lunes, 30 de marzo de 2015

EL PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN

El caso Aristegui-MVS, más allá del tema laboral y político debe llevar a una reflexión sobre lo que implica el periodismo de investigación. Al parecer, la situación se desencadena por el reportaje de la famosa “casa blanca” de la actual esposa del Presidente de la República, producto de un trabajo de investigación periodística.

La historia del periodismo nos presenta casos de reportajes producto de meticulosas investigaciones que lo mismo han desentrañado situaciones de corrupción en la que se ven envueltos funcionarios gubernamentales, que tambalear gobiernos o incluso llevar a la renuncia de jefes de estado.

Este tipo de periodismo data de principios del siglo pasado, ejercido por periodistas identificados como “Muckrakers” (removedores de basura) que, en Estados Unidos, se dedicaban a denunciar públicamente la corrupción política, la explotación laboral y una serie de abusos, inmoralidades y trapos sucios de personajes e instituciones de la época y que evolucionó para convertirse en un periodismo de oposición al poder y que busca provocar respuestas.

Se trata de un estilo de periodismo que a partir de la década de los sesenta logra su consolidación a través de lo que se identificó como el “Nuevo Periodismo” surgido de una toma de conciencia de la libertad y derechos del pueblo frente a los gobernantes, influenciados por la revolución de mayo de 1968.

Surgieron así periodistas que no se conforman con las versiones oficiales; se vuelven desafiantes y escépticos frente al poder y velan por los intereses
ciudadanos. Seguramente el caso más memorable es el del “Watergate” que desembocó en la renuncia del entonces Presidente de los Estados Unidos, Richard  Nixon.  

En ese caso la prensa jugó un papel decisivo: Dos periodistas del Washington Post - Bob Woodward y Jonathan Bernstein- publicaron en agosto de 1972 la noticia de que un intento de robo en la sede demócrata en el edificio Watergate había sido pagado con fondos provenientes del Comité de Reelección del Presidente  (CREEP por sus siglas en ingles). Los periodistas recibieron la ayuda anónima de un informante identificado como Deep Throat (Garganta Profunda), quien les reveló que el espionaje telefónico contra el Partido Demócrata era una actividad planeada por los principales asesores de Nixon. Bernstein y Woodward utilizaron con frecuencia el teléfono y contactaron con centenares de interlocutores, desde secretarias hasta estudiantes, para contrastar sus fuentes con la información dada por “Garganta Profunda”, hasta estar seguros de la veracidad para, finalmente, sacarlo a la luz pública.

ALGUNOS CASOS NOTABLES

Pero no es el único caso, como seguramente la “casa blanca”, la “casa de Videgaray” y las propiedades de los Murat en Estados Unidos no serán los únicos, aunque posiblemente caigan en el olvido.

Gracias a investigaciones periodísticas, Fernando Collor de Melo, Presidente de Brasil, se convirtió en el
primer mandatorio latinoamericano en ser destituido por corrupción (1992). La prensa brasileña dio a conocer revelaciones de su propio hermano, Pedro Collor, sobre tráfico de influencias, contratos y negocios ilícitos de sus allegados, desvíos de fondos, y enriquecimiento inexplicable de amigos y colaboradores que habían sido colocados en lugares claves del gobierno, incluido el Banco Central; asimismo el que la primera dama, Rosane Malta, se había apropiado de fondos públicos de la Legión Brasileña de Asistencia.

En otro ejemplo, en la década de 1980 el periodista francés Hervé Liffran, del semanario Le Canard Enchaîné (El Pato Encadenado), descubrió que la ciudad de París había firmado contratos millonarios con grandes empresas de abastecimiento de agua, escandalosamente costosos para los
contribuyentes. Más adelante utilizó los registros de votación, abiertos al público, para revelar que la ciudad de París había cometido fraude electoral; él sólo verificó las listas de votantes y si en efecto vivían en edificios propiedad de la ciudad. En 2011 señaló supuestos actos de corrupción y tráfico de influencias en la asignación de obras de un ente público y fue demandado por la constructora Bouygues.


