El tema de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de
México no es algo nuevo. Es curioso, pero desde principios del Siglo XX la zona
Oriente de la Ciudad ha sido un punto referente para la aviación, seguramente
porque desde 1885, el Oriente de la ciudad se mantenía
como una área despoblada lo que permitió, por ejemplo, el desarrollo de la
Penitenciaría del Distrito Federal. Hasta principios del Siglo XX esa zona
permanecía con llanos salitrosos, pantanos y aguas someras, excepto el Peñón de
los Baños.
En rojo la Ave. E. Carranza y las pistas del AICM |
En
lo que hoy es la Segunda Sección de la Colonia Moctezuma (originalmente Ejidos
de Texcoco) se instaló, dentro del Aeródromo Militar de Balbuena, la primera
pista aérea que en su momento, en 1928, fue utilizada por el Capitán Emilio
Carranza para iniciar su histórico vuelo sin escalas a Washington DC. En su
honor esa pista es hoy la Avenida Emilio Carranza. Vista desde el aire, esa
pista tenía la misma orientación que hoy tienen las actuales pistas del
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Ese
mismo año se inició, un poco más al Oriente, en los terrenos que actualmente
ocupa el aeropuerto, la construcción del Puerto Aéreo Central de la Ciudad de
México con las dos pistas con que actualmente opera: la 5 Derecha-23 Izquierda
y la 5 Izquierda – 23 Derecha. Los terrenos sobre los que se construyó formaban
parte de los Ejidos del Peñón y otros eran propiedad federal en el Lago de
Texcoco. El primer edificio terminal consideraba una bóveda y un puente que lo
uniría con la comandancia y que serviría para que los pasajeros estuvieran a
cubierto de las inclemencias del tiempo, al ascender o descender del avión. Un
terremoto, en 1930, derribó la bóveda y a partir de eso la terminal nunca se
terminó.
Fue
hasta el 11 de abril de 1939 que se inauguró el nuevo edificio del Puerto Aéreo
Central y su Torre de Control, en donde estaba pintado el mural de Juan
O´Gorman titulado “La Conquista del Aire por el Hombre” (ver: http://corpmedios.blogspot.com/search?q=o%27gorman).
Este aeropuerto fue el primero en su género en el país.
Ese
edificio se encontraba sobre lo que hoy es el Boulevard Aeropuerto, a 5
kilómetros de la ciudad. En su única entrada había unas columnas que soportaban
un techo debajo del cual los pasajeros podían descender de sus autos. Era una
construcción rectangular a cuyos lados se ubicaban los mostradores de
documentación. En el piso superior se encontraba un restaurante que daba a una
terraza semicircular desde donde se podían apreciar los aterrizajes y despegues
de los aviones.
En
tanto las aeronaves evolucionaban en tecnología
y capacidad de pasajeros, el transporte aéreo empezó a crecer e incluso en 1943
el aeropuerto asumió el carácter de internacional. El edificio original
empezaba a ser insuficiente, por lo que en 1949 se inició la ampliación que
incluyó un nuevo edificio terminal
(actual terminal 1), su torre de control (en la parte central de la
instalación) y el edificio para autoridades de la terminal aérea; fue
inaugurado en 1952. Once años más tarde es denominado como “Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México” (AICM).
La
industria aérea empezó a producir aviones con capacidad de más de 300
pasajeros, ello demandaba mayor seguridad para el tráfico aéreo por lo que en
1978 se inauguró una nueva torre de control 20 metros más alta que la original.
Paralelamente el edificio terminal empezó a ser incómodo y en 1979 se remodeló
para dar mayor espacio, comodidad y circulación al pasaje. En ese entonces la
terminal contaba con 17 posiciones de contacto (salas de última espera). Esta
remodelación se inauguró en agosto y dos meses más tarde un avión DC-10
procedente de Los Ángeles se estrelló en un edificio enfrente de la remodelada terminal. Ver: http://corpmedios.blogspot.com/search?q=western).
Hacia
1994 el cada vez más intenso tráfico aeronáutico y el consecuente movimiento de
pasajeros, llevó a dos acciones paralelas: por un lado ampliar el edificio
terminal para dar mayor cabida a operaciones internacionales, y por el otro,
ordenar la salida del aeropuerto de la aviación privada y los taxis aéreos.
Siete
años más tarde se agregaron 8 nuevas posiciones de contacto y en mayo de 2003
se inició la ampliación del AICM, aumentando
el andador público a más del doble, construyendo un segundo piso en la misma
área, y una nueva sala de pre-espera en la sala B. Al mismo tiempo, ante el
fracaso de la construcción de un nuevo aeropuerto en la Zona Federal del Ex
Vaso de Texcoco, se inició la construcción de la Terminal 2, con 23
posiciones de contacto, para aumentar la capacidad instalada para atender a 32
millones de pasajeros anuales. La nueva terminal inició operaciones en 2007 y
con ella el aeropuerto capitalino
incrementó más de 30 por ciento su capacidad de atención a usuarios y pasajeros.
Después de 5 modificaciones al AICM, entre 1970
y 2004, la terminal 1 cuenta con 33 posiciones de contacto, más 20 posiciones
remotas con 11 salas móviles; en tanto la terminal 2 tiene 23 posiciones de
contacto y 17 remotas.
Dos épocas: 1940 (I) 1960 (D) |
Desde sus inicios y hasta principios de los
años 50 el aeropuerto era un espacio aislado de la ciudad. La falta de planos
reguladores del crecimiento de la ciudad, aunado, seguramente, a la corrupción,
permitieron que el área urbana creciera precisamente hacia el Oriente y rodeara la zona aeroportuaria tanto del
lado del entonces Distrito Federal como del Estado de México, con lo cual se
limitó el crecimiento de la superficie del aeropuerto. La forma en que se
intentó satisfacer la creciente demanda fue mediante las remodelaciones y
ampliaciones someramente descritas en párrafos anteriores.
El continuo incremento del tránsito aéreo y de
flujo de pasajeros obligaba, desde mediados de los años 90, a la construcción
de un nuevo aeropuerto en el mejor lugar posible. En 2001 el entonces
Presidente lanzó una convocatoria para su construcción en la zona federal del
ex Vaso de Texcoco. Un levantamiento de ejidatarios que sintieron que se les
pagaría muy poco por sus tierras, llevó a la cancelación del proyecto.
Ante esta situación la siguiente administración encargó la
preparación de estudios técnicos para que el proyecto de la construcción de un
nuevo aeropuerto para la ciudad de México pudiera ser retomado por el siguiente
gobierno. El proyecto excluye las tierras que causaron conflictos y fue
anunciado el 2 de septiembre de 2014 por el actual
Presidente de la República.
La selección del
sitio se llevó a cabo con base en estudios técnicos y de factibilidad
realizados por Arup, la corporación MITRE,
la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO),
la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y el Instituto
de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México y se determinó
en la Zona Federal del Ex-lago de Texcoco a 15 km del centro de la Ciudad
de México.
Independientemente
de la decisión que tome el gobierno entrante, me parece que la lección de
tantos años de “parches” es evitar el crecimiento poblacional y urbano en torno
al nuevo aeropuerto a fin de no limitar su crecimiento y sólo permitir
instalaciones de apoyo a los viajeros.
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