martes, 24 de noviembre de 2015

TREINTA AÑOS DEL PRIMER ASTRONAUTA MEXICANO


Desde el lanzamiento al espacio del Sputnik, el primer satélite artificial, en 1957, diferentes países han puesto en órbita cerca de 20,000 de estos artefactos, aunque hasta septiembre de este año sólo 1,305 están en operación en órbitas entre los 160 y 36,000 kilómetros de altitud.

Todo empezó cuando a mediados de los años cincuenta Estados Unidos y la
Unión Soviética anunciaron públicamente su intención de lanzar al espacio, en los años siguientes, satélites artificiales como contribución al Año Geofísico Internacional (1957-1958). Cada nuevo lanzamiento significaba noticia, hasta que la cotidianeidad les quitó tal carácter.

En esas épocas, la experiencia espacial de México se limitaba al lanzamiento de sondas meteorológicas  y a la realización de programas de percepción remota que efectuaba la entonces Comisión Nacional del Espacio Exterior de la Secretaría de comunicaciones y Transportes. El primer contacto real de nuestro país con las transmisiones satelitales fue en 1965 con la participación en vivo en el programa “Nuestro Mundo”, una transmisión internacional que mostró aspectos culturales, históricos y científicos de diferentes países y que fue transmitido gracias al funcionamiento del primer satélite sincrónico conocido como Pájaro Madrugador (Early Bird) del consorcio Intelsat.

Pero todavía tuvieron que pasar algunos años para que México anunciara la idea de poseer un sistema de comunicaciones espaciales a través de sus propios satélites. Así, el gobierno anunció su participación  plena en programas espaciales, a través del Sistema Morelos de Satélites, en 1982.
En 1985 ya se había puesto en órbita el Satélite Morelos I y, para colocar en el espacio el Morelos II se acordó incluir en  la tripulación del transbordador espacial a un astronauta mexicano. De entre los candidatos, el elegido fue un científico de 33 años de edad, quien a la postre se convirtió en el primer astronauta mexicano: el doctor Rodolfo Neri Vela.

Hace 30 años, el 26 de noviembre de 1985, despegó desde Cabo Cañaveral, Florida, el transbordador espacial Atlantis para iniciar la misión STS-61-B cuyo principal objetivo fue  poner en órbita tres satélites: el Morelos II de México, el AUSSAT-2 de Australia, y el SATCOM KU-2 de los Estados Unidos. Fue la segunda misión de este transbordador y la primera que despegó de noche. Después de 6 días, 21 horas, 4 minutos y 49 segundos, la aeronave regresó a tierra el 3 de diciembre.


MI ENCUENTRO CON UN ASTRONAUTA

Poco después de su regreso, tuve la oportunidad de entrevistar al Dr. Neri Vela, tanto para la revista “Aviación Internacional” como para mi sección “El Tiempo Vuela” dentro del programa de televisión “Videocosmos”. El haber terminado una misión que pocos en el mundo pueden realizar, no le quito al astronauta la sencillez en el trato. Inclusive su oficina en Ciudad Universitaria era un pequeño cubículo que obligó a realizar la entrevista para televisión en el exterior, pues no había espacio para el camarógrafo y su equipo y las tomas hubieran sido muy “cerradas”.

Cuando lo conocí, vi a un joven sencillo, maduro y reflexivo en su decir y su hacer. Comentó entonces que para convertirse en el primer astronauta mexicano, sólo se limitó a cumplir con los requisitos de la convocatoria que emitió la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para seleccionar a los posibles candidatos. No tenía mayores contactos y sólo disponía de un impresionante curriculum en investigación y docencia.

Recuerdo que una de las primeras preguntas que le hice fue referente al costo
para el país de una misión espacial. Su respuesta, palabras más palabras menos, fue que a pesar de que el país pasaba por una crisis económica, el país no podía permanecer alejado de los avances tecnológicos para evitar que México se rezagara en ese sentido. Mencionó que además de tratar de resolver el presente teníamos que ver hacia el futuro y que ello requería de inversiones, incluyendo la de enviar a alguien al espacio, no sólo para colocar en órbita un satélite, sino para realizar algunos experimentos científicos en diferentes áreas.