Liffran ha expresado lo que es la esencia de la investigación periodística: “La gente quiere leer lo que no encuentra en otros medios. Y cuando se siente satisfecha de lo que le das y de tu independencia del poder de las élites, el éxito es seguro en el mundo de la prensa.”

El periodismo de investigación es una profesión de gran éxito a nivel internacional y su crecimiento se ha dado, entre otros factores, gracias a los desarrollos tecnológicos. Más que un producto emanado de las ciencias sociales, es un servicio que contribuye al fortalecimiento de la vida social, al posibilitar el conocimiento de situaciones deliberadamente encubiertas, generalmente por alguien en posición de poder, o no descubiertas entre una masa de datos y circunstancias que, puestas en su debido contexto, revelan incómodas verdades.

En este tipo de periodismo los elementos básicos de la noticia cobran una dimensión diferente: el “qué” ya no va solo y no se limita a aspectos cuantitativos sino que va a lo cualitativo, ya no es un evento en sí, sino un fenómeno con causas y efectos; el “quién” va más allá de un nombre o un cargo para descubrir una personalidad con su propio carácter y estilo; el
“cuándo” ya no se refiere únicamente al pasado sino a un presente continuo; el “dónde” no se limita a un sitio para extenderse a una serie de posibilidades en donde es factible que se concatenen los hechos; el “cómo” y el “por qué” siguen contribuyendo a la narrativa crónica, pero lo más relevante y molesto para los actores involucrados es el “para qué”.

El caso de Aristegui-MVS seguirá, y yo diría que el siguiente paso es la puesta en práctica, hoy más que nunca, del periodismo de investigación que arroje luz sobre la realidad del “Qué”, “Quién”, “Cuándo”, “Dónde”, “Cómo”, “Por qué” y “Para qué”, bajo la perspectiva bíblica de que la verdad nos hará libres.

lunes, 23 de marzo de 2015

LOS PAPAS Y SU RELACIÓN CON LOS MEDIOS

A dos años de asumir como Jefe de la Iglesia Católica, el Papa Francisco ha roto paradigmas en muchos sentidos, incluyendo el de la relación con los medios de comunicación. En palabras del sacerdote jesuita Antonio Spadaro, director de “La Civiltà Cattolica”, la revista de la Compañía de Jesús, “Francisco está creando un nuevo equilibrio”, refiriéndose a que brinda entrevistas tanto a grandes medios como a periódicos locales o grupos de jóvenes: “mezcla los géneros y se mueve, más que por estrategias, por la sensibilidad del momento buscando una comunicación lo más real posible.”

Padre Antonio Spadaro
De acuerdo con Spadaro, ahora los periodistas viven el continuo desafío de repensar el modo en el cual refieren los temas del Papa y lo que él expresa. “Como aquello que él dice es muy cercano al lenguaje de la gente y llega inmediatamente a destino, no tiene necesidad de ser interpretado, por lo que, a veces, la mediación periodística se vuelve estorbosa”, comenta.

Este cambio de paradigma ha llevado al Papa, inclusive, a señalar a los medios de comunicación los pecados que deben evitar: la desinformación, la calumnia y la difamación: “La desinformación, en especial, impulsa a decir la mitad de las cosas, y esto conduce a no elaborar un juicio preciso sobre la realidad... De estos tres pecados, la calumnia parece ser el más insidioso, pero en la comunicación, el más insidioso es la desinformación, porque te lleva a fallar, al error; te conduce a creer sólo una parte de la verdad”, explicó el Pontífice.

SEGÚN EL PAPA, ES LA RELACIÓN

La relación de la Iglesia católica con los medios de comunicación tiene una larga historia y ha pasado por diferentes etapas, según el perfil del Papa en funciones:

En el Siglo XVI había confrontaciones entre la Iglesia y los medios de comunicación. El Papa Pío VI (1775 – 1799) calificaba a la libertad de prensa como “derecho monstruoso”; Gregorio XVI (1831 - 1846), a través de una encíclica, atribuyó a la libertad de prensa una cada vez mayor indiferencia de las personas hacia la fe, y Pio IX (1846 – 1878) reafirmó el estilo de denuncia de la Iglesia contra el pensamiento modernista y acusó al periodismo como causante de la ruina moral y espiritual de las almas.

