lunes, 25 de noviembre de 2013

SI LA TECNOLOGÍA DE HOY HUBIERA EXISTIDO EL SIGLO PASADO

Hablar del “siglo pasado” es, por lo general, referirse a cosas o situaciones que han sido rebasadas por la modernidad. En materia de medios de comunicación en México, ello significa hablar de diarios y revistas que han desaparecido o de otros que han tenido que evolucionar, de una radio en AM que mayormente transmitía música y de una televisión limitada a 4 canales.

Sin afán de construir una historia, basta recordar que aún cuando desde 1947 ya existía un noticiario radiofónico en Radio XEX, en la ciudad de México, la programación transitaba de lo folclórico y entretenido (música y programas de entretenimiento como “Dr. IQ”, “Cri Cri” o “La Hora del aficionado”) a lo melodramático (fundamentalmente radionovelas dramatizadas en vivo) y que fue a inicios de los cincuentas, cuando comenzaron algunos servicios informativos en la televisión mexicana tales como: “El Noticiero Celanese”, con Paco Malgesto, “Cuestión  de Minutos”, con Enrique Figueroa,, y “el Noticiero Excélsior”, conducido por Ignacio Martínez Carpinteiro. A ellos siguieron: “El Noticiero General Motors” con Guillermo Vela, el recién fallecido Pedro Ferriz como locutor comercial y Jacobo Zabludovsky como redactor, y para 1957 el “Noticiero Novedades”, conducido por Eduardo Charpenel y realizado por el mismo Zabludovsky.

COLLAGE USSi se considera que estos servicios noticiosos se producían en su mayoría a partir de información ya publicada en los principales diarios y la de algunos cables de agencias internacionales, sin prácticamente reporteros para cubrir los acontecimientos, la noticia del asesinato de John F. Kennedy en 1963 tuvo una difusión sorprendente, no sólo por el acontecimiento mismo, sino por la velocidad en la que se difundió aun cuando a mediados de los sesentas la radio en la ciudad de México mantenía una programación musical y no fue sino a partir del conflictivo 1968 que se empezaron a desarrollar en el país la radio y televisión informativas; se multiplicaron los noticiarios y se generó competencia por encontrar la noticia y ganar audiencia.

Aún en los Estados Unidos este acontecimiento marcó el inicio de una nueva era mediática. Los reporteros que acompañaban la comitiva presidencial eran parte de la avanzada y por lo que no fueron testigos presenciales; adicionalmente no había la posibilidad de una transmisión en video durante el recorrido. De hecho, aun no existía el video como hoy lo conocemos y todas las imágenes de los noticiarios se filmaban con cámaras de 16 milímetros que debían ser procesadas mediante inter-negativos para poder ser transmitidas al aire.

La escena que todos conocemos del momento de los dos impactos sobre la persona de Kennedy fue filmada por un empresario que estaba probando su flamante y moderna cámara de super8, la Bell&Howell 414PD, sin audio; dura 26 segundos y es la película de aficionado que más veces se ha estudiado y analizado para intentar descubrir lo que pasó realmente. Hace 50 años los miles de asistentes que hacían valla no tenían todavía medios para grabar la llegada de su presidente a la ciudad.CABLE

La agencia noticiosa United Press International (UPI) fue la primera en tener la historia. Su comunicado fue simple y lo envió a las redacciones de todo el mundo: "Kennedy, herido de gravedad. Quizá mortalmente por la bala de un asesino". 

A partir de ese momento, la radio –seguramente de todo el mundo- interrumpió su programación habitual para informar del suceso, en tanto, las televisoras dieron la noticia sin 9873126_1las imágenes del momento. Ike Altgens un fotógrafo de la agencia Associated Press, que estaba a nueve metros de distancia vivió el instante y en las primeras 24 horas después del magnicidio, sus tres fotografías fueron las únicas en circular. Una de ellas, en las que se aprecia a Kennedy llevándose la mano al cuello por efecto del primer disparo, ha sido continuamente analizada.