Una de las tareas del Dr. Neri era desarrollar diversos experimentos diseñados por científicos y estudiantes mexicanos y también operó el experimento de Flujo Continuo de Electroforesis (CRFES) para McDonnell Douglas; llevó a cabo experimentos de comunicación para el Gobierno mexicano y probó los Orbiter Experiments Digital Autopilot (OEX DAP).

 Algunas citas de lo publicado en la revista “Aviación Internacional”:

·         “No es un afán de exhibicionismo el que nos ha llevado al espacio. Se ha buscado y encontrado la mejor forma de solucionar un vital problema de comunicación.”
·         “De ninguna manera se puede pensar en desperdicio de recursos el espacio. Sólo hemos adquirido una herramienta muy importante.”
·         “Era una oportunidad que teníamos que aprovechar, puesto que está a nuestro alcance para poder avanzar debidamente y poner a nuestro país en una posición igual a la de países avanzados.”
·         “No estamos en una carrera espacial contra ningún país; sólo es una etapa importante en el desarrollo tecnológico y científico de México, para la que hay que aprovechar todos los recursos a nuestro alcance.”
·         El viaje no fue un paseo, sino una serie de experimentos que buscan una mejor forma de vida para un país con los problemas que tiene el nuestro.”

Para la televisión le pregunté qué pensaba al ver la inmensidad del espacio y al planeta Tierra desde una posición tan privilegiada. Su respuesta me puso a pensar: A bordo de la aeronave había que trabajar, pero desde luego, también tenían momentos para descansar y reflexionar. 

Nerí me dijo que al asomarse por la escotilla del transbordador y ver a nuestro planeta desde esa altitud, lo primero que pensó fue en la inteligencia con la que el ser humano ha sido dotado,  gracias a lo cual se había construido un artefacto capaz de ponerlo ahí.

Luego me refirió que al ver el espacio infinito y saber que quizá sólo la tierra está habitada lo único que podía pensar es que debe existir una fuerza muy poderosa capaz de crear este universo y que esa fuerza es de carácter divino.

En 1990, ante la proximidad de la conclusión de la vida útil de los satélites Morelos I, la cual fue calculada para fines del año de 1993 y para el Morelos II, en 1994, se planteó una estrategia para minimizar las correcciones de su órbita, por lo que se logró alargar la vida útil de este último hasta el año 2004.

La SCT, el Instituto Mexicano de las Comunicaciones (IMC) y Telecomm, determinaron reemplazarlos con los satélites Solidaridad 1 y 2. El satélite Morelos I fue desorbitado el 5 de marzo de 1994 y el Morelos II el 14 de junio de 2004.

Dos satélites que hace 30 años marcaron el inicio de una nueva era de comunicación en México y que abrieron la puerta a quien siempre será recordado como el primer astronauta mexicano.



miércoles, 18 de noviembre de 2015

INFORMAR O MANIPULAR LA INFORMACIÓN


“Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.”

La cita con la que abro esta semana es del lingüista Noam Chomsky y está tomada de su lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios. Sin embargo, esta estrategia podría complementarse con algunas de los principios diseñados por Paul Joseph Goebbels (1897 - 1945), Ministro para la Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi:
  • Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
  • Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a reali­zar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su compren­sión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
  • Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre conver­giendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”.
A través de este tipo de estrategias, hay medios, especialmente televisivos, que emplean la información para manipular e influir en las decisiones de sus audiencias o presionar a autoridades para cambiar disposiciones públicas, actuando en favor de determinados intereses económicos o políticos. Son medios que, de acuerdo con las circunstancias, transforman la información en manipulación.

¿CÚAL ES LA DIFERENCIA?

Informar es dar a conocer a otros un dato, un hecho, un acontecimiento, una situación específica. Es transmitir con objetividad, sin ningún agregado. Alguna información puede ser o es susceptible de ser noticia y dependerá de los criterios editoriales del medio de comunicación el que la misma se difunda con plena objetividad o con cierto sesgo en afán de lograr un objetivo de comunicación determinado.