Con León XIII (1878-1903) la Iglesia empezó a valorar el concepto de “libertad de expresión” e incluso llegó a preguntarse por qué no poner en práctica la libertad de prensa para difundir la fe. Años más tarde volvió a tocar el tema a través de una encíclica en donde, al mencionar la libertad de prensa expresa que “Existe el derecho de propagar en la sociedad, con libertad y prudencia, todo lo verdadero y todo lo virtuoso para que pueda participar de las ventajas de la verdad y del bien el mayor número posible de ciudadanos.”

Pio XI (1922-1939), quien declaró a san Francisco de Sales como patrón de los periodistas católicos, fue el primer Papa que transmitió un mensaje al mundo a través de Radio Vaticana e inició una etapa de
Papa Pio XII
reflexión sobre los medios de comunicación con la encíclica
Vigilanti Cura referida a la importancia, poder, popularidad e impacto del cine. Su sucesor Pio XII (1939 – 1958), quien declaró a santa Clara de Asís patrona de la televisión, dio continuidad al tema extendiendo sus consideraciones a la radio y la televisión con puntos muy específicos sobre la libertad de difusión y los errores que derivan de una mala práctica.

Juan XXIII (1958 - 1963) confirmó los documentos de Pío XII con la Carta Apostólica-Motu proprio Boni Pastoris, del 22 de febrero de 1959, en tanto que Pablo VI (1963 – 1978) firmó el Decreto Conciliar Inter Mirifica, sobre los medios de comunicación social; al ser un documento emanado de un Concilio se evidenció la actitud que la Iglesia adoptaba frente a los medios de comunicación. Entre otras cosas este documento señala que “…existe en la sociedad humana el derecho a la información sobre cuanto afecte a los hombres individual o socialmente considerados y según las circunstancias de cada cual. Sin embargo, el recto ejercicio de este derecho exige que, en cuanto a su contenido, la comunicación sea siempre verdadera e íntegra, salvadas la justicia y la caridad; además, en cuanto al modo, ha de ser honesta y conveniente, es decir, debe respetar escrupulosamente las leyes morales, los derechos legítimos y la dignidad del hombre, tanto en la búsqueda de la noticia como en su divulgación…”

LOS PAPAS MEDIÁTICOS

Juan Pablo II (1978-2005) fue muy activo en todos sentidos, incluido el mediático a través de una inusitada apertura a los medios. Incluso emitió una serie de documentos sobre temas como: Pornografía y violencia en los medios de comunicación,
Papa Juan Pablo II
colaboración interreligiosa en el campo de las comunicaciones, ética y publicidad, ética y la Iglesia en internet, la religión en los medios de comunicación, la nueva cultura informática, o el Evangelio en la era de la comunicación global, y una instrucción sobre las comunicaciones sociales, entre otros. Además, fundó el Centro Televisivo Vaticano, lanzó en 1995 la primera web católica en el mundo y en 2001 fue el primer Papa en enviar un correo electrónico.

Benedicto XVI (2005 – 2013) enfatizó la migración a las redes sociales: abrió un canal institucional en
Papa Benedicto XVI
YouTube, lanzó el blog oficial del Vatican Infomation Service, generó la versión digital del periódico del Vaticano L´Osservatore Romano; puso en línea el portal de noticias del Vaticano y fue el primer Papa que puso su perfil en Twitter.

Francisco, desde el inicio de su pontificado, por su estilo diferente y espontáneo y su mensaje de cambio y deseo de abrir la Curia al mundo, se volvió un fenómeno mediático. Expertos vaticanos dicen que el Papa aprendió el «lenguaje periodístico pastoral». Habla con textos, pero también con imágenes y con sus actos como fue su primera aparición pública en que pidió él la bendición del pueblo antes que él dar la suya.

Por su estilo y testimonio, en poco tiempo superó a
Juan Pablo II que, hasta ese momento, había sido el atractivo de los medios. Según datos publicados por el diario El País, a sólo seis meses de asumir la jefatura de la Iglesia Católica, Francisco presentó niveles de popularidad superiores a los de Juan Pablo II, recibiendo un 82% de aprobación en Francia y en Italia, un 79% en los estados Unidos y hasta en Rusia recibió el apoyo ciudadano del 71% de la población.

