lunes, 24 de febrero de 2014

¿REFLEJAR O CREAR LA REALIDAD?


La semana pasada, el Presidente de Venezuela decidió sacar de su país a los corresponsales  de CNN exclamando públicamente: “¡ya basta de propaganda de guerra, no acepto propaganda de guerra contra Venezuela! Si no rectifican fuera de Venezuela". Según él, la cadena de noticias estaba transmitiendo al mundo que en Venezuela "hay una guerra civil".
Al igual que ha sucedido en muchos países, cuando la información publicada sobre una situación concreta es percibida de forma negativa o contraria a los criterios de los personajes involucrados en la misma, la reacción generalizada es culpar a los medios de comunicación.
En México eso es muy común. Basta recordar algunos ejemplos de ello:

·         “El entrenador amazónico (“Tuca” Ferreti) culpó a los medios de comunicación al señalar que siempre lo vieron con el vaso medio vacío.” (Medio Tiempo 19 mayo, 2010)

·          “Andrés Manuel López Obrador culpó a los medios de comunicación de ser los administradores de la ignorancia en el país.” (W Radio 13 Febrero , 2012)

·         “El gobernador Rubén Moreira atribuyó la percepción de inseguridad a las notas publicadas en medios de comunicación.” (El siglo de Torreón, 4 octubre, 2013)

·         “El líder nacional del blanquiazul manifestó que sólo se trata de una trampa de los medios de comunicación que quieren generar una <narrativa del conflicto>.” (Milenio Diario, 28 enero, 2014)
Se supone que los medios de comunicación “reflejan” una realidad social. Si ésta es negativa, no tendrían por qué hacerla parecer de otra forma, por muy grave y alarmante que sea; inclusive este tipo de realidades son las que generan mayor expectación y, como resultado, son las que más venden. Quizás la única excepción es cuando esa realidad pudiera infundir miedo, incitar a la violación de la ley o causar alarma.

Ante el caso de los corresponsales de CNN en Venezuela me surgió una pregunta: los medios ¿“reflejan” objetivamente una realidad  o la “construyen”? Los corresponsales de CNN ¿estaban reflejando una realidad o la estaban construyendo?
A juzgar por las imágenes que a diario se transmiten y publican a través de diversos medios y cadenas televisivas, los medios están reflejando una realidad, al igual que han reflejado la realidad de violencia en el Estado de Michoacán.

LA REALIDAD MEDIÁTICA
Los acontecimientos sociales surgen de una dinámica en diferentes terrenos (social, económico, político, deportivo, etcétera). En cada uno continuamente se producen hechos que, en cierta proporción, impactan en la propia sociedad y lo hacen en mayor medida cuando empiezan a ser noticia para los medios de comunicación.
Es indiscutible que la tarea de los medios informativos es dar a conocer a la sociedad aquello de lo que son testigos, de la manera más exacta posible e incluyendo las declaraciones o testimonios del mayor número de actores involucrados en la situación. Desde este punto de vista podría decirse sin lugar a dudas que los medios reflejan una realidad.
No obstante, en este proceso de observar y narrar los hechos siempre hay un factor de subjetividad según el marco referencial y el contexto emocional, político y social en que se encuentre el reportero que hará la descripción del hecho; siempre hay una mirada particular sobre los acontecimientos. Además está el perfil ideológico, las políticas editoriales y los criterios, intereses y compromisos de los dueños de cada medio de comunicación, a partir de los cuales se ordena una cobertura o se hace la edición de la información.
Desde esta perspectiva podría decirse que hay una construcción de la realidad, conocida como “Realidad Mediática”.

Martín Alfredo Becerra (Santa Fe, 1968), investigador, profesor universitario y periodista argentino coautor del libro “Los dueños de la Palabra” (Edit. Prometeo, 2009) considera que los medios reflejan versiones de la realidad; recortan porciones de la realidad y las re-presentan ante su audiencia: El enfoque de la realidad jamás es imparcial;  en la selección de las fuentes y de los
testimonios hay tendencia. La representación de algunas porciones de la realidad merece estudiarse en relación con aquellas que no son representadas por los medios. Lo que aparece en ellos y lo que es omitido (por criterios de noticiabilidad siempre falibles), construye a su vez un marco de agenda que instala unos temas y valores determinados, en detrimento de otros. No hay objetividad absoluta posible porque por ejemplo lo que es relevante para un diario y es noticia de portada, no lo es de igual manera para otro.