En este punto, quiero referirme al maestro peruano de filosofía Alonso Núñez del Prado, quien refiere   algunos grados de objetividad, aun cuando en lo personal el tema es como el embarazo: no puntos medios; se es o está, o no.

  • “Percepción del hecho, lo que se ve o escucha, simplemente (dos cuerpos aparecen inmóviles en el piso.
  • Reconocimiento del evento, darle nombre a lo percibido (dos delincuentes fueron abatidos).
  • “Interpretación del hecho, añadirla algún elemento adicional, generalmente valorativo o emotivo (eran dos sujetos muy peligrosos).
  • “Inferencia, o con base en otros datos o supuestos, ir mucho más allá del dato o del evento (planeaban actos terroristas).”

Manipular, según el diccionario, es “hacer cambios o alteraciones en una cosa interesadamente para conseguir un fin determinado” y manipular la información es “controlar sutilmente a un grupo de personas, o a la sociedad, impidiendo que sus opiniones y actuaciones se desarrollen natural y libremente.”

Acorde con ello, manipular la información implica presentar datos inconexos materialmente pero coordinados artificialmente para lograr alguna afectación, o dar a conocer tendenciosamente apenas una parte de la verdad, sin destacar complementos disponibles o sin presentar la postura de todos los actores involucrados. Generalmente se da cuando se busca satisfacer intereses más allá de los de la opinión pública.

Aurora María Labio Bernal
Aurora María Labio Bernal, Profesora Titular de Comunicación de la Universidad de Sevilla, publicó un texto en el que afirma: “…la información sufre hoy en día las consecuencias de un sistema mercantilizado que antepone el resultado económico a la función pública. No es extraño así que, en la consecución de este interés, el mensaje sufra un proceso de manipulación que puede resultar más que evidente, pero que también puede diluirse a través de mecanismos no reconocibles por el receptor. Si esto ocurre con la información diaria, la que se produce en momentos de crisis resulta todavía más contaminada por la confluencia de intereses mercantilistas con fines propagandísticos.” 

El tema no es nuevo ni privativo de México. El periódico cubano Granma en su edición del 14 de julio de 2012, publicó en primera plana un amplio titular: “Florida sufre una epidemia de tuberculosis y el gobernador cierra el hospital donde se trata”, con todo el texto de la noticia, ocupando cerca de una cuarta parte de toda la primera plana, donde se informa de una epidemia en EEUU con 99 casos detectados y 13 muertos. En la página dos oficialmente se informa de manera discreta sobre la existencia de un brote de cólera en Cuba con 158 infectados y 3 muertes.

Evidentemente la intensión de Granma, fue manipular la información, sin falsearla, para destacar la epidemia en Florida por sobre la existencia del cólera en Cuba. Esto ocurre cuando el objetivo principal no es informar sino desviar la atención de la opinión pública hacia otro tema, forma de manipulación.

En otro ejemplo reciente, en días pasados, dos conductores de la cadena CNN en Estados Unidos invitaron a un experto en religiones para que les ayudara a difamar el Islam, a partir de la manipulación de la información. Las preguntas continuamente salían de contexto y las apoyaban con intervenciones del comediante y comentarista político Bill Maher y del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, buscando generalizar a partir de sólo dos o tres ejemplos. A fin de cuentas, los conductores no lograron su objetivo.

En México, estas técnicas de manipulación se han utilizado en diferentes ocasiones, apoyadas en entrevistas con personas de bajos ingresos, quienes generalmente son las que pueden provocar mayor sensibilidad ante diferentes situaciones en las que los medios quieren incidir.  La ocasión más reciente (y creo que aún en el aire), es el manejo de la información que la TV Azteca ha hecho sobre el “apagón analógico”, es decir, la transición hacia la Televisión Digital Terrestre.