 

Si el hoy hubiera sido ayer

Hace 50 años no había celulares, cámaras digitales, internet ni redes sociales. Si ese evento hubiera ocurrido en el presente, seguramente se tendrían evidencias y testimonios desde diferentes ángulos y a través de computadora se recrearía toda la visita de Kennedy a Dallas, hasta el instante en que recibe los impactos de bala.

En México seguramente el Twitter estaría repleto de comentarios e imágenes al respecto; indudablemente sería un Trending Topic. Los radiodifusoras estarían en transmisión continua y presionando a sus corresponsales para obtener entrevistas exclusivas con funcionarios, médicos, el procurador de justicia, el gobernador del Estado, el alcalde de Dallas, testigos presenciales; estarían invitando a analistas políticos y expertos en relaciones exteriores para comentar sobre el tema, por citar algunas posibles actividades.

Los medios impresos estarían muy activos en sus portales electrónicos abundando en información que diera contexto a la situación en Dallas: la posición de Kennedy respecto a Cuba y Bahía de Cochinos, la historia trágica de la familia, la historia de Jacqueline y cómo JFK MEXICOconoció a John, cronología de la carrera política de JFK, fotos de cuando era niño y de su etapa de estudiante, el cumpleaños con Marylin Monroe, su visita a México el año anterior con un trayecto lleno de burócratas “invitados” a hacer valla y una lluvia de papeles (al más puro  estilo priista de antaño), entre otros materiales de posible interés público.

Las televisoras estaría caminando sobre la delgada línea que separa la información del espectáculo, y los canales más importantes y los dedicados a noticias estarían transmitiendo ininterrumpidamente desde Dallas recreando la escena; sus corresponsales a las puertas del hospital cazando declaraciones de funcionarios, buscando tomas cerradas sobre la limosina presidencial y el rastro de sangre, o intentando entrar al edificio desde el que se disparó. Sus reporteros en Nueva York estarían informando desde la Bolsa de Valores en tanto los de Washington estarían pendientes en el Congreso, el Pentágono y en las instalaciones de la propia Casa Blanca buscando declaraciones y aguardando a la toma de protesta del Presidente sustituto.

En tanto, en los estudios en México estarían integrando eternas mesas de debate con líderes de opinión, analistas y periodistas para intercambiar ideas sobre las causas del homicidio y los probables autores intelectuales y materiales, con continuos cortes para presentar avances noticiosos con los corresponsales.

Por otra parte, todas las imágenes, fijas y en video, estarían circulando de forma instantánea y los reporteros no se estarían dando abasto con el trabajo y gracias a la tecnología se podrían tener detalles e información actualizada en tiempo real.

En resumen: si la tecnología de hace 50 años hubiera sido la que hoy tenemos, los públicos en todo el mundo hubieran tenido información al instante a través de las redes sociales y de las páginas web de los diferentes medios a través de los teléfonos inteligentes y buscarían complementar el panorama a través de la radio y la televisión. No obstante no sería seguro que se tuviera identificado a los autores intelectuales y materiales del magnicidio, ni las causas que lo motivaron. Cosas de la política.

lunes, 18 de noviembre de 2013

SOBRE LAS CRISIS EN REDES SOCIALES

Las redes sociales figuran cada vez más en los sistemas de monitoreo de las organizaciones públicas y privadas, pero también dentro de los canales de comunicación a emplear para sus estrategias de relaciones públicas.