EL APRENDIZAJE

En diversas ocasiones me han preguntado por qué mi insistencia en decir que las crisis de comunicación se tienen que atender con prontitud. Entre el “Reflejo” y la “construcción” de la realidad hay una delgada línea que puede tener un doble efecto:

·         Generar entre los protagonistas de esa realidad la percepción de que los medios de comunicación están distorsionando los hechos afectando la imagen pública de ellos y/o las de las instituciones que representan. Sea en deportes, finanzas, política, espectáculos, etcétera, siempre encontraremos a quien culpe a los medios de distorsionar la realidad, de no informar correctamente y de ser causantes de las situaciones más conflictivas.
·         Lograr que la percepción pública que se conforma a partir de que se empieza a difundir la realidad, se aleje de esta en una tendencia progresiva que se puede acentuar con el paso del tiempo. A mayor tiempo, se abre más la brecha entre la realidad y la percepción pública que genera la realidad mediática.

Culpar a los medios de ser reflejo de una determinada realidad o de construir la realidad mediática, sólo habla de la incapacidad de los actores más relevantes de la situación tanto para controlar los acontecimientos que están generando esa realidad, como para llenar de inmediato el vacío de información que aparta la percepción pública de lo que realmente está sucediendo.

Cuando surge una crisis hay que procurar que se conozca la realidad, para que sea ésta la que reflejen los medios de comunicación.

lunes, 17 de febrero de 2014

TAMBIÉN DE LOS PERIODISTAS SE APRENDE A COMUNICAR

La semana pasada comenté en este espacio las enseñanzas que las frases de algunos personajes famosos pueden aportar para al mejor entendimiento de la función comunicativa por parte de quienes se responsabilizan de las relaciones públicas y, en especial, de las relaciones con los medios de comunicación.

Gracias a los numerosos comentarios recibidos decidí dar continuidad al tema de las frases, pero ahora desde la perspectiva de los propios periodistas. Al igual que la semana anterior, de cada frase podemos aprender algo que contribuya al mejor desempeño del trabajo de comunicación de las instituciones y de las propias agencias de relaciones públicas.

  • Cuenta tu historia y cuéntala rápido” Jill Morris, periodista neoyorquina.

Especialmente cuando surge un evento que al trascender puede generar una crisis de comunicación, resulta importante tomar la iniciativa para explicar lo que sucedió y lo que se está haciendo. El periodista buscará la información en afán de tomar la delantera ante los otros medios y, si no la obtiene de la fuente primaria, lo hará de otras fuentes que podrían hablar sin conocimiento de causa y hasta de forma mal intencionada.

En alguna ocasión una empresa enfrentó problemas de intoxicación de sus empleados por alimentos descompuestos en la cocina de su planta. Los directivos pretendieron ocultar el hecho, pero no contaban con que los empleados intoxicados serían llevados a un hospital en el que había un reportero de guardia que de inmediato buscó información. Como no obtuvo respuestas de parte de la empresa, la información empezó a surgir por parte de los médicos y de los propios empleados intoxicados generando una percepción muy distante de la realidad.

  • Nunca digas nada que no te gustaría ver publicado”. Marc Holloran, comunicador B2B y especialista en relaciones con medios.

En ocasiones, durante las entrevistas personales el vocero puede hacer comentarios fuera de la grabación (off the record) y dar información únicamente como contexto para el tema que se está abordando, pero no para ser publicada. Pudiera ser información bursátil, de estrategia, de mercadotecnia, de política, financiera o cualquiera otra, cuya difusión podría tener efectos negativos sobre la institución y el propio vocero. Aun cuando la mayoría de los periodistas respetan la discrecionalidad, en ocasiones la tentación es mucha por la calidad e importancia de la información.

Un ejecutivo de comunicación en una empresa comentó “off the record”, durante una entrevista telefónica, alguna información de planeación estratégica de la compañia. Al día siguiente, previo a una entrevista cara a cara con otro periodista, le manifestó su enojo por la publicación del dato a pesar de que lo dio “fuera de grabación”.  En respuesta, el periodista que aguardaba para su entrevista sólo le expresó: “El off the record no existe. Si no querías que lo publicaran no lo hubieras comentado”.

  • Las preguntas no hacen ningún daño. Solo las respuestas pueden hacerlo”. Sam Donaldson, periodista, corresponsal en la Casa Blanca durante más de 20 años.

Durante las conferencias de prensa, un vocero está expuesto a todo tipo de preguntas: desde las relacionadas con el tema para el que se convoca a  los medios, pasando por las de asuntos coyunturales  e inclusive las especulativas que buscan generar polémica o poner en labios del vocero las palabras del periodista. Un ejecutivo bien entrenado para dar entrevistas sabe que no está obligado a responder a todas las preguntas y que, en dado caso, puede emplear diferentes técnicas para regresar a su tema central para no desviar los objetivos de comunicación y evitar confrontaciones.

Durante una conferencia de prensa para anunciar la adquisición de nuevos aviones, el Director General de una aerolínea empezó a responder a todas las preguntas de los reporteros, inclusive una relacionada con los contratos de trabajo de sus sobrecargos y un posible emplazamiento a huelga. El resultado fue la pérdida del objetivo de comunicación: los encabezados y la nota fuerte fue de índole laboral, en tanto que los nuevos aviones, tema de la conferencia de prensa, quedaron minimizados en el cuerpo de la información.

En ese mismo sentido la periodista Darlene Tenes, colaboradora de NBC en San Francisco expresó: “Sólo porque alguien te haga una pregunta, no significa que tengas que responderla

  • “Soy de la idea de que por haberme iniciado como periodista, voy a ser periodista hasta que me muera”. Elena Poniatowska.

El instinto de indagar, preguntar, estar atento a todo lo que ocurre y se escucha alrededor, tomar notas y grabar inclusive subrepticiamente, es algo que permanece latente en los periodistas, independientemente de que trasciendan a otros géneros o se pasen al otro lado del escritorio en una agencia de relaciones públicas o en una oficina de comunicación del sector privado o público. Se es periodista las 24 horas durante toda la vida.

A bordo de un “aerocar” rumbo al avión para volar a la ciudad en donde se daría un entrenamiento en medios, tres personas platicaban sobre todas las irregularidades que, como funcionarios públicos, habían tenido que realizar para poder cumplir con una misión de ayuda humanitaria. Uno de los facilitadores del entrenamiento, sentado frente a ellos, los escuchaba con atención. La sorpresa fue que esas personas eran parte de los funcionarios que participarían en el entrenamiento y, por supuesto, se les preguntó acerca de todas esas irregularidades. La lección: no hables de cosas delicadas frente a desconocidos porque no sabes si uno de ellos es reportero.

Finalmente, aun cuando no se trata de una frase de periodista, sino de un antiguo proverbio chino

  • Con papel no puedes extinguir el fuego

Muchos ejecutivos, empresarios y funcionarios públicos piensan que sólo con una buena comunicación y un correcto manejo de las relaciones públicas pueden salir adelante de una crisis. Sin embargo, asumir el liderazgo de la comunicación y mantener una apertura hacia los medios únicamente permite ejercer cierta ventaja en el proceso comunicativo cuya virtud es mantener la percepción pública lo más apegada posible a la realidad. Pero la comunicación y la información (el trato oportuno y sistemático con los medios) no resuelven la crisis de la corporación.

Una empresa fabricante de golosinas de chocolate enfrentó una crisis cuando un medio de comunicación reportó que algunos productos que había comprado una familia para la fiesta infantil de su hijo habían enviado al hospital a varios niños invitados. Contrario al primer caso citado, esta empresa hizo grandes esfuerzos de comunicación para hacer control de daños. La comunicación contuvo el flujo de noticias al respecto y puso en contexto lo que en realidad había pasado, pero ello no solucionó el problema. Se tuvo que hacer una revisión completa del proceso de producción para detectar la falla que afectó el producto.

En suma, la comunicación ayuda a proteger y restablecer una reputación, pero no resuelve los problemas de fondo. Asimismo un manejo inadecuado de la comunicación puede contribuir a  detonar la crisis.

Al igual que la semana pasada, dejo algunos otras frases para reflexión personal de los lectores:

  • “Si quiero ser periodista, me atengo a los efectos positivos y negativos de este oficio”. Miguel Ángel Granados Chapa
  • “Si se va a conocer con el tiempo, mejor que se conozca de inmediato”. Henry Kissinger, cuando Era Secretario de Estado de los Estados Unidos.
  • "Si tienes un buen argumento, no trates de ser sutil o ingenioso. Utiliza un martillo pilón. Dale una vez. Luego vuelve y golpea de nuevo. Luego, una tercera vez (…)”. Sir Winston Churchill cuando era Primer Ministro de Inglaterra.
  • “Las relaciones públicas son un maratón, no un sprint”. (Anónimo)

lunes, 10 de febrero de 2014

ESCUCHAR A FAMOSOS Y MILLONARIOS TAMBIÉN ENSEÑA


Quien se dedica a las relaciones públicas implícitamente se dedica a la comunicación. Comunicar no es sólo actuar como emisor sino también como receptor de información, por lo tanto, quien trabaja en relaciones públicas tiene como una de sus tareas fundamentales el escuchar, antes de comunicar.

Con este silogismo quiero señalar la importancia de la escucha en toda actividad y relación, pero de forma especial para quien se dedica a las relaciones públicas: escuchar a los periodistas para entender sus necesidades de información y buscar la forma de ayudarles a satisfacerlas; escuchar a ejecutivos y directivos de instituciones para comprender las razones para comunicar o no y actuar en consecuencia.

A lo largo de la historia, muchos hombres famosos, presidentes y directivos de empresas privadas o públicas, aun no siendo expertos en comunicación ni estar necesariamente relacionados con ella o con el periodismo, han contribuido con algunas frases al mejor entendimiento de la función comunicativa por parte de quienes se responsabilizan de las relaciones públicas y, en especial, de las relaciones con los medios de comunicación. Son expresiones que aún con el paso del tiempo siguen teniendo vigencia y de las cuales es posible seguir aprendiendo.

Algunos ejemplos:

·         “Junto a hacer lo correcto, lo más importante es hacerle saber a las personas que estás haciendo lo correcto” John D. Rockefeller (1839-1937)
El millonario petrolero que fue señalado por periodistas por sus prácticas monopolistas, fue también un filántropo y apoyó la educación, la ciencia y la medicina. Aún cuando esta frase la pronunció refiriéndose a sus obras de beneficencia, su aplicación es vigente cuando una institución enfrenta una situación de crisis mediática.

Pongamos un ejemplo: no basta con saber que hasta el 3 de febrero de este año  las autoridades sanitarias federales mexicanas han registrado la existencia de 2,572 casos de contagio de influenza A H1N1, así como 292 muertes por esta cepa del virus. Lo importante es saber comunicar qué están haciendo las autoridades para prevenir una epidemia. Hasta ahora el Presidente de la República ha hecho llamados a la población para atenderse a tiempo si se tienen malestares, y su gobierno realiza campañas de prevención y vacunación a grupos vulnerables; pero más allá de éstas, no ha decretado ni  comunicado alguna acción específica de emergencia a nivel nacional.

·         “Una buena historia de relaciones públicas es infinitamente más eficiente que un anuncio en primera plana”. Richard Branson (1950 -).
El fundador de la marca y el grupo Virgin, que incluye 300 compañías que operan en sectores que van desde la aviación comercial, las telecomunicaciones y el entretenimiento, es reconocido por haber hecho de todo para promocionar sus empresas: se disfrazó de novia, de pirata y de piloto, intentó cruzar el Pacífico en globo, navegar el Atlántico en una lancha de motor, surcar los cielos en caída libre y, recientemente, anunció que viajaría más allá de la atmósfera terrestre en su nueva astronave LauncherOne.

Con toda esta experiencia es muy de tomar en cuenta esta frase: tener una buena historia que periodísticamente genere comentarios y réplicas durante varios días, o un vocero que pueda generar controversia, logra muchos más impactos que el más costoso anuncio en primera plana de un periódico de circulación nacional. Lo importante es tener claridad sobre los objetivos de la estrategia de Relaciones Públicas y tener presente que la creatividad, tanto de la historia como la forma en que se comunique, son elementos clave en la percepción que genere una campaña de relaciones públicas a través de los medios de comunicación.

·         “Si sólo me quedara un dólar de mi presupuesto, lo invertiría en relaciones públicas”. Bill Gates (1955 - )
Indudablemente el hombre más rico del mundo sabía lo que estaba diciendo. Si algo hizo ser a Microsoft lo que hoy es fue, entre otras coas, la visión de su líder sobre las relaciones públicas, a través de las cuales continuamente buscó difundir historias, no  sobre lo que es su producto o su sistema operativo, sino sobre el valor agregado que el producto ofrece a los consumidores.

En otras palabras, muchas veces es más importante lograr comunicar lo que un producto hace y por qué la gente debería adquirirlo, que la inversión y la tecnología que hay detrás de ese producto. Lo importante no es comunicar que un hospital invierte varios millones en un escane computarizado de última generación, sino los beneficios que el mismo le va a dar a los pacientes en la detección temprana de enfermedades. Aún cuando Gates ya sólo está dedicado a su fundación, sigue convencido del valor de las relaciones públicas y de la importancia de los medios de comunicación a muchos de los cuales hace donativos y ofrece cursos gratuitos de capacitación.

·         “¿Y yo por qué?”  Vicente Fox (1942 -  y sigue hablando)
Iniciaba el año 2003. El Presidente Fox inauguraba la nueva sala de prensa de la  residencia oficial de Los Pinos. Acosado por los reporteros, que solicitaban una “posición” ante el conflicto entre CNI y TV Azteca por la concesión del canal 40, y ante la pregunta de si el Presidente no haría algo para resolverlo, Vicente Fox dio una respuesta de antología: “¿Y yo por qué?”  

Quien ocupa una posición relevante, sea en el sector público o en el privado, está siempre expuesto a preguntas coyunturales y con mayor razón cuando entra en los terrenos de los medios de comunicación. Quien asesora en relaciones públicas tiene la obligación profesional y ética de prevenir ciertas situaciones que podrían presentarse, el tipo de preguntas que podrían formular los periodistas y las mejores respuestas que se podrían dar, especialmente ante aquella pregunta que no se quisiera que algún reportero formulara (porque seguramente la harán).

Lo más grave, este caso, fue que pasó buen tiempo para que el Presidente tratara de explicar, durante una gira por el Estado de Puebla, lo que quiso decir con aquella declaración: “¿por qué sólo es al Presidente al que se le pide sacar al país adelante? ¿Qué no somos más de 100 millones de mexicanos y mexicanas?”.

Hay muchas otras frases de las cuales se puede aprender. Transcribo algunas a continuación, para que el lector medite al respecto:

·         “Detener la Publicidad y las Relaciones Públicas para ahorrar dinero es como detener tu reloj para ahorrar tiempo”.  Henry Ford (1863- 1947)
 
·         “Lo que no has resuelto hoy te acabará encontrando mañana” Manual de relaciones con los medios de los New York Yankees.

·         “Si tú no dices tu historia (lo que sucedió) alguien más lo hará”. Anónimo.

·          “Una noticia debe ser como una minifalda en una mujer hermosa. Lo suficientemente larga para cubrir el tema y lo suficientemente corta para ser interesante”. Anónimo.

martes, 4 de febrero de 2014

SOBRE EL SECRETO PROFESIONAL DE LOS PERIODISTAS


Por lo general los columnistas omiten mencionar sus fuentes de información para proteger la identidad de sus informantes que, de manera regular,  les proporcionan datos que luego terceros actores, o los propios medios, validan como ciertos. Ello contribuye al prestigio del columnista a quien se llega a identificar como un hombre generalmente acertado en su información.

Mantener en el anonimato la identidad de la fuente informativa contribuye a garantizar la permanencia de ésta en el tiempo, como origen de futuras informaciones (la fidelidad con fidelidad se paga, o mejor, con nuevas confidencias se paga). De otro lado, hay que tener presente que la confidencialidad es un deber para quien ha pactado previamente el sigilo o reserva.Gracias al secreto profesional, el columnista puede dar a conocer asuntos que de otra manera podrían permanecer ocultos para la sociedad, pero ello implica una gran responsabilidad tanto por parte del periodista como de la fuente informativa. Ocultar fuentes para practicar un periodismo de rumores e informaciones a medias amparándose en el secreto profesional, constituye un abuso y una transgresión de las pautas éticas más elementales en este oficio. Tanto el periodista como el medio deben utilizar este derecho con honestidad y profesionalismo y superar las omisiones y los problemas en su relación con la sociedad y con el poder.

Contrario a los columnistas, los reporteros tienen la responsabilidad ética de dar a conocer sus fuentes informativas, a menos que el tema sobre el que escriben sea de interés público e involucre a instituciones o personas de alto nivel. En este caso, el secreto profesional ha permitido dar a conocer grandes temas como fueron el caso de la indagación de los reporteros de The Washington Post que desembocó en la renuncia del presidente Richard Nixon, o el de los reporteros en México que, en 2005 dieron a conocer que funcionarios del gobierno del Distrito Federal eran obligados a entregar el 30% de su sueldo para financiar la defensa de Manuel Andrés López Obrador contra su desafuero por el desacato a una orden judicial.