En el mismo tono sensibilizador, la televisora ha elaborado una serie de reportajes en donde se presenta a personas de escasos recursos que lamentan
que ya no podrán ver la televisión ni estar informados ante la imposibilidad de comprar una TV Digital. No obstante, en ninguno de los reportajes, hasta donde recuerdo, se ha presentado el punto de vista de otros actores involucrados que presenten “la otra cara de la moneda”. Es, pues, más que informar, manipular la información.

 Cierro con otra cita de Chomsky: “Los medios de comunicación de masas actúan como sistema de transmisión de mensajes y símbolos para el ciudadano medio. Su función es la de divertir, entretener e informar, así como inculcar a los individuos los valores, creencias y códigos de comportamiento que les harán integrarse en las estructuras institucionales de la sociedad.”






miércoles, 11 de noviembre de 2015

LA “LEY FAYAD” Y LA LIBRE EXPRESIÓN


En un país en el que por mucho tiempo hubo límites a la libertad de expresión para los medios de comunicación, y las audiencias sólo eran actores receptores de información, el acceso a las redes sociales fortaleció la posibilidad de la libre manifestación de ideas e inclusive de hacer denuncia pública de situaciones de prepotencia, abusos de poder, agresiones físicas, pleitos entre personalidades, entre otras, especialmente a través de videos.

En agosto del año pasado comenté en este blog que los usuarios de las redes sociales, al igual que quienes informan a través de los medios de comunicación impresos y electrónicos, tenemos una gran responsabilidad. Un comentario sin sustento puede implicar: una violación a derechos de terceros, un atentado a la dignidad de las personas, o afectar una reputación personal o institucional.

Traigo a cuenta el tema a raíz del fallido intento del senador Omar Fayad de promulgar una ley para prevenir y sancionar los delitos informáticos, ampliamente criticado por considerar que se trataba de un intento por coartar la libertad de expresión del ciudadano.

El proyecto proponía, entre otras cosas, castigar con cárcel a quien difunda “información privada referente a imágenes, audio, video o la información sensible de usuarios…”, y a quien “acceda, capture, intercepte, interfiera, reproduzca, modifique, desvíe o elimine cualquier mensaje de datos…”. Esto, más otros contenidos del proyecto, significaron para la sociedad el querer castigar la emisión de fotos y videos de denuncia social, o la circulación de “memes”, en muchos casos, de sátira hacia algunas personalidades; a fin de cuentas, unos y otros, una forma de expresión y de desfogue social.

Vale recordar que no es la primera vez que en México se intenta controlar la información que debe recibir la gente o castigar las expresiones sociales a través de diversas formas de comunicación.

DOS EJEMPLOS

  • En 1937 empezó a cobrar fama en la ciudad de México un personaje llamado Jesús Martínez Rentería, un actor jalisciense mejor conocido como “Palillo”. Su popularidad creció debido a su constante crítica y denuncia a los políticos y al gobierno; era una auténtica “voz del pueblo”; expresaba lo que el pueblo pensaba pero no podía comunicar. 

En una entrevista con el periodista Ricardo Rocha, “Palillo” dijo: “Soy un crítico
"Palillo". Foto del diario El Universal
de lo que el pueblo critica;
yo asumo la responsabilidad de interpretar lo que la gente quiere, mejor dicho, lo que la gente dice, y no tiene un escenario, un foro o una curul para poder decirlo. Mejor dicho, digo lo que la gente está diciendo”. 

Durante once años “Palillo” hizo mella en ciertos políticos, lo que le valió persecución y acoso, especialmente por parte del entonces Regente de la Ciudad de México (1952 a 1966), Ernesto P. Uruchurtu (1906-1997). No obstante portar siempre consigo un amparo judicial, sufrió varios encarcelamientos, suspensión de funciones, clausuras de teatros e incluso golpizas.

  • Durante una de sus muy extensas reuniones, el Presidente Luis Echeverría culpó a los medios de comunicación por el clima de violencia que privaba a la mitad de su sexenio, reflejado en asaltos bancarios, pero sobre todo, en secuestros y/u homicidios de personalidades del ámbito empresarial y político, entre ellos Eugenio Garza Sada, Rubén Figueroa (Durante su campaña por la gubernatura de Guerrero) y su propio suegro, José Guadalupe Zuno. 

