El nado sincronizado es un deporte surgido en el Siglo XIX y se ubica entre
el arte y el deporte debido a la unión de la música, el ritmo, la coreografía y
el movimiento corporal. En competencia se califican tanto el aspecto técnico
(ejercicios obligatorios) como el libre (toques personales en los ejercicios).
De lo que se trata es que todos los integrantes del equipo ejecuten su
coreografía en perfecta sincronía, aunque hay modalidades en las que después de
un ejercicio grupal, cada miembro del equipo puede realizar movimientos libres. Al final se califica el que todos los
integrantes del equipo hayan logrado el objetivo de hacer los mismos
movimientos como si fueran uno solo.
El nado sincronizado no sólo se da en los deportes acuáticos. Es una modalidad
del periodismo por la cual dos o más columnistas o articulistas reciben cierta
información sobre alguna situación o persona
en un contexto que favorece los intereses de la fuente informativa, tomando ventaja
de que el periodista por lo general se reserva la confidencialidad de la fuente
y de que regularmente dicha información se toma como verídica.
En entrevista
radiofónica, el exconsejero electoral, Alfredo Figueroa, definió a
l nado
sincronizado editorial como: “Un conjunto
de voces, que sin saber cómo o porqué, se ponen de acuerdo hasta en las comas
para decir exactamente lo mismo formando una campaña de propaganda, y en ese
momento no se distingue entre lo que es información y lo que es propaganda de
un conjunto de voces”.
Alfredo Figueroa (Foto: Aristeguii) |
Para la generalidad de lectores de diarios esta actividad pasa
desapercibida. El lector de un diario sólo encuentra un comentario de un columnista
sobre un evento o hacia alguna persona. Pero este “nado sincronizado” va más
allá del lector individual de un diario. A través de este comentario publicado
se busca influir en audiencias específicas, principalmente del llamado círculo
rojo, que diariamente leen varios periódicos o que reciben una síntesis informativa
en la que se incluye todo tipo de columnas, artículos de opinión, editoriales,
etcétera.
Se trata de mensajes específicamente dirigidos a tomadores de
decisión, influenciadores, legisladores, organizaciones civiles, entre otros, para
lograr un objetivo previamente establecido por la fuente informativa, para
tratar de influir en una política pública o alguna regulación, o para llamar la atención sobre ciertos errores o necesidades
sociales, económicas o políticas, para
apoyar o denostar a alguien o a alguna organización u otros fines.
El escritor tapatío Antonio Ortuño refirió en marzo de 2017
en el diario Más por Más, “El medio de la Ciudad de México” una plática que
sostuvo con un
personaje conocido en los medios de comunicación: “¿Has visto cómo ciertos columnistas se
involucran de golpe en temas simultáneamente, como en número de nado
sincronizado? Pues en las secretarías, en el gobierno, en ciertas megaempresas,
hay equipos de investigadores y redactores que les hacen llegar “paquetes” de
información sobre tal o cual asunto. Paquetes con datos muy precisos. Y los
columnistas aceptan publicarlos”.
Antonio Ortuño (Foto Máspormás) |
Ejemplo de ello hay varios. Estos son algunos:
- Sebastián Fernández, integrante de la MAK (Mesa de Autoayuda Kirchnerista) en Argentina, al referirse a una a supuesta extorsión del allegado a un fiscal a un empresario expresó: “Siguiendo la modalidad conocida como Nado Sincronizado Independiente (NSI), funcionarios de Cambiemos, miembros del Poder Judicial y periodistas serios defendieron con similar ahínco el buen nombre y honor del fiscal.”
- A principios de este año, el reportero de El País, luis Beauregard, @luispablob, preguntó: “¿Alguien lleva la cuenta de los periodistas de Tv Azteca que han escrito casi la misma columna estos días en contra de la presidenta de @cofecemx, quien osó criticar una adjudicación directa a Banco Azteca? La respuesta se la dio la politóloga Denise Dresser: “El mismo nado sincronizado de periodistas vinculados a TV Azteca se dio hace años con el tema de los ‘corresponsales bancarios’ que representaban competencia para Salinas Pliego. Les dan instrucciones de atacar y lo hacen, a veces hasta con párrafos/argumentos idénticos.”
- Un reportaje publicado en octubre de 2016 en la revista Etcétera, firmado por Angélica Recillas cita el caso del entonces reportero de la revista Proceso y actual Presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPREM): “Curiosamente, (Jenaro) Villamil ha conformado con otros medios y periodistas otro equipo de “nado sincronizado” que casi al unísono bracean persiguiendo las mismas causas y publican sus notas con una sincronía realmente sorprendente, al grado de replicar la misma línea argumentativa y los mismos déficits deontológicos.”
- Ante la decisión del Gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo de ratificar al procurador Carlos Zamarripa para convertirlo en fiscal general, el analista político local Arnoldo Cuellar señaló en febrero de este año que “surgió una orquestada campaña mediática en respaldo a la designación.” Señala que Columnistas cercanos a la actual administración estatal, “coincidieron en apuntalar la polémica decisión de mantener a un funcionario por dos décadas en la procuración de justicia con argumentos que se antojan absolutamente pueriles.”
Como en el deportivo, en el nado sincronizado de los diarios también aparece el estilo técnico y el estilo personal. Quienes reciben la información reflejan en su publicación la “parte técnica” y la aderezan con su estilo personal de redactar y con información adicional.
Ejemplos de ello se dieron la semana pasada cuando varios
articulistas comentaron un texto de José Antonio Aguilar Rivera en el que,
encabezado “El Árbol de Todos”,
reflexiona sobre el hostigamiento presupuestario que está sufriendo la
investigación
científica e intelectual y particularmente el Centro de
Investigación y Docencia Económicas (CIDE); o diversos columnistas,
fundamentalmente de negocios, que escribieron sobre la comparecencia ante la Comisión
de Radio y Televisión de la Cámara de Diputados del Presidente del Instituto
Federal de Telecomunicaciones respecto a la fusión de Disney y Fox.
Un último ejemplo de lo que es el nado sincronizado editorial
aparece cada vez con mayor frecuencia en las redes sociales, especialmente a
través de bots que en palabras idénticas
o similares surgen en pro del actual presidente de la República ante
comentarios adversos a su persona, a su gobierno o a sus decisiones económicas
o políticas.
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