930, el primer diario hablado
de la historia radiofónica de México. Ese día Radio Mundial trasmitió como
parte del mismo, en emisión extraordinaria, el mensaje presidencial del
ingeniero Ortiz Rubio. Radio Mundial -hoy XEN- había salido al aire cinco años
atrás, en 1925. Y don Félix F. Palavicini, quien siempre había sido un
entusiasta de la radio, acababa de adquirirla para dar vida al periodismo
radiofónico nacional. Eso fue Radio
Mundial bajo su dirección: el primer periódico radiofónico que conocieron los
nacionales, mismo que funcionaba de forma ininterrumpida al trasmitir
únicamente noticias que eran leídas y releídas una y otra vez”.
¿Y en la televisión?
“En la historia de los hogares mexicanos empieza este día una nueva
era... Sus hijos gozarán sin peligro alguno de espectáculos especialmente
planeados para ellos... Las noticias que conmueven al mundo llegarán a usted,
con verismo, con una realidad jamás soñada antes... Los más famosos astros del
deporte jugarán para usted y los suyos... Rutilantes estrellas del cine y del
teatro actuarán en su propia sala”. Con estas palabras la empresa RCA Víctor
felicitaba a XHTV canal 4 por inaugurar sus emisiones, de manera formal, el 1°
de septiembre de 1950 con la transmisión desde la Cámara de Diputados, del IV
Informe de Gobierno del presidente Miguel Alemán.
A partir de esta fecha la televisión inició su transmisión diaria con una
programación integrada por obras de teatro, clases de guitarra, entrevistas a
distintos deportistas, cortos cinematográficos, lucha libre conducida por
Rafael Vidal, el Café Taurino con Aurelio Pérez "Villamelón", una
revista musical y noticias narradas por Gonzalo Castellot.
De ahí en adelante surgieron varios noticiarios televisivos, incluidos
los de Zabludovsky, antes de mediados de los años sesenta, de los cuales
conoceremos la próxima semana.
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