 Un informe de la embajada de Estados Unidos en México, reportó: “La televisión mexicana, periódicos y padres de familia, recibieron un fuerte sermón del presidente Luis Echeverría por su exhibición de la violencia en TV…”. Poco tiempo después, el Presidente ordenó la cancelación de 37 programas de televisión por supuestos altos contenidos de violencia, en su mayoría producidos en Estados Unidos.” Lo curioso es que películas y series infantiles de origen japonés con alto contenido de violencia, no se vieron afectadas.

En su último Informe de Gobierno, Echeverría expresó: “En el campo de la televisión, el gobierno cumplió sus funciones reguladoras y de vigilancia al retirar, por primera vez, la presentación de algunas series de contenido antisocial.”

Me parece que al Senador Fayad le faltó información antes de redactar su proyecto. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha puesto de relieve la libertad de expresión en la sociedad democrática como sustento y efecto de ésta y como instrumento para su ejercicio y garantía de su desempeño.

Específicamente la Convención Americana sobre Derechos Humanos (San José de Costa Rica, 22 de noviembre de 1969) estableció que: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística o por cualquier otro procedimiento de su elección.”

Agrega la Convención que este derecho no se puede restringir por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o por cualesquier medio encaminado a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones, y precisa algo que debió considerar el legislador en su propuesta: “En su dimensión individual, la libertad de expresión no se agota en el reconocimiento teórico del derecho a hablar o escribir, sino que comprende además, inseparablemente, el derecho a utilizar cualquier medio apropiado para difundir el pensamiento y hacerlo llegar al mayor número de destinatarios. En su dimensión social la libertad de expresión es un medio para el intercambio de ideas e informaciones y para la comunicación masiva entre los seres humanos. Implica el derecho de todos a conocer opiniones y noticias.”

Finalmente, una idea derivada de la propia Convención en referencia a que este derecho sólo está sujeto a responsabilidades ulteriores que aseguren el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, y la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas: Independientemente de que exista o no una legítima preocupación por parte del diputado Fayad por los contenidos en las redes sociales, es importante que empresas e instituciones públicas o privadas pongan atención y cuidado al uso que de las redes sociales hacen sus colaboradores. 

Algunas organizaciones han creado políticas detalladas para el uso de las redes sociales, con la esperanza de evitar situaciones incómodas; lo mismo señalan el tipo de contenido permitido, que establecen guías para postear y sugieren estilos de redacción, y hasta prohíben el uso del equipo de oficina para entrar a las redes sociales.

¡Celebremos que podemos expresarnos libre y responsablemente!


martes, 3 de noviembre de 2015

BENEFICIOS CLAVE DE RELACIONARSE CON LOS MEDIOS

En el proceso de formar la imagen de una empresa, de un producto, de un servicio o de un ejecutivo, las relaciones públicas emplean diferentes herramientas. Una de ellas es la relación con los medios de comunicación, a través de la cual se construyen o fortalecen vínculos que posibilitan la transmisión de los mensajes corporativos a diferentes audiencias.
Aun cuando las relaciones públicas en México datan de los años cuarenta, las relaciones con medios se empezaron a dar en el país a partir de la apertura comercial. A mediados del siglo pasado, la relación con medios sólo se daba entre tres actores:
  • Dependencias gubernamentales o empresas paraestatales.
  • Las oficinas de prensa de las mismas.
  • Los propios medios de comunicación.

El gobierno y sus empresas generaban boletines informativos y/o versiones estenográficas de discursos, que, procesados a través de las oficinas de prensa de cada dependencia, llegaban a los diarios y revistas en circulación, y por medio de éstos se mantenía informado a un público (trabajadores, funcionarios, empresarios, entre otros) que era actor pasivo, sin voz y sin derechos.

