domingo, 15 de julio de 2012

LA CALIDAD DEL PERIODISMO EN MEXICO

¿De qué depende la calidad del periodismo: de la información, del medio, del gusto del público? ¿Los parámetros “noticiosos” de los medios coinciden con los criterios de calidad del público?

En un artículo denominado “kelvin mckenzieDefiniendo la calidad”, el periodista Kelvin Mckenzie, ex editor de The Sun (Gran Bretaña) comenta: "Yo he escrito artículos en diarios por más de veinte años y nunca nadie les preguntó a mis lectores si mi trabajo era bueno. Los premios que recibe el periodismo son decididos por sus pares, no por el público lector. Hoy la definición de calidad ha pasado a ser decisión del lector en cuyas manos está el destino del periodismo".

Curiosamente Mckenzie fue un editor muy controvertido por sus primeras planas sensacionalistas, muchas veces equivocadas o francamente falsas, al grado que muchos críticos acusaron al diario de “inventar noticias” y ser exagerado.

Pero ¿realmente la calidad del periodismo en México depende del lector? Los medios en nuestro país –impresos, electrónicos o en internet- se han esforzado por brindar a sus audiencias primicias (ser los primeros en dar la información del momento aún a riesgo de cometer errores u omisiones), mostrar gráficamente los hechos (ya sea en fotos, videos o infografías, aunque puedan ser imágenes crudas u ofensivas), estar en el lugar mismo de la noticia (aún a costa de la seguridad del periodista) y dar exclusivas (sean entrevistas, investigaciones especiales, imágenes, etc.).

En función a ello, entre otros factores relacionados con criterios editoriales, tendencias de sus opinadores, percepción de objetividad y varios más, la audiencia decide su preferencia por determinados medios. Pero ¿tener primicias erróneas, imágenes de la realidad o transmitir desde el lugar de los hechos es sinónimo de periodismo de calidad?

A la luz de muchos empresarios, si no se habla o se escribe bien de sus negocios o productos a pesar de haber dado información o entrevistas, el medio respectivo no tiene calidad. A lo largo de mi vida profesional he escuchado expresiones que se traducen en frases como: “El reportero no entendió nada de lo que le dije”, “toda la información que di está tergiversada”, “me sacaron de contexto”, “La cabeza no tiene nada que ver con la información”, “está mal escrito mi nombre”, “Eso no lo dije, ni siquiera he dado entrevista a ese medio”, “El nombre de la empresa está correcto pero el logo es el de la competencia”.

Por el lado de los medios, estos basan sus criterios de calidad en los atributos de la información e imágenes que se les proporciona, en la oportunidad de la entrega de estos y en los datos que obtienen de sus entrevistados, en el caso de que se les haya concedido una entrevista. De ellos he escuchado expresiones como: “la información que enviaste es muy comercial”, “¿por qué no dan cifras?”, “lo que tu cliente quiere es un anuncio, no un reportaje”, “eso no es noticia”, “pasé la nota pero el editor la quitó”, “había otras notas más interesantes y por eso no entró tu información”, “ahora sí consígueme la de ocho (columnas)”, “a mí no me llegó la información”, “me enteré del evento por otros compañeros” y otras frases más o menos similares.

En la búsqueda de una respuesta a las interrogantes planteadas en el primer párrafo, encontré un estudio realizado por el Instituto de Comunicación Social de la Universidad Católica Argentina (“Medición de la Calidad Periodística: La Información y su Público”), que puso a los lectores de los diarios El Clarín y La Nación en el papel de periodistas, para tratar de determinar sus referentes de calidad de las noticias y contrastarlos con los de los periodistas.

Algunas de sus conclusiones del estudio son las siguientes:

· En tanto los diarios privilegian las noticias actuales, los lectores prefieren las atemporales. Al parecer el público prefiere acceder a la información del momento a través de medios como el internet, la radio y la televisión por su inmediatez en la transmisión de las noticias y dejan a los diarios como el medio para profundizar en la información. IMPACTO EMOCIONAL

· Los lectores eligen acontecimientos emocionalmente más relevantes que los seleccionados por los diarios. Se podría inferir que ello obedece a un relativamente escaso volumen de noticias de alto impacto emocional o a una pérdida de valor de este criterio a la hora de la selección de las noticias por parte de los periodistas.