Un tuit o un video en   que se conviertan en tema tendencia (trending topic), ya sea espontáneo o promovido deliberadamente, pueden lesionar, posicionar o fortalecer una reputación institucional o personal. Ello sólo requiere de no más de 15 minutos que dura una tendencia en las redes sociales y su efecto depende de la cantidad de usuarios de las redes sociales y de los reenvíos (retweets), tanto por el lado de los usuarios personales como de las instituciones. uso-internet-mexico-2013-2

Datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) citados por Ilifebelt America Central, revelan que en México más de 40 millones de personas ya se conectan a la Red de Redes con un promedio diario de navegación de 4 Horas con 9 minutos y que 8 de cada 10 empresas tienen un perfil activo en Redes Sociales (92% en Facebook y 86% en Twitter). Asimismo expone que 90% de quienes usan internet tiene cuenta en Facebook (de hecho las estadísticas de Facebook afirman que actualmente hay más de 41 millones de mexicanos con un perfil activo en esta red social), 60% tiene cuenta en Youtube, 56% tiene cuenta en Twitter, 34% en Google+ y 25% en Hi5.

No obstante los millones de usuarios de las redes sociales, potenciales generadores de una tendencia, ésta sólo lo es en el momento en que se produce y su tiempo promedio de vida es de un máximo de 15 minutos, aunque muchos no alcanzan los 5 minutos en la cima de los comentarios. De cualquier forma, es tiempo más que suficiente para que los medios de comunicación social (radio, televisión, portales de noticias y medios impresos) se encarguen de prolongar su vida y sus efectos, positivos o negativos, en los públicos.

Es entonces cuando puede surgir una crisis en las redes sociales que luego puede magnificarse. Es precisamente por ello que estos canales de comunicación están siendo cada vez más monitoreados por las instituciones y por eso es importante reaccionar de la forma más adecuada para poder tener algún control de la comunicación.

Siempre he considerado que el trabajo de relación con medios debe tener un horario similar al de los propios medios y, por lo tanto es una labor de 24 horas, durante los 7 días de la semana los 365 días del año. Nadie sabe en qué momento un mensaje en las redes sociales, o un incidente de trabajo, desate una crisis a través del internet a la que hay que responder de forma estratégica.

UN PAR DE EJEMPLOS

Ejemplos de buenos y malos manejos de crisis en las redes sociales hay varios, en México y en el mundo y se hace evidente que cada vez más las instituciones son juzgadas por la forma en que se comunican a través de las redes sociales, especialmente cuando enfrentan una crisis. Los siguientes casos ejemplifican una buena y una mala operación de comunicación dentro de la misma industria:

Recientemente comenté en este blog sobre el accidente del avión de Asiana en el aeropuerto de San Francisco, el pasado 6 de julio, y expuse el papel que jugaron testigos, pasajeros y medios de comunicación. ¿Y la empresa?

Durante seis horas después del accidente, la aerolínea guardó silencio hasta que publicó un tuit en donde expresaba: “Gracias por su preocupación y apoyo. Estamos investigando y actualizaremos la información tan pronto como sea posible”.

En ese lapso no planearon una estrategia de comunicación. Su primer falla fue no dar información inmediata o por lo menos emplear la misma red social para hacer notar su preocupación por el accidente. En su tuit no quedó claro quién era el responsable de la información, qué era exactamente lo que se estaba investigando ni qué estaba haciendo en apoyo a los pasajeros.

Dos horas después de ese tuit emitió un comunicado de prensa con la siguiente información:

  • Ruta, itinerario y hora del accidente.
  • Número de pasajeros y tripulantes
  • Se está investigando la causa y cooperará en ello con las autoridades.

En esas horas se generó un vacío de comunicación que fue llenado por terceros a través de las redes y en los portales informativos, lo que provocó la transmisión de información errónea que alejó la percepción pública de la realidad, afectando la imagen de la aerolínea.

En contraste, días más tarde, el 22 de julio, el equipo de relación con medios de Southwest Airlines mostró un manejo reactivo estratégico. A las 5:45 de la tarde de ese día, un Boeing 737 de la aerolínea perdió el tren de aterrizaje al tocar tierra en el aeropuerto La Guardia, en Nueva York. No hubo fuego, se reSin títuloportaron 10 heridos leves y 8 que requirieron hospitalización.

