Dicen los expertos en psicología
y PNL que en la comunicación humana influyen procesos subconscientes que
afectan la calidad de los mensajes y que, cuando el mensaje que transmitimos
desde el lenguaje hablado consciente no está acorde con lo que se quiere
transmitir a nivel subconsciente, la comunicación sufre serias distorsiones que
generan desacuerdos, antipatías, desconfianza y ruptura de la comunicación.
Me parece que eso sucedió durante
la conferencia de prensa del Secretario de Gobernación, el pasado lunes 13, con
motivo de la fuga de “El Chapo” que,
en lo particular, me dejó más dudas que
certidumbre. Es posible que esas primeras declaraciones oficiales 48 horas
después del evento hayan sido dictadas por el subconsciente del secretario y de
la Procuradora General de la República, contra lo que expresaron en su lenguaje
consciente.
Conferencia de prensa del día 13 de julio |
Viendo el video y releyendo sus palabras, más que explicar lo que ya se estaba
haciendo por parte de las instituciones ante un hecho consumado, el secretario
estaba más preocupado por dejar la idea de que este sexenio ha sido mejor que
los anteriores en combate a la delincuencia. Al parecer en el subconsciente le
urgía resaltar que este gobierno logró lo que ninguno de los anteriores y a lo
largo de la sesión en siete ocasiones lo expresó en frases como: “fue este
gobierno quien lo capturó a él y a otros buscados por muchos gobiernos durante
mucho tiempo”, “… en 15 meses lograron la detención de este criminal y de otros
muchos más”, “… pudiera contarles con varias manos las muchas (fugas) que se
dieron en el mismo periodo en otros sexenios”.
De igual forma el subconsciente
le llevó a
sugerir, subliminalmente, que las normas internacionales de construcción de penales están equivocadas porque no consideran el escape vía
subterránea; en esencia su mensaje era algo como: se construyó conforme a las
normas internacionales, ahí reclámenle a los organismos certificadores. Hasta
en seis ocasiones se refirió a ello en frases como: “… cuando digo que está
certificada, es que tiene una certificación igual a muchas que podrían
enumerarles de Estados Unidos… exactamente las mismas”, “Guzmán Loera logró
fugarse a partir de una estrategia que pudiera evadir todos los sistemas
internos de seguridad diseñados conforme a estándares internacionales”, “… insistir
en que ese penal es lo máximo en seguridad y que está certificado
internacionalmente”.
Yo no fui,
fue Teté
Otras frases seguramente
yacientes en el subconsciente, a pesar de estar escritas en su discurso, tuvieron
que ver con el deslinde de su responsabilidad, al referir sutilmente que
Ejército y Policía Federal tenían responsabilidad, expresada en frases como: “En
el exterior de este penal desde hace un año y medio, existe un operativo de
vigilancia adicional del Ejército Mexicano y de la Policía
Federal”, “…tenía
instalado un sistema de vigilancia de circuito cerrado que siempre estuvo
funcionando y monitoreado en tres turnos durante las 24 horas del día, desde el
interior del penal y el centro de control de la Policía”. Su preocupación
interna era señalar que él estaba bien y que fueron los demás quienes no
cumplieron su responsabilidad.
El impacto del evento llevó al
funcionario a comunicar no lo que se había empezado a hacer, sino lo que realmente
le hubiera gustado que se hubiera hecho en cuanto a velocidad para actuar, es
decir, empezar a operar de inmediato, lo cual expresó en frases como: “Desde el momento de su fuga el Estado
mexicano emplea todas sus instituciones y recursos…”, “Desde el primer momento las fuerzas federales realizan un intenso
monitoreo…”, “… se alcanzó a ver este momento en el que inicia la fuga, y en ese preciso momento se inició toda
la alerta alrededor del penal”, “… inmediatamente
iniciaron la búsqueda dentro de este túnel…”.
Tomada del suplemento Revista R, de Reforma |
Hoy se sabe que, desde el momento
visual de la fuga a que se dio la voz de alarma pasaron al menos 18 minutos y
que de ese instante a que se activaron las instituciones pasó otro lapso en el
que el Chapo, seguramente, ya andaba lejos de ahí. Y en el afán de presumir la
inmediatez llegó al absurdo de sugerir que la primera acción fue iniciar la
búsqueda en el túnel, como si el prófugo se hubiera escapado de rodillas y lo
pudieran alcanzar. Raymundo Riva Palacio lo expresó así en su columna del día
20 de julio en El Financiero: “Los 18
minutos son lo que tardaron en reaccionar para enviar a un custodio a mirar su
celda. Nada más. Testimonios, extractos de las declaraciones ministeriales
y la línea de tiempo a partir de los videos del penal, permiten establecer la
lentitud con la que las tres áreas de monitoreo reaccionaron y la confusión que
se dio en el momento en que perdieron a El Chapo Guzmán”.
En cuanto a la Procuradora, el
subconsciente también le jugó algunas frases. De entrada, cuando al pararse
frente al podio preguntó: “¿no me veo?”, quizás como una pregunta subconsciente
sobre su desempeño. Pero más grave que ello fue cuando leyó: “… 17 internos que
están recluidos en las estancias próximas a
las celdas en que se encontraba Joaquín Guzmán Loera.” ¿Por qué habla de
celdas? ¿Tenía el Chapo otras mejorcitas a la que se ve en el video, como
presume la voz del pueblo?
En otro momento, por alguna
extraña razón del
subconsciente, al hablar sobre una recompensa para quien
ofrezca información que ayude a la captura, la funcionaria expresó: “este día
la Procuraduría General de la República emite un acuerdo por el que se ofrece
una recompensa de hasta 60 millones
de pesos…” ¿Por qué de inicio dijo “de hasta”? ¿Será que el subconsciente le
dictó buscar la forma de pagar lo menos posible? Finalmente la cifra se
absolutizó, con la esperanza de que alguien que tenga información se anime a
denunciar y… sufrir las consecuencias.
Finalmente, los textos me
generaron algunos cuestionamientos:
- Se ha citado a declarar a visitantes frecuentes del Chapo? (Incluyendo abogados y personas que se identificaron con documentos falsos).
- ¿En verdad ninguna cárcel de alta seguridad en el mundo está a prueba de escapes subterráneos?
- ¿Desde el mismo sábado de la fuga se checaron videos de las casetas de peaje de las autopistas cercanas al penal?
- ¿Se aisló debidamente el área de escape para identificar huellas de autos, pisadas, huellas dactilares y otros elementos que pudieran ayudar a la investigación?
- ¿De veras creen que ese penal será recertificado positivamente como expresó el secretario?
- Si es verdad que los reclusos deben estar pelados al rape ¿por qué el Chapo aparece con cabello abundante en el video de su fuga?
Independientemente de que siempre
que algún funcionario público antepone la frase “El Presidente (o el
Secretario, o el jefe) me ha dado instrucciones precisas”, lo que me da la
impresión de que no sabe cuáles son sus funciones y que el superior inmediato se
las debe recordar para empezar a actuar, me quedaron claras cuatro cosas:
- La insistencia ilógica de señalar una efectividad del gobierno y una certificación del penal que la fuga echó por tierra.
- Las deficiencias de lectura de la Procuradora General de la República.
- Los insuperables problemas de comunicación en los altos niveles gubernamentales, y
- El problema no son los penales sino la corrupción, libre o forzada, que existe dentro de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario