Luego de los
sismos que sacudieron varias ciudades de la República Mexicana el pasado mes de
septiembre, empezaron a circular en las redes sociales y en medios impresos y
electrónicos fotografías que, eventualmente, se volverán icónicas, es decir,
serán la representación visual de una realidad.
Terremotos de 1957 y de 1985 |
Así como en 1957
y 1985 las fotos icónicas de aquellos sismos fueron la del Ángel de la
Independencia destrozado en el piso y la derrumbada fachada del Hotel Regis, respectivamente,
en los sismos de este año lo han sido, entre otras, la del soldado llorando al
no poder rescatar con vida a una señora y su bebé, la del hombre que en
Juchitán, Oaxaca, rescató la Bandera Nacional y la colocó encima de las ruinas
de lo que fue el Palacio Municipal, o la de grupos de rescatistas con el brazo
alzado y el puño cerrado.
Sea que una
imagen la capte un reportero gráfico profesional con una costosa cámara digital
o un ciudadano con su teléfono celular, las fotografías son un elemento
importante en la prensa escrita, no sólo porque ilustran una realidad, sino
porque contribuyen a formar un acervo histórico en un mundo marcado en gran
medida por las imágenes.
La fotografía
periodística importa porque comunica de forma sencilla (sólo basta con
mirarla), sin considerar posiciones sociales, niveles socioeconómicos o
situación cultural. Puede ser: sujeta a interpretación dependiendo del contexto
y del marco de referencia de cada lector; canal para ofender, e inclusive puede
enviar mensajes cifrados. La fotografía periodística puede ser tan objetiva
como subjetiva, según la persona que la toma o que la mira.
No obstante, el
pie de foto es necesario para dar contexto de la situación, saber quién aparece
en ella, en qué circunstancias se dio el hecho y detallar algún aspecto
interesante. Una foto puede ser impresionante pero sin una breve explicación
puede generar desconcierto o una mala interpretación de la realidad,
dependiendo de la subjetividad de quien la mira.
Lo importante,
en todo caso, es que el pie de foto corresponda a la imagen para evitar lo que
sucedió en esta foto en donde, bajo la del entonces Presidente Díaz Ordaz se
lee el pie correspondiente a la foto de un lado: “Se enriquece el zoológico.-
En la presente gráfica aparecen algunos de los nuevos ejemplares adquiridos por
las autoridades….”
ALGUNOS ANTECEDENTES
Sin la
pretensión de escribir la historia del periodismo gráfico, conviene tener
algunos antecedentes. Su origen se dio en Alemania, que contaba con numerosas
publicaciones ilustradas. La más famosa, el Berliner Illustrirte Zeitung,
fundada en 1890, que al inicio de la década de 1920 empezó a contratar
fotógrafos; en 1921 se empezó a publicar el Arbeiter Illustrierte Zeitung (AIZ),
y en 1923 el Münchner Illustrierte Presse.
Estas y otras
publicaciones en donde surgieron los primeros reporteros gráficos, influyeron
en la transformación de la prensa ilustrada en Francia, Inglaterra y Estados
Unidos. Tales fueron los casos de la revista francesa Vu (marzo 1928 – mayo 1940),
creada y dirigida por Lucien Vogel, la revista ilustrada Picture Post de Gran
Bretaña (1938 – 1957), fundada por Stefan Lorant, considerada la pionera del
fotoperiodismo, o la famosa revista americana Life, adquirida por Henry Luce en
1936 para transformarla de revista humorística en la de las famosas portadas y
contenidos fotoperiodísticos.
Con el tiempo, y
al reconocer el valor visual, histórico y artístico de las fotografías
periodísticas, los reporteros gráficos comenzaron a ganarse el derecho de ser
reconocidos, primero con el crédito en la foto y luego con premios locales e
internacionales. Asimismo el campo de acción se abrió para las mujeres, quienes
también asumen la profesión con valentía y profesionalismo.
No puede ser
menos ya que el trabajo del reportero gráfico no es sencillo y, al igual que el
del periodista, está sujeto a riesgos. Una foto periodística requiere de visión
e intuición y no le viene mal un poco de suerte para estar en el lugar adecuado
en el momento en que surge la foto noticia.
Contrario al
fotógrafo de revista que tiene el tiempo para encuadrar, buscar la iluminación
adecuada, hacer pruebas y realizar lo necesario para lograr fotos de portada,
el reportero gráfico tiene que lograrlo al primer disparo. Ello los hace
merecedores no sólo al crédito sino al reconocimiento por parte de su gremio.
HISTORIA DETRÁS DE LA HISTORIA
Son cientos las
fotografías cuyos autores en México y otros países han sido premiados por
distintas organizaciones al reflejar realidades ya sea como consecuencia de
guerras o violencia, por desastres naturales, por situaciones sociales,
políticas o deportivas o por meros accidentes o situaciones fuera de lo común.
Cada foto tiene
una historia detrás de la propia que presenta la imagen y en ella está la
visión, osadía y profesionalismo de los reporteros gráficos que al paso del
tiempo se convierten en anécdotas y enseñanzas. Ejemplos de ello los
siguientes:
- En julio de 1975, el fotógrafo Stanley J. Forman, del Boston Herald American cubría un incendio en un edificio y subió a un camión de bomberos para lograr la mejor foto del rescate de una joven y una niña atrapadas. Justo cuando un bombero llegaba hasta las chicas, éstas cayeron al vacío, al momento que Forman activaba su cámara.
- En noviembre de 2014, con motivo del aniversario del peor accidente aéreo en la Ciudad de México, publiqué el testimonio del reportero gráfico Gustavo Camacho quien fue de los primeros civiles (y quizás el primer fotorreportero) en llegar al aeropuerto en donde se acababa de estrellar un avión DC-10. (http://corpmedios.blogspot.mx/2014/11/). Camacho relata cómo salió de casa con zapatos dispares, brincó una reja de 3 metros y se metió a la zona federal del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, para seguir tomando decenas de fotos en medio del desastre.
- Enrique Metinides, uno de los más reconocidos reporteros gráficos en la llamada “nota roja” (policía), narró durante la presentación del documental “El hombre que vio demasiado”, que en una ocasión tomó la foto del sitio donde un hombre fue asesinado y que, gracias a esa fotografía la policía pudo atrapar a un sospechoso que había presentado testigos de que él no había estado en ese lugar al momento del homicidio; la fotografía revelaba que en efecto, estaba entre los mirones, lo que bastó para que lo detuvieran.
En resumen, la
fotografía ha ido abriendo cada vez más el ámbito de la comunicación visual y
de la transmisión de información y los reporteros gráficos han ganado un
espacio propio que va más allá del crédito al pie de foto, sino al
reconocimiento de su trabajo y de los riesgos que corren para lograrlo.
Como asevera
Martin Keene, autor del libro “Practica de la Fotografía de Prensa: una Guía
para Profesionales”, la fotografía periodística no es sólo una carrera o una
profesión, sino una forma de vida en la que los reporteros gráficos tienen
asientos de primera fila en la historia contemporánea.
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