No obstante la levedad del accidente, media hora después del mismo el equipo de medios de la empresa publicó un primer tuit sobre la situación y 10 minutos después de este publicó un comunicado en su portal en internet con la siguiente información:

 

  • Ruta, itinerario y hora del incidente
  • Número de pasajeros y tripulantes y atención a los lesionados
  • Antecedentes del avión
  • Colaboración con las autoridades para la investigación del evento.

Al asumir el liderazgo de la comunicación pudo tener un mejor control sobre el flujo de información a través de diversos canales, incluidas las redes sociales, y logró mostrarse como una empresa abierta, honesta y confiable.

Queda claro que la reacción ante una crisis en las redes sociales debe ser estratégica. Considero que algunos factores clave para tener éxito son los siguientes:

  • Rapidez en la respuesta.- aun cuando sólo sea para manifestar solidaridad con el público y expresar que se está operando una solución a la situación, en tanto se obtiene la información fidedigna de la situación.
  • No reaccionar emocionalmente.- Ello sólo alimentará la animadversión hacia la institución o sus directivos.
  • Prestar atención a todos los comentarios en las redes sociales.- Una queja o comentario de descontento en redes sociales, requiere atención personalizada para mostrar el interés en resolver la situación.
  • No bloquear tuits o comentarios.- Ello sólo evidencia que hay algo malo que se quiere esconder y es una manifestación de cobardía.
  • Ser coherente en los mensajes.- Es fundamental mantener un mensaje único para evitar confusiones. Tuits, mensajes de Face Book y comunicados de prensa deben ser consistentes.
  • No mentir.- Hasta la mentira más inocente puede agravar la situación, especialmente si se tuitea que la situación está bajo control cuando no es así. No hay nada como ser honesto.
  • No confrontar.- En tanto no se tenga claridad de la procedencia de un mensaje negativo en las redes sociales hay que evitar buscar responsables sin sustento.

Hoy por hoy es inevitable tener en el radar toda comunicación que fluye en estos canales masivos y abiertos.

lunes, 11 de noviembre de 2013

LA IMPORTANCIA DE LOS PÚBLICOS EN LAS ESTRATEGIAS DE RP

Un factor de éxito de las campañas de relaciones públicas radica en la determinación de los públicos a quienes se buscará influir y en la elección de los medios para lograrlo. Tengo la impresión de que las más de las veces se generaliza la segmentación de públicos olvidando que tienen características e intereses diversos y por tanto pueden interpretar de manera diferente una misma información, además de que por su diversidad e intereses grupales no acceden de manera uniforme a los mismos canales de comunicación.

Los públicos, chocantemente denominados en México con el anglicismo de “stakeholders” (término acuñado por Edward Freeman en 1984) pueden ser mejor denominados como las pates relacionadas a quienes se busca influir a través de las actividades o estrategias de relaciones públicas de una institución. Según Freeman, estas partes interesadas son las que tienen que ser consideradas como un elemento esencial en la planificación estratégica de negocios y, por ende, de sus programas de relaciones públicas.

Cada institución se relaciona con diferentes públicos de interés y cada uno, por su propia naturaleza, demanda canales y cifrado específico de mensajes; requiere un tratamiento específico, unos mensajes determinados y una cantidad de comunicación ajustada a sus necesidades e intereses. Inclusive catalogar como “públicos” a los medios de comunicación me parece un error, salvo que el objetivo de la estrategia sea busca influir a éstos. Los medios son eso: canales a través de los cuales se hacen llegar los mensajes a los públicos que en realidad quieren ser influenciados de una u otra manera.

El diseño de una estrategia de relaciones públicas requiere de una investigación previa sobre diferentes variables. Una de ellas debieran ser los públicos: saber cómo se integran, qué les interesa, a qué intereses responden, trata de identificar a sus líderes formales o informales, qué tanto se exponen a los medios de comunicación y, especialmente, qué actitudes manifiestas muestran sobre ciertas instituciones, especialmente aquella para la que se diseña la estrategia.

Una base para clasificación

Toda organización cuenta con lo que podía denominarse “públicos naturales” necesarios para su funcionamiento, que básicamente los integran:

  1. Empleados.- Todos aquellos que se encargan de procesar la materia prima en productos y/o servicios. Dentro de estos públicos hay que diferenciar entre los empleados administrativos y trabajadores en producción y ventas y directivos, los cuales tienen poder y capacidad de decisión dentro de la organización.
  2. Proveedores.- Organizaciones o individuos que suministran los elementos necesarios para la producción.
  3. Consumidores.- Ya sean empresas o personas que adquieren los productos o servicios para la producción y distribución de bienes, o bien los usuarios o consumidores finales de los productos o servicios de la organización. Stakeholder_(es)

A partir de ellos, se generan nuevos públicos con los que la institución puede interactuar en  algún momento, de acuerdo con su estrategia de negocios y la de relaciones públicas. Entre ellos se pueden mencionar:

  1. Las comunidades de impacto.- Las ciudades o barrios en donde tiene operaciones la institución, independientemente de que tengan una contacto directo con sus habitantes, pero que resultan afectados de una u otra forma por la organización.
  2. Instituciones y agrupaciones sociales o profesionales.- Son aquellas que por su naturaleza o sector de actividad pueden tener relación con la organización y pueden ser gubernamentales, financieras, sociales, medios de comunicación, deportivas, educativas, científicas, ambientalistas, etc.

Todos estos públicos genéricos se dividen en sub-públicos más específicos, de acuerdo a cada situación concreta de acción. La situación específica de cada momento definirá el carácter y la amplitud de cada público, el tipo de mensaje que se le deberá hace llegar, acorde con la estrategia, los medios de comunicación a través de los cuales se les hará llegar el mensaje y, especialmente el nivel de prioridad que cada uno deberá tener en la comunicación.

Por ejemplo: en el caso de una empresa que traslada su centro de producción de un lugar a otro, los empleados son un grupo prioritario que puede ser subdividido en: los que aceptan el movimiento y los que no sólo lo rechacen sino que pudieran realizar acciones para intentar impedirlo.Sin título

A fin de cuentas, la clasificación de los públicos no es tan simple como para separarlos, esquemática y estáticamente, en internos y externos (con sus correspondientes subdivisiones). El análisis de los públicos debe ser un estudio dinámico, basado en el análisis de las situaciones en las que actúa la organización.

Consideración sobre los medios

El otro factor es la definición de los medios de comunicación más adecuados para transmitir los mensajes, y para ello es importante tener en consideración algunas características  fundamentales de cada tipo de medio:

  • Medios impresos (diario y revistas).- Se caracterizan por devenir en fuente de consulta para públicos que por alguna razón no tienen acceso a los medios en línea, que hoy por hoy son la principal fuente de consulta.
  • La radio.- Tiene la ventaja de la flexibilidad y la capacidad de llegar a los diferentes públicos en cualquier lugar y en cualquier momento, inclusive por la vía de los teléfonos inteligentes, además de que tiene la inmediatez, en lo que sólo le compiten los medios en línea, en tanto se tengan al alcance.
  • La televisión.- Es el medio de comunicación que seguramente posee el mayor impacto emocional ya que por su fuerza visual logra que muchas situaciones se hagan cercanas al telespectador
  • Los medios en línea.- Están al alcance de públicos con un mayor potencial económico, interesado en nuevas idea y en enfoques frescos. Tienen además la posibilidad de incluir mayor información que le den contexto a los mensajes que se quieren comunicar. Su mayor competencia son las redes sociales. Los medios en línea son tan inmediatos como la radio, transmiten imágenes como la televisión e incluyen textos de forma similar a los diarios. En ellos, cada persona estructura su propia forma de lectura en función a gustos, intereses, vivencias, tiempos y otras características subjetivas.

En resumen, parte del éxito de una estrategia de relaciones públicas lo determina una determinación de los públicos realizada luego de un proceso de investigación, una adecuada mezcal de medios para transmitir y hacer llegar los mensajes, y cifrar la comunicación considerando medios y públicos.

lunes, 4 de noviembre de 2013

34 AÑOS DE LA PEOR TRAGEDIA AÉREA EN MÉXICO

-“Dos seis cero cinco: ¿ve las luces de aproximación a la izquierda?”
- “Negativo”
- “OK. Las luces de aproximación están en la pista dos tres izquierda, pero esa pista está cerrada al tráfico.”
- OK dos seis cero cinco”…
- “Subestación: el Western se acaba de estrellar

El diálogo anterior se dio entre las 5:41 y las 5:43 horas de la mañana del miércoles 31 de octubre de 1979, entre la torre de control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la tripulación del vuelo 2605 de Westerns Airlines, procedente de Los Ángeles.

Se trataba del peor desastre aéreo en la ciudad de México en toda su historia. Tragedia que pudo ser de mucha mayor magnitud ya que el avión sin control, se proyectaba hacia el edificio terminal en cuya última posición en ese entonces, la número 17, se encontraba listo para iniciar el abordaje un Jumbo 747 y sus casi 400 pasajeros se preparaban en la sala de última espera para abordar. De ahí hacia el otro extremo del edificio, había otros aviones que, o cargaban combustible, o empezaban a moverse para despegar. Ni qué pensar si el Western se hubiera impactado sobre cualquiera de ellos.

Independientemente de que de inmediato entraron en acción los cuerpos de emergencia del propio aeropuerto, poco a poco empezaron a llegar los medios de comunicación para cubrir2605tail este evento: los primeros, los de la oficina de prensa del propio aeropuerto y los reporteros de guardia que los principales diarios asignaban para estar pendientes de cualquier noticia que pudiera surgir. De ellos surgen las primeras informaciones públicas al respecto.

Felipe Villegas, quien laboraba en la oficina de prensa del AICM y colaboraba como redactor en El Universal, narró su vivencia: “Sabía que un avión estaba aterrizando y en unos segundos habría de aparecer en la plataforma, pero el ‘ronroneo’ característico de los jets no se escuchaba. Fue quizá sólo un segundo el que reflexioné en esto. Enseguida salí corriendo hacia la bola de fuego sin un propósito definido; no pensaba en que iba tras una ‘nota’ ni en que podría ayudar si algo hubiera pasado. Simplemente corría hacia allá –hacia el fuego y el ruido- sin más propósito que saber, porque algo, algo terrible había pasado, indudablemente. Estoy seguro de que cuantos nos encontrábamos en el aeropuerto vivimos momentos semejantes.

LAS SOLICITUDES DE LOS MEDIOS

Conforme avanzaba la mañana, los medios de comunicación se volvían más demandantes de información. En la oficina de prensa los teléfonos no dejaban de sonar: cuando no era un reportero de algún periódico o noticiario de Los Ángeles, eran reporteros de medios de comunicación de diferentes estados del país o los productores de los principales noticiarios de radio (Monitor de Radio Red) y televisión (24 Horas) con solicitudes muy puntuales.

Como sucede cuando ocurre una desgracia semejante, lo primero que querían saber era si ya se sabía la causa del accidente y quién era el responsable; luego de ello, detalles como: número de pasajeros y tripulantes; muertos y sobrevivientes; quién se hace cargo de los deudos… y de ahí, cualquier cantidad de solicitudes de información.

Pero seguramente una de las solicitudes más peculiares provino del equipo de producción de 24 Horas: Un avión a escala del mismo modelo (DC-10) que se estrelló; datos sobre las dos pistas del aeropuerto: largo y ancho de cada una; distancia entre ambas pistas; largo total del edificio terminal, y espacio en metros entre el edificio terminal y el de la oficina de correos contra la que se estrelló el avión.

Hace 34 años no había las facilidades de comunicación ni la
tecnología de computación que hoy día nos permiten la inmediatez en la transmisión de la información y la recreación electrónica de situaciones.

Lo más avanzado en esa época eran los teletipos; fotos y películas tenían que procesarse y enviarse con motociclistas. En la actualidad es posible realizar una
simulación computarizada como las que se han hecho sobre el accidente del avión de Asiana Airlines en el Aeropuerto de San Francisco el pasado mes de julio, con lo que el público puede tener una idea casi real del accidente.

Ante esta carencia tecnológica, en el estudio de televisión del noticiario se construyó una maqueta a escala del aeropuerto, sobre la que el conductor, Jacobo Zabludovsky, con la información con que se contaba a esa hora, explicó, moviendo él mismo el avión a escala que se le consiguió, la forma en que había ocurrido el accidente, desde el momento de la aproximación hasta que se estrella. Junto con ello, también transmitió el audio de las conversaciones entre el piloto y la torre de control.

Al día siguiente, la noticia fue primera plana y se prolongó durante varios días más conforme avanzaba la investigación sobre la causa probable del accidente. Los diarios más importantes de México destacaban en sus encabezados:collage ·

  • “El piloto entró en una pista que no estaba en operación”. ·
  • “Sólo 17 sobrevivieron en la tremenda tragedia aérea”. ·
  • “El avionazo fue una suma de errores”. ·
  • “Error de pilotaje fue la causa”.

Por su parte, los diarios en Estados Unidos señalaban, entre otros encabezados: ·
  • “75 people killed, 15 survive DC-10 crash in Mexico”. ·
  •  “Runway confusion tied to jet crash”. ·
  •  “Crew fails to call check heights on Mexico City approach”.
La investigación del accidente recurrió, entre otros elementos, al análisis de las grabadoras de voz: la que registra las conversaciones entre pilotos y torre de control y la de la cabina, que almacena las pláticas dentro de la cabina del avión.

Algunos medios hicieron notar dos lapsos de silencio: el primero, entre que la torre dice: “OK. Las luces de aproximación están en la pista dos tres izquierda, pero esa pista está cerrada al tráfico” (5- 41’54”), a que el piloto responde: “OK dos seis cero cinco” (5-42’42”); el segundo, entre esta respuesta y el reporte de la torre: “Subestación: el Western se acaba de estrellar” (5-43’08”).

Lo que me parece que ningún medio tuvo oportunidad de escuchar fue la conversación en cabina en ese último lapso:
- “Charly, dijeron dos tres derecha
-” ¿No dijeron dos tres izquierda?
- “¡Aborta! ¡Aborta!”

Al intentar abortar el descenso ya era demasiado tarde: el tren de aterrizaje del lado derecho se desprendió al golpear un camión materialista que circulaba en la pista cerrada, iniciando la tragedia.

El 14 de julio del año siguiente el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, emitió recomendaciones de seguridad en que refiere: “Aunque la aeronave tenía autorización para el aterrizaje por Tepexpan y se le notificó que la pista para hacerlo era la 23 derecha, la tripulación continuó la aproximación hacia la 23 izquierda, que estaba cerrada por reparaciones. El avión golpeó severamente maquinaria pesada sobre la pista 23 izquierda cuando la tripulación intentó ejecutar una aproximación fallida. De los 76 pasajeros y 13 tripulantes a bordo, 61 pasajeros y 11 tripulantes murieron y 13 pasajeros y 2 tripulantes resultaron severamente heridos. Una persona en tierra también murió. La tripulación fue advertida en por lo menos cuatro ocasiones tanto por el Centro de Control de Tráfico Aéreo como por la torre de control, que tenían que aterrizar en la pista 23 derecha…

No obstante este y otros accidentes aéreos, la aviación sigue siendo una forma segura de viajar y tema para generar noticia.