· Los lectores privilegian las noticias que impactan en un mayor número de población. Prefieren aquellas con consecuencias nacionales y/o regionales, mientras que los diarios dedican mayor espacio a las noticias que involucran a segmentos sociales o grupos especiales. Al parecer la selección de información que hacen los medios se guía por la decisión de ofrecer espacio a determinados segmentos sociales/minorías.

· El público atribuye mayor importancia a la contextualización de la información y a las consecuencias de la noticia que a sus causas y antecedentes. La contextualización permite una mejor comprensión de la noticia, situando al lector en las consecuencias que se desprenden de los hechos. Los medios, en cambio, dan más valor y significado a los antecedentes de la noticia.

· Diarios y público coinciden en un 50% de los casos en la necesidad de la presencia de observación periodística. Cabe recordar que "observación" no quiere decir "opinión", pero sí implica interpretación de los datos y ubicación de los mismos en el contexto social, histórico, político, etc. Por eso mismo, a través de este indicador se puede llegar a sopesar la idoneidad de los periodistas que no son meros transmisores sino procesadores de la información, para lo cual hace falta formación, estudio.

· En cuanto al núcleo de la información el público prefiere que las noticias muestren los hechos en lugar de las especulaciones sobre los mismos.

· Mientras los diarios enfocan las noticias desde el ángulo del conflicto, los lectores se interesan por aquella información que resalta el interés humano. Si bien los diarios ENFOQUE DE LA INFOvaloran el conflicto por encima de otros enfoques, el interés de los lectores reclama una revisión de este criterio.

· Los diarios sobrevaloran el material fotográfico a diferencia de los lectores que no consideran que la foto agregue valor a las noticias. En cambio, restan importancia a los gráficos e infografías que para el público resultan elementos valiosos para la comprensión de las noticias.

De regreso a México, me parece, en base a la experiencia, que tanto medios como empresas privadas y públicas buscan hacer el trabajo informativo con calidad, aun con deficiencias de uno y otro lado. Pero aún no he encontrado algún referente científico que permita tener una idea de las apreciación del público sobre la calidad del periodismo en nuestro país. Las preguntas prevalecen: ¿De qué depende la calidad del periodismo: de la información, del medio, del gusto del público? ¿Los parámetros “noticiosos” de los medios coinciden con los criterios de calidad del público?  Hasta ahora el único referente que tengo son los comentarios que ya he mencionado. ¿Alguien conoce alguna referencia al respecto?

martes, 10 de julio de 2012

LAS ENTREVISTAS DE EPN

En días recientes vi en CNN dos entrevistas a Enrique Peña Nieto, que lo muestran inseguro y poco confiable. Ello me lleva a reflexionar sobre la importancia de preparase para enfrentar adecuadamente cualquier imprevisto durante una entrevista.

Se dice que Henry Kissinger preguntaba a los reporteros si tenían preguntas para sus respuestas. Me da la impresión de que en el caso de estas entrevistas de CNN, los conductores tenían las preguntas para las respuestas que ya estaban escritas en un apuntador óptico o “teleprompter”, a juzgar por el video en el que se ve cómo Peña hace significativas pausas como esperando al apuntador, además de que en uno de los videos se escucha cómo el traductor español-inglés anticipa una frase a lo que expresaba Peña (“en el que Estados Unidos juega un papel relevante…”).

La primera entrevista fue el día 5 de julio y la realizó Christiane Amanpour, Jefe de Corresponsales y conductora del programa nocturno de entrevistas de CNN Internacional; la segunda se transmitió el día 8 en el programa de Fareed Zacharia GPS (Global Public Square).

Me sorprende que estas situaciones las viva alguien que está acostumbrado a las entrevistas en todo tipo de medios, especialmente los televisivos, y en diversas circunstancias –no necesariamente pre concertadas y/o convenidas. De hecho en la primera semana después de la votación ya había concedido unas 40 a medios internacionales. Por eso resulta inquietante que quien aspira a gobernar el país exhiba pocos recursos para salir airoso de una situación inesperada (como también sucedió en el célebre evento de la FIL).

Las entrevistas se transmitieron “en vivo”, de otra forma se hubieran realizado cortes y ediciones para dar la debida continuidad y fluidez a las expresiones del entrevistado. Por ello, y con mayor razón, es muy importante preparar la entrevista para tener claridad en lo que se quiere comunicar y lograrlo de manera espontánea para proyectar frescura y credibilidad, lo que no permite el apuntador electrónico en cualquiera de sus formas.

Por eso es extraño que Peña haya evidenciado carencias sobre temas que ha abordado en diversas ocasiones y de los que tiene muy aprendida la esencia de los mensajes a comunicar.

La experiencia da pié para recordar algunas de las cosas básicas que un vocero aprende durante los entrenamientos para el control de entrevistas con medios.

Preparación previa.
Prepararse para una entrevista implica aprovechar la oportunidad para transmitir los mensajes fundamentales, independientemente de la agenda o las preguntas que haya preparado el periodista o de que la entrevista haya sido pactada bajo ciertos términos. El reportero ejerce su profesión 24 horas al día y tener enfrente a una personalidad en el terreno financiero, cultural, político, intelectual, científico o cualquier otro campo, significa la oportunidad de lograr una declaración exclusiva que se convierta en noticia y/o que fije agenda durante los siguientes días.

La mayoría de las veces, el reportero se prepara para la entrevista. En teoría, el entrevistado también debería estar preparado para estar en igualdad de circunstancias, sobre todo si se trata de una “exclusiva”. Esa preparación implica conocer bien el tema objeto de la entrevista, tener claros los mensajes a comunicar y determinar previamente los datos que más le pueden interesar al reportero y al público en general.

Durante la entrevista
El tono de una entrevista debe ser el de una conversación animada –atractiva y entusiasta, abierta y franca- en la que el entrevistado tiene la responsabilidad de mantener la concentración. Eso implica que, si no conoce la respuesta a una pregunta, pueda emplear una transición idiomática que lo lleve a un terreno cómodo, sin sorpresas o pausas de silencio que comunican mucho más de lo que uno pudiera imaginar. (¿Recuerdan la famosa entrevista de Carlos Loret a Verónica Ortiz sobre los gastos de la fundación Vamos México? El silencio de ella fue “mortal”; él había preparado la entrevista, ella no).

Las respuestas deben ser concisas para aprovechar el tiempo en los medios electrónicos y para no abundar en demasiados datos que pueden confundir o desviar el objetivo de comunicación. El entrevistado debe ser capaz de concretar sus pensamientos en unas cuantas frases que vayan al grano.

Un buen entrevistado toma la iniciativa, contextualiza, explica y enfatiza las ideas que más le importan y corrige de inmediato, pero sin confrontar, las aseveraciones erróneas del entrevistador. Si le hacen preguntas negativas, responde en tono positivo y no hace suyas las connotaciones maliciosas del entrevistador.

Hay muchas más recomendaciones que se relacionan con la forma de expresarse, la manera de responder especialmente ante preguntas incómodas, la preparación previa de preguntas y respuestas y el cuidado personal y la manera de vestir, entre varios aspectos más.

Seguramente Peña Nieto ha dado muchas entrevistas y ha recibido buenos entrenamientos para el manejo de entrevistas. Hoy resulta importante que refuerce sus habilidades comunicativas ya que, partiendo de la alta posibilidad de que sea quien nos gobierne en los próximos seis años, será muy observado y cuestionado en su desempeño. Sus siguientes entrevistas deberán proyectar conocimiento y seguridad para dar confiabilidad. ¿Qué le pasó en estas entrevistas de CNN?

lunes, 2 de julio de 2012

LA ESPIRAL DEL SILENCIO Y LA OPINIÓN PÚBLICA

Pocos temas crean unanimidad de opinión en una sociedad y, especialmente en política y luego de una elección presidencial, la opinión pública siempre estará dividida.

Las opiniones vertidas por diferentes actores durante el tiempo de las campañas, a través de manifestacielisabeth%20noelle_neumannones públicas, redes sociales y medios de comunicación y lo que se expresará en los siguientes días y semanas sobre partidos y candidatos, me hicieron evocar la teoría de la “espiral del silencio” de la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann (1916-2010) sobre cómo la percepción de la opinión pública puede influir en el comportamiento de un individuo.

Para ella, las corrientes de opinión dominantes generan una atracción e incrementan su fuerza por el sentimiento de protección que brinda el estar con una mayoría. Según esto, el individuo, para ser aceptado, tiende a no expresar en público sus opiniones si éstas chocan contra las ideas percibidas como mayoritarias. Es decir, el miedo al aislamiento produce la adhesión pública a aquellas posturas que más presencia tienen en los medios y, por ende, en el espacio público.

La espiral del silencio parte del supuesto básico de que la mayor parte de las personas tienen miedo al aislamiento y buscan unirse a las mayorías, pero antes de manifestar sus opiniones tratan de identificar las ideas para luego sumarse a la opinión mayorESPIRAL DE SILENCIOitaria o consensuada. En palabras de la autora: “Es un proceso en espiral que incita a otros individuos a percibir los cambios de opinión y a seguirlos hasta que una opinión se establece como la actitud prevaleciente, mientras que la otra opinión la aportarán y rechazarán todos, a excepción de los duros de espíritu, que todavía persisten en esa opinión. He propuesto el término espiral del silencio para describir este mecanismo psicológico.”

De acuerdo con Noelle-Neuman, la principal fuente de información son los medios de comunicación mismos que, al definir el clima de opinión sobre algún asunto, buscan controlar a la opinión pública. Por tanto las organizaciones (partidos políticos, gobiernos, grupos de interés, ONGs, empresas, etc.) más hábiles para influir en la prensa, en la radio y en la televisión, tendrán más éxito en la batalla de las ideas y, consecuentemente, sus opiniones serán percibidas como mayoritarias.

Cuando fue expuesta por primera vez en 1977, esta teoría se aplicaba a la televisión por ser el medio de comunicación masivo y de influencia por excelencia; era el conducto por el que se informaban millones de personas al mismo tiempo.

Sin perder de vista que quién tiene la habilidad de acceder y/o proponer la agenda de los grandes medios de comunicación cuenta con una ventaja estratégica, no hay que olvidar que el desarrollo de Internet ha producido una fragmentación de las fuentes de información, una variación en los criterios de selección de noticias, y que el ciudadano común tenga a su alcance medios de expresión para sus ideas. Hoy la repetición de la información a través de las redes sociales es la que genera un espiral en la que las voces individuales contrarias a una tendencia masiva tienden a guardar silencio.

En ese sentido no deja de sorprender que, en un determinado momento, sólo un reducido número de personas logran conformar una opinión pública sobre un tema particular, incidiendo sobre los medios de comunicación, especialmente cuando estudios psicológicos y sociológicos han determinado que el público tiende a ser pasivo y son pocos los temas que pueden crear una opinión universal por parte de toda una ciudadanía. Me parece que un ejemplo de ello puede ser el #yosoy132, una opinión acotada a ciertos grupos, contrario al incendio en la guardería ABC de Hermosillo que unió una opinión de toda una sociedad.

Ante ello se podría entrar al debate de qué es realmente la opinión pública. Si es la suma de varias opiniones sobre un tema: ¿De qué tamaño tendría que ser el universo de opiniones para que sea considerada “pública”?

A raíz del inicio de las campañas políticas en México se empezaron a generar sondeos de opinión y encuestas que reflejaban la simpatía o rechazo de ciudadanos hacia cada uno de los aspirantes presidenciales. Los resultados de esas encuestPoll%20of%20Polls%20encuesta%20a%20Marzo%20del%202012as ¿formaron opinión? ¿Influyeron en las tendencias? ¿Fueron correctamente interpretados? Hace seis años dichos sondeos reflejaban una relación de intensión de voto de 36% favorable al PRD sobre un 31% del PAN. Hoy, seguramente no es el caso, pero en el caso del PRI había sondeos que le daban un porcentaje por arriba de 40 por ciento.

En este sentido, quizá vale la pena recordar lo que decía el sociólogo francés Pierre Bourdieu (1930 – 2002): "la opinión pública no existe", al considerar que la estadística no es garantía de imparcialidad, pues “al ser un análisis social no hay neutralidad valorativa en la formulación de los protocolos y cuestionarios”.

Aunado a ello, finalmente, habría que considerar temas técnicos como el tamaño de la muestra, la representatividad de la población, la desviación estándar, etc., pero, sobre todo, el papel de los propios medios de comunicación que, además de tomar postura, difunden las opiniones que dictan sus políticas editoriales o las tendencias/intereses de sus propietarios. De esta manera ¿Quién o cómo se forma la opinión pública? ¿La opinión pública puede desencadenar acontecimientos o son éstos los que generan aquella?