En ese entorno, las empresas preferían no informar a los medios; por su parte, los medios no mencionaban nombres ni marcas comerciales por considerar que ello implicaba publicidad, y la necesaria retroalimentación sólo se daba de los propios medios hacia las oficinas de prensa.

El cambio en la dinámica de esta relación se produjo, en un principio, por el proceso de privatización de empresas gubernamentales y la apertura comercial y su impacto en la economía del país. Esto llevó a que los medios de comunicación se convirtieran en observadores críticos, y a los públicos receptores a exigir su derecho a estar informados. Con la apertura, las corporaciones pasaron a ser actores activos y emisores de mensajes, y los periodistas ya no son sólo receptores sino demandantes de información puntual e inmediata.

Hoy, las empresas pueden generar información de forma directa o a través de una agencia de relaciones públicas. Los medios la reciben y transmiten hacia los diferentes públicos, quienes, por su parte, pueden retroalimentar a medios y empresas de manera indistinta. Ello lleva a que los responsables de la comunicación se muevan en diferentes frentes: del lado de los públicos, escuchar y procesar su opinión; en el de las empresas, asesorar y recomendar sobre mensajes a comunicar y cómo generar noticias, y en el de los medios, crear y sostener una consistente relación para capitalizar la información noticiosa que posea la empresa.
El comunicador efectivo
Por ello es importante construir o reforzar vínculos con los medios de comunicación a través de un contacto permanente y de un constante flujo de información de interés periodístico. Esta relación se puede fortalecer con acercamientos continuos con la mayoría de los actores dentro de los medios: columnistas, articulistas, editores, conductores de radio y televisión, sus productores y coordinadores de información, reporteros, corresponsales, fotógrafos, camarógrafos y asistentes, entre otros.
Un desayuno, una comida, un café, especialmente cuando no hay información que compartir, pueden ayudar a conocer el estilo de cada periodista, sus criterios informativos, inquietudes profesionales y sus relaciones dentro del propio medio. 
En el proceso de construcción y fortalecimiento de la relación, el consultor de relación con medios también comparte sus retos y expectativas sobre la información que genera la empresa que representa. Así, el periodista identifica y tiene presente los temas que cada agencia de relaciones públicas le puede aportar.
Por su parte, un comunicador efectivo:
  • Conoce a fondo a la empresa, sus productos y servicios.
  • Asesora a los directivos de la empresa en la toma de decisiones estratégicas.
  • Contribuye, con su trabajo, a maximizar fortalezas y oportunidades, y minimizar debilidades y amenazas.
  • “Lee” el entorno e interpreta la opinión pública.
  • Sabe qué y cuándo comunicar.
  • Identifica el factor “noticia” en la información de la empresa.
  • Se relaciona racional y sistemáticamente con los medios de comunicación.
  • Se adapta a las circunstancias y contextos en lo que se desenvuelven empresas y medios.
Adaptarse, para quien se relaciona con los medios de comunicación, implica elaborar mensajes noticiosos atractivos y específicos para cada uno de los diferentes canales de comunicación, sin dejar de lado los datos más destacados y de interés público. Asimismo requiere ser dúctil al tipo de medio y de periodista; anticipar sus requerimientos informativos y generar confianza profesional y personal por medio del respeto mutuo y de un trato estrictamente profesional.

¿Qué beneficios aportan las relaciones con los medios cuando una empresa funciona con una estrategia de comunicación?
  • Lograr presencia y consolidar la imagen y reputación de la empresa y su marca entre grupos de audiencia diversificados.
  • Ubicar a la empresa como un referente y fuente de información dentro de la industria en la que se desenvuelve.
  • Construir relaciones de largo plazo con jefes de redacción, columnistas, editores y reporteros, que permitan que los medios acudan a la empresa cuando ésta vive una situación especial o de crisis.
Las relaciones con los medios de comunicación son necesarias, aunque por su propio dinamismo, con frecuencia se hacen a destiempo y sin efectividad. Conocer y adaptarse a la dinámica de cambio de los medios puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso de la comunicación y, a veces, de la estrategia general de relaciones públicas.