El secreto profesional de los periodistas está protegido por los artículos sexto y séptimo constitucionales, que garantizan los derechos a la libertad de expresión y de información y, en el caso específico de la ciudad de México está garantizado por la Ley del Secreto Profesional del Periodista, vigente desde el 7 de junio de 2006 y en cuyo Artículo 3 se establece que “El periodista y el colaborador periodístico tiene el derecho de mantener el secreto de identidad de las fuentes que le hayan facilitado información bajo condición, expresa o tácita, de reserva. El deber del secreto afecta igualmente a cualquier otro periodista, responsable editorial o colaborador del periodista, que hubiera podido conocer indirectamente y como consecuencia de su trabajo profesional la identidad de la fuente reservada”. Medidas similares se han adoptado en varios estados de la República.

EL OTRO LADO DEL SECRETO PROFESIONAL

Al aceptar información con la reserva de la fuente informativa, el periodista se ubica en medio de al menos tres intereses:
 
  1. El eventual interés de la fuente en ocultar su identidad o el nexo que le une con la información que quiere que se divulgue.
  2. El interés del periodista en ofrecer una información nueva al tiempo que conserva su fuente para que sea origen de futuras informaciones.
  3. El interés de los públicos por estar informados, confiando en la veracidad de los datos que publica el periodista, aunque esos públicos nunca puedan corroborarlos por sí mismo o por otro medio. Simplemente confían en la firma y en el medio de comunicación que avala al informador.

Es decir, el secreto profesional del periodista, es también en elemento que las agencias de relaciones públicas o diferentes instituciones o ejecutivos también emplean para posicionarse entre ciertos columnistas como fuentes de información confiable y, al mismo tiempo, para lograr determinados objetivos de comunicación en su beneficio.

Ejemplo claro de ello lo tuvimos durante los últimos meses del año pasado, con motivo de las discusiones por las diferentes reformas propuestas por el Presidente de la República. Varios columnistas pusieron en acción sus redes de relación en diferentes ámbitos, tanto públicos como privados, para obtener información privilegiada con reserva de la fuente informativa. Pero de igual forma, muchas empresas, organizaciones profesionales e industriales y representantes de los poderes ejecutivo y Legislativo, también pusieron en juego sus relaciones mediáticas para, a través de información privilegiada con reserva de la fuente, buscar presionar para defender sus intereses.

Para el lector común se trataba de periodistas bien informados y relacionados que tenían primicias; para los verdaderos destinatarios de los mensajes, se trataba de ciertas formas de presión para, al menos, lograr negociaciones que produjeran los menores efectos negativos posibles para cada uno de los interesados.

Al igual que para el periodista el secreto profesional es una gran responsabilidad, también lo es para las agencias de relaciones públicas o las empresas o instituciones que proporcionan información bajo reserva de la fuente. La información que se proporcione debe ser fidedigna y resistir la posible investigación por parte del periodista.

Como sucede en profesiones como la de los doctores o los abogados, para una agencia de relaciones públicas es necesario tener “la película completa” sobre una situación determinada que se busca comunicar, a fin de tener la certeza de que la información es verídica. No son raras las ocasiones en que una información tenida por cierta por parte de la agencia de relaciones públicas es refutada de inmediato por el periodista a quien se le ofrece el dato específico. Si se considera la confiabilidad que el periodista tiene en su fuente, un dato equivocado puede tener múltiples repercusiones: en el prestigio del periodista, en la seriedad de la agencia de relaciones públicas y en la relación de esta con su cliente.

Finalmente, como asevera Raúl Trejo Dalarbre: “La información sin fuente acreditada, en vez de recurso de excepción se ha convertido en origen de engaños, manipulaciones y distorsiones en la prensa mexicana. Las columnas plagadas de chismes, que inicialmente fueron expresión de un sistema político autoritario y atrasado, en donde la cultura del secreto impedía el flujo abierto de información sobre los asuntos públicos que es requisito de toda democracia, se han extendido al periodismo de espectáculos y al de asuntos financieros. En esos y otros géneros la especulación y la murmuración sustituyen a los hechos crudos, verificables y duros. Ese, cualquiera que sea la definición que utilicemos, no es periodismo profesional.”