Es un Papa que está abierto a hablar inclusive de los temas “tabú” y no se cierra a los medios. Su estilo no es el ser una figura mediática por mera pose publicitaria, sino ser auténtico y estar consciente de la necesaria cercanía a los medios de comunicación, independientemente de sus criterios editoriales o importancia, reconociendo en ellos al canal a través del cual se hacen llegar ideas, posturas y convicciones a la sociedad, creyente o no, actitud que muchos empresarios y gobernantes podrían considerar para sí.

martes, 17 de marzo de 2015

COMUNICACIÓN Y CREDIBILIDAD

En el marco de la visita de Estado a Gran Bretaña a principios de marzo, el Presidente de la República expresó al diario Financial Times que México está "plagado de incredulidad y desconfianza". Días antes, el Secretario de Hacienda había dicho al mismo medio que “podemos realizar 10 reformas energéticas pero, si no añadimos confianza, no podremos aprovechar todo el potencial de la economía mexicana. Se trata de una cuestión de confianza ".

A su regreso de la tan comentada visita, el Presidente anunció algunas acciones de comunicación que, evidentemente, llevaban la intensión de generar credibilidad y confianza. La primera de ellas, el viernes 6 de marzo, fue el cambio de su Coordinador de Comunicación Social, designando al abogado Eduardo Sánchez, seguramente con la expectativa de una mejor planeación y ejecución de la comunicación.

Durante la ceremonia de toma de posesión el
Presidente evidenció, quizás inconscientemente, que su anterior coordinador no estaba dando resultados:
Yo quiero confiarle a él esta tarea, a Eduardo, para que realmente la Comunicación Social del Gobierno de la República, y ahora la de la Presidencia de la República, sea una que permita realmente proyectar, en su exacta dimensión y con toda oportunidad, el trabajo que realiza el Gobierno, pero muy señaladamente el Presidente de la República ante la sociedad mexicana.”

A cuatro días de su designación, Sánchez, antes vocero del Vocero del Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República, expresó en una entrevista radiofónica: “Mi convicción es que lo que a nosotros, como gobierno, nos dicta la Ley, es que los ciudadanos tengan información en donde con claridad podamos exponer de qué se trata”. Luego dijo una verdad con relación a los mensajes: “la apreciación que se tenga estará derivada de la calidad de información que cada persona reciba.”

Lo que el nuevo coordinador de comunicación gubernamental no dijo en ese momento es que, además de la calidad de la información, la apreciación de las audiencias (medios de comunicación y ciudadanos) se fortalece con la veracidad respaldada con las acciones de gobierno a favor del interés público.

Marguerite Hoxie Sullivan, autora “Una oficina de prensa responsable", publicada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, escribió en un
Manual editado por la Oficina de Programas de Información Internacional (IIP) del propio Departamento de Estado: “El secretario de prensa no puede crear una imagen de honradez si el funcionario de gobierno no es honesto. En efecto, no puede presentar la imagen de un gobierno que reconoce los problemas y responde a ellos, si tales problemas persisten en la realidad y se hace poco por resolverlos. Una oficina de prensa no puede convencer a los periodistas de que escriban sobre la accesibilidad de un gobierno que no está abierto, o de la capacidad laboral de un funcionario que no es buen administrador.”

En la referida entrevista el nuevo Coordinador de Comunicación del gobierno, recordó que por ello se estaban presentando los avances de las reformas estructurales promovidas por el gobierno: “Hemos hablado mucho respecto a las reformas: ahora es importante que la gente sepamos qué pasa con estas reformas y de qué manera nos benefician a nosotros. La pregunta que tenemos que responder en todo momento es: ¿esto que está haciendo el gobierno para qué le sirve al ciudadano?”

En efecto, el día anterior se había realizado la presentación relacionada con los avances de la reforma en telecomunicaciones y, ese día, se haría lo propio con la reforma financiera. Sin embargo los resultaron son dudosos. La reportar del mismo noticiario, al reportar sobre estos avances, comentó que se presentaron videos de “supuestos beneficiados por las reformas”. Es decir, quienes dan testimonio al parecer fueron preparados por los equipos de producción para expresar lo más conveniente. Ello, de conformidad con Sullivan, cae en la falta de honradez y, en consecuencia no contribuye a la credibilidad y a la confianza.

¿Cómo creer y confiar cuando la expectativa de crecimiento de la economía del país para este año, originalmente estimada en 3.7% ha sido continuamente modificada a la baja?  ¿Cómo generar confianza cuando el Secretario de la Función Pública, encargado explícitamente de investigar el tema de las casas de la esposa del Presidente y del Secretario de Hacienda, de inmediato aclaró que sólo va a investigar el proceso de licitación de las obras asignadas a la constructora beneficiada con obras? (Por cierto: ¿Por qué dicha constructora quitó su nombre del directorio del edificio en donde están sus oficinas en Santa Fe? Parece que nadie les orientó sobre las suspicacias que ello genera, reafirmando la desconfianza en el tema de las famosas casas).

Cumplir las expectativas de una mejor planeación y ejecución de la comunicación implica también estar alerta a la opinión pública, a la opinión publicada y a eventos que, dentro de ciertos contextos, pueden poner en cuestionamiento la eficacia de la comunicación y de la actuación presidencial. 

Un ejemplo de ello que prácticamente desató la crisis de credibilidad que vive el gobierno, es el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa: comunicación presidencial tardía, poco involucramiento y apariencia de poco compromiso y un manejo de la información que ha dejado insatisfacción en la sociedad.

Un caso más actual es el conflicto surgido en los últimos días entre MVS y la periodista Carmen Aristegui. Aun cuando aparentemente se trata de un asunto entre un patrón y un empleado, parte del contexto en el que surgió el conflicto es la investigación y publicación del tema de la casa blanca de la Primera Dama y el conflicto surge a pocos días del relevo en comunicación social de la Presidencia.

Ello indudablemente ha generado suspicacias que han trascendido las fronteras nacionales y repercuten en la credibilidad y confianza en el gobierno. A ello también contribuyen opiniones y datos que son poco conocidos para el grueso de la sociedad, como los que aportó el periodista Raymundo Riva Palacio: “Joaquín Vargas, jefe de la empresa, está vinculado al senador Emilio Gamboa, con fuerte ascendencia en Los Pinos, quien impulsó a Eduardo Sánchez, ex abogado de MVS y hoy es director de Comunicación Social de la Presidencia.”

Sea coincidencia o verdad, si la estrategia de comunicación del gobierno es abstenerse de opinar, el nuevo coordinador de comunicación está olvidando lo que él mismo comentó en la entrevista radiofónica: “Si nosotros no lo hacemos con claridad, ese espacio se llena por otros que hablan más claro que nosotros y entonces, la apreciación que se tenga, estará derivada de la calidad de la información que cada persona reciba.”


El reto es convencer a los ciudadanos, a través de la comunicación y reforzado con la acción, que el gobierno reconoce los problemas y los está atacando o al menos reduciendo, que los miembros del gabinete tienen capacidad profesional y honradez y que al Presidente de la República no sólo se compromete, sino que se involucra a favor de sus gobernados. 

lunes, 9 de marzo de 2015

LA MISMA REINA, EL MISMO PARTIDO ¿EL MISMO PAÍS?

Durante su reciente visita de estado al Reino Unido, el Presidente de la República señaló: “los entrañables lazos de amistad entre el Reino Unido y México se fortalecieron con sus dos Visitas de Estado a México en 1975 y en 1983, en compañía del Duque de Edimburgo”, y refirió que esta es “la cuarta ocasión que un Presidente de México realiza una Visita de Estado al Reino Unido.”

