martes, 5 de marzo de 2019

DETENCIÓN Y ENCARCELAMIENTO


La semana pasada la noticia de la detención en Caracas del periodista Jorge Ramos, luego de una abruptamente finalizada entrevista con Nicolás Maduro, estuvo presente en la gran mayoría de los medios de comunicación impresos y electrónicos durante casi toda la semana.

Luego de algunas preguntas sobre la democracia, la tortura y los presos políticos en Venezuela, cuando el periodista le mostró a Maduro un vídeo en el que se ve a un grupo de jóvenes comiendo de un camión de basura, e
l entrevistado se levantó y se fue en tanto el ministro de Comunicación venezolano dio por terminada la entrevista y la desautorizaba reteniendo al periodista y sus acompañantes e incautando equipos grabaciones y teléfonos celulares.

Supongo que el periodista tenía contemplada esa posibilidad al considerar los antecedentes de Maduro en relación con los medios de comunicación. Como buen periodista, seguramente tomó nota de casos recientes de detención de colegas y de prevenciones internacionales sobre la labor de los medios de comunicación en dicho país.

El pasado 20 de febrero, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) hizo público un aviso de seguridad en el que prevenía: “A finales de enero, las autoridades venezolanas detuvieron y deportaron a varios equipos periodísticos, entre ellos a dos periodistas chilenos y dos reporteros de TV franceses (…) tres
periodistas de la agencia noticiosa española EFE fueron detenidos el 30 de enero y permanecieron encerrados toda la noche (…)Los periodistas que estén en Caracas deben ejercer particular precaución si informan cerca del Palacio Presidencial de Miraflores, donde las fuerzas de seguridad gubernamentales han detenido a varios periodistas, según alertas subidas a Twitter por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa.”

El mismo comité publicó en diciembre del año pasado su informe anual sobre periodistas detenidos en el que revela que Venezuela está a la cabeza en número de reporteros encarcelados por ejercer su trabajo. Algunos de ellos:

  • En septiembre de 2016 el periodista radiofónico de Venezuela Braulio Jatar Alonso fue arrestado por su cobertura de las protestas antigobiernistas: Pasó 9 meses encarcelado bajo el cargo de lavado de dinero.
Billy Six
  • El periodista alemán Billy Six fue detenido en noviembre 17 al cubrir la crisis económica y social en Venezuela y la consecuente inmigración. Sus cargos, presentados ante una corte militar, fueron por “rebelión” y “espionaje” al fotografiar a Maduro extremadamente cerca.
    Jesús Medina
  • El 29 de agosto de 2018 el fotógrafo independiente Jesús Medina Ezaine fue detenido por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional en una estación del metro de Caracas. Dos días después fue confinado en una prisión militar bajo los cargos de lavado de dinero, asociación delictuosa e “incitación al odio”, debido a sus publicaciones en las redes sociales.
  • El pasado 27 de enero fueron detenidos en Caracas 3 periodistas: el fotógrafo colombiano Leonardo Muñoz; Gonzalo Domínguez Loeda y la productora de TV, Mauren Barriga Vargas. Junto con ellos fue detenido el chofer José Salas. No se aclararon los cargos, pero tres días después fueron liberados.
 Lamentablemente Venezuela no es el único país en el que los reporteros son detenidos y encarcelados por cumplir con su trabajo. En diciembre de 2018, el citado Comité de Protección a Periodistas publicó su Encuesta Anual en la que revela que existían a la fecha, al menos 251 periodistas en prisión por ejercer su trabajo y que Turquia sigue siendo el país con mayor número de detenciones, seguido por China y por Egipto. Entre las tres naciones acumulan más de la mitad de los periodistas detenidos.

Según el reporte el 70 por ciento de ellos tienen cargos por apoyo a organizaciones terroristas. Otros han sido acusados de publicar noticias falsas: 19 en Egipto, 4 en Camerún,3 en Ruanda, 1 en China y otro más en Marruecos, un cargo que se ha incrementado gracias a las continuas expresiones al respecto por parte del actual presidente de los Estados Unidos.

Un ejemplo de ellos es Lu Guang, fotógrafo independiente residente en los Estados Unidos, quien hace cobertura de asuntos ambientales y sociales en China y ganador de varios premios internacionales, que desapareció en Xinjiang a principios de noviembre pasado; tiempo después las autoridades confirmar su detención a su familia, pero no dijeron en d+ponde lo tenían detenido.

Mohamed Oxygen
Otro ejemplo es el de Mohamed Ibrahim, un bloguero conocido como “Mohamed Oxygen”quien comentó sobre irregularidades y abuso policíaco durante el proceso electoral, a quien se le acusó de difundir noticias falsas y ser miembro de un grupo prohibido. Los fiscales de seguridad nacional han renovado repetidamente los 15 días de prisión preventiva de "Mohamed Oxygen" desde su arresto en abril.

Inclusive en las Estados Unidos muchos  periodistas enfrentan actitudes hostiles y, según el Press Freedom Tracker (Rastreo de la Libertad de Prensa) nueve reporteros fueron arrestados durante el año pasado, además de que en el último año y medio al menos 7 periodistas que pidieron asilo ante las amenazas recibidas por su trabajo en sus países de origen fueron detenidos por el Servicio de Migración y Control de Aduanas de los Estados Unidos.

Aun cuando en México no hemos llegado al caso de que organismos gubernamentales detengan injustificadamente a periodistas, la organización Artículo 19 denunció, en el 2017, que México es el país con más periodistas desaparecidos. Suman 24 desde 2003, lo que resulta en un promedio de dos comunicadores privados de su libertad por año. Entre los Estados de la República con más casos figuran: Tamaulipas (seis), Michoacán (cinco), Veracruz (cuatro) y Guerrero (dos). 

Algunos han aparecido, pero la mayoría han sido encontrados muertos, motivo por el cual nuestro país sigue siendo uno de los más peligrosos para ejercer esta profesión.

Que bien que Ramos salió bien librado y en poco tiempo de esta delicada situación. La entrevista que realizó seguramente no la veremos nunca, pero con todos los antecedentes mencionados, no hará falta.

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