martes, 23 de abril de 2019

EL DIA DE LA TIERRA PASÓ DE NOCHE


Como seguramente todos saben, este lunes 22 de abril se celebró el Día Internacional de la Madre Tierra (Día de la Tierra), iniciativa surgida para crear conciencia sobre temas como la sobrepoblación, la contaminación, la biodiversidad y otros temas ambientales y proteger al planeta. Es un día para recordar el daño que le estamos haciendo a la madre tierra, nuestra casa común.

Lamentablemente fueron pocos los medios de comunicación en México que recordaron esta fecha. Seguramente no habría sido así si el actual presidente de la República lo