El Anuario Mexicano de Historia del Derecho publicó un artículo escrito en 1995 del Dr. José Juan de Olloqui, reproducido por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien hace una relación de la historia de las relaciones entre México y el Reino Unido, de donde el autor fue embajador de nuestro país. En él, recuerda que: “En la relación bilateral reciente se han dado numerosos contactos
entre los que se encuentran: la visita de estado del presidente Luis Echeverría a Londres en 1973… la visita de estado del presidente Miguel de la Madrid a Londres en 1985…” Por la antigüedad del texto no menciona que en 2009 el anterior Presidente también realizó una visita de estado a Reino Unido. Independiente de esas visitas de estado, en 1990 y 1992 el entonces presidente realizó sendas visitas oficiales –no de estado- a Reino Unido, reuniéndose con la Primera Ministra, el Jefe de Gobierno y la propia Reina.

Después de 42 años de la primea visita de estado, México y Reino Unido han cambiado y, en consecuencia, ha sucedido lo mismo con otros aspectos.

Los discursos oficiales, por ejemplo, en aquel abril de 1973, durante la cena ofrecida a sus visitantes, la Reina Isabel expresó que las “modernas comunicaciones han hecho mucho para cambiar la imagen de que en las relaciones internacionales, las naciones se preocupan por sus vecinos más cercanos y sus rivales más acervos. Gracias a que México e Inglaterra ni son rivales ni son vecinos, no habían intercambiado visitas de estado con anterioridad”. En el mismo discurso, la Reina dijo que “Gran Bretaña quiere ser socio y amigo de México, reuniendo esfuerzos para encontrar la solución a los problemas sociales e industriales, del mundo de nuestros días”.

Por su parte, el Presidente de México, fiel a su estilo y aspiraciones de líder mundial expresó que “México reclama la cooperación equitativa entre naciones, como condición indispensable para la seguridad internacional”. Dijo que “La paz no sólo está condicionada al desarme, sino que exige el establecimiento de relaciones equitativas entre países pobres y ricos”, y urgió al mundo a “entrar en una nueva era en que ni la fuerza ni los intercambios comerciales se usen como formas de sometimiento y explotación de los pueblos”. (Revista CyT, III época. Marzo-Abril 1973).

Cuatro décadas después, la misma reina ya no habla del querer, sino del ser: la relación entre ambos países “está basada en una notoria similitud de visiones y valores. Es esta perspectiva compartida la que nos ha convertido en socios naturales, y los problemas sociales e industriales de entonces se han transformado en “muchos temas complejos de la actual agenda internacional”.

El Presidente de México ya no es el mismo –aunque sí del mismo partido- y no habla de la seguridad internacional (aunque tampoco de la inseguridad nacional) sino de “fortalecer el Estado de Derecho, la transparencia, el combate a la corrupción y la rendición de cuentas en todos los niveles de Gobierno”; las relaciones equitativas de entonces se han convertido en “Tenemos 10 Tratados de Libre Comercio con 45 países, que nos brindan acceso a un mercado potencial de más de mil millones de personas”.

TAMPOCO ES LA MISMA FORMA DE COMUNICACIÓN

En 1973 resultaba asombroso que se pudiera ver en televisión, prácticamente en vivo, la transmisión de lo que sucedía a 9,000 kilómetros de distancia. Hoy suena hasta divertido recordar cómo se cubría una gira presidencial internacional.

La revista CyT describe: “La prensa informó diariamente publicando las informaciones enviadas por sus reporteros a través de télex o teléfono…” Para enviar por télex había que trasladarse hacia un sitio en donde hubiera esas máquinas y la telefonía era fija, ya fuera en una oficina o desde un teléfono público.

Luego agrega: “…distancias que hace algunos años se consideraban como dificultad para efectuar transmisiones vivas de televisión. Sin embargo, no tomó más de unas pocas milésimas de segundo, el recibir una imagen tan lejana, en forma clara y en colores nítidos.” En otro artículo de la misma publicación se menciona: “Durante la gira, los medios de comunicación empleados… cubrieron casi todas las técnicas de transmisión conocidas hasta ahora, enviándose las señales a través de satélites, microondas e inclusive de cable submarino.”

Cuarenta y dos años después el télex y la telefonía fija pasaron a la historia y hoy la televisión es instantánea independientemente de la distancias y la transmisión es en alta definición, de forma que no hay duda de que las imágenes son claras y con colores nítidos. El reportero transmite desde el mismo lugar de los acontecimientos e inclusive puede estar enviando imágenes o sonidos a través de su teléfono celular.

Otra gran diferencia es el medio de transporte
El Presidente de la República al llegar a Canadá,
primera escala de su viaje a Europa
presidencial: en 1973 el presidente viajó a bordo de un avión de la entonces empresa paraestatal. Se trataba de un cuatrimotor DC8-63 que comercialmente tenía cupo para 180 pasajeros. Hoy la Presidencia de la República cuenta con su propio avión, un Boeing 757 que comercialmente puede transportar hasta 230 pasajeros pero que
será reemplazado en septiembre de este año por un Boeing 787, el cual, cuando entre en servicio, será el avión presidencial más eficiente y uno de los más costosos del mundo, solo por detrás del Air Force One del Presidente de los Estados Unidos.

Y SIN EMBARGO…

Cuatro décadas atrás estos son algunos temas que se trataban cotidianamente en los medios de comunicación de nuestro país:
  • Una crisis internacional provocada por la escasez de petróleo que aumentó de forma considerable el gasto público.
  • La primera crisis económica desde el inicio del llamado "Milagro Mexicano".
  • La compra de empresas al borde de la quiebra para sostener los empleos, pero a costa de ineficiencias y corrupción.
  • El fin del tipo de cambio fijo que al fin de ese sexenio llegó a los 25 pesos por dólar.
  • Una ola de secuestros y asaltos a bancos por
    grupos guerrilleros como el de Eugenio Garza Sada, el de uno de los secretarios de estado, el del suegro del Presidente o el de Rubén Figueroa, senador de la República y candidato a la gubernatura del estado de Guerrero.
  • La captura y muerte de Lucio Cabañas, un maestro rural, egresado de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, líder estudiantil y jefe del grupo armado Partido de los Pobres en la sierra de Guerrero.


¿Seguimos siendo el mismo país?

martes, 3 de marzo de 2015

LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN CON LOS COLABORADORES

Un estudio realizado en 1988 por el organismo francés de estudios sociales y económicos, exponía que dos de cada tres empleados consideraban a sus empresas causantes de numerosas fallas, y manifestaban quejas personales con respecto a las mismas. Hoy, los empleados en cualquier parte del mundo no requieren de encuestas, sólo necesitan una red social para expresar sus quejas respecto a su entorno laboral o para conocer cómo es realmente una empresa a la que se desea ingresar.

El mismo estudio planteaba que el 54% de los empleados no se sentía bien informado respecto a su empresa y que mucha información hacia el exterior de la misma no era transmitida internamente, por lo que se informaban sobre su propia empresa a través de los medios de comunicación. Tengo la impresión de que no se ha avanzado mucho en ese aspecto, sobre todo en empresas con operaciones en Latinoamérica.

Un ambiente laboral desfavorable con falta de información interna y el acceso a las redes, pueden eventualmente convertir a cada empleado en un vocero que ponga en entredicho la calidad, responsabilidad y prestigio de una empresa.

A fines de enero pasado (2015), Facebook, considerada como una de las mejores compañías de tecnología en la cual trabajar, enfrentó quejas de sus empleados en la red social Quora (fundada por Adam D’Angelo, antiguo Chief Technology Officer de Facebook). En esta red los usuarios hacen preguntas o dan respuestas sobre empresas y pueden comentar y valorar las opiniones mediante votos positivos o negativos.

Según los comentarios en esa red, la vida en Facebook no es de color rosa. Varios desarrolladores de software, fuentes anónimas e ingenieros y ex empleados de la empresa expresaron que en Facebook hay muchas cosas que disgustan a sus colaboradores. Por ejemplo:

  • "Me trataron como basura". Un ex empleado asegura que le pidieron hacer una serie de tareas inadecuadas, como ir a la lavandería por la ropa de su director.
  • "Probablemente ha sido mi peor experiencia laboral hasta la fecha". Según otro ex empleado que cubría una licencia por maternidad, nadie le ayudó ni le orientó sobre su nuevo trabajo. "Serví a dos de los peores jefes".
  • "Las instrucciones no estaban claras, todo había que adivinarlo". Un ex empleado denunció que en su equipo ni siquiera hubo retroalimentación.
  • "Durante seis semanas al año, estoy trabajando 24 horas al día 7 días a la semana". Keith Adams, ingeniero de Facebook, expresó que durante las guardias no salen ni el fin de semana: “No asisto a muchas reuniones sociales y, lo más importante, tengo que estar 'pegado' y responder inmediatamente al teléfono, aunque suene por la noche".

Focebook no es la única empresa de la que se han quejado sus empleados (con pseudónimos o nombres ficticios para evitar ser reconocidos), pero sobre todo, sus ex empleados. 

En todas las industrias y en todo tamaño de corporativos se dan, a través de internet, quejas que van desde largas horas de trabajo y conflictos con los superiores, hasta un clima laboral negativo y
favoritismos y crecimiento personal sólo hacia algunos “privilegiados”. El problema no es sólo que surjan comentarios, sino que todos ellos son considerados por quienes eventualmente aspirarían a entrar a trabajar a alguna de estas empresas.

¿PARA QUÉ COMUNICAR?

Según datos del portal Bumeran, especializado en el desarrollo de software orientado a procesos de recursos humanos, de 7,200 profesionistas interesados en cambiar de empleo, el 28% recurre al personal interno y ex trabajadores para conseguir información, un 26% se inclina por pedir referencias entre sus conocidos y el 19% se informan en los sitios de internet previo a la toma de una decisión de cambio de empleo.

La razón es sencilla: Quienes trabajan o han trabajado en una empresa, conocen su realidad y pueden orientar sobre datos como: clima laboral, capacitación, planes de carrera, apertura a la comunicación, o si la realidad corresponde a lo dicho en la inducción. Desde luego cada quien habla desde su personal experiencia, pero cuando es evidente que el ambiente laboral es desfavorable, que hay
inconsistencia entre los valores corporativos y su vivencia al interior, y, específicamente en cuestión de comunicación, falta información, la comunicación es sesgada –especialmente ante alguna crisis- y se da más hacia el exterior que hacia el interior, las opiniones no pueden ser favorables.

Cuando trabajé para una empresa internacional de la industria alimenticia, me encontré con el reto de integrar todo un sistema de comunicación hasta entonces sólo canalizado a través de la revista interna y desarticulado entre todas las vicepresidencias, lo que daba la impresión de que al interior existían tantas empresas como vice presidencia tenía el corporativo. 

Lo importante era crear un concepto medular del cual se desprendiera toda la comunicación a través de diferentes canales a partir de la información que cada vice presidencia necesitaba transmitir, pero, sobre todo, que los empleados en todos los niveles y áreas de la corporación estuvieran puntualmente informados por la propia empresa y no por agentes externos.

A guisa de ejemplo, cuando la Vice Presidencia de Mercadotecnia decidió lanzar una nueva campaña de publicidad invirtiendo una fuerte suma en la contratación del artista juvenil del momento, la opción de comunicación fue a través de un video “detrás de cámaras” que ilustró la forma en que las diversas áreas involucradas participaron y los complejos esfuerzos técnicos de producción. Ese video fue presentado a todo el personal en el país, justo antes de que iniciara la campaña en televisión nacional. Los colaboradores fueron informados por la empresa y cada uno se convirtió en un vocero entre sus familiares y amigos ante quienes presumieron saber cómo se hicieron esos comerciales.

Conocer cómo fabrican, empacan y distribuyen sus productos requirió de entrevistar a operarios en cada área (darles cara ante sus compañeros) y elaborar reportajes impresos y video grabados que mostraran a todos los colaboradores el papel que cada uno desempeña para alcanzar los objetivos del negocio.


 Mantener un clima de comunicación interna constante es fundamental para la buena marcha de cualquier empresa. Pero para que ésta sea efectiva, requiere de una adecuada planeación partiendo del principio de que los colaboradores son el primer público de la empresa. Todo lo que se construya al interior en términos de cultura corporativa será lo que se comunique al exterior por parte de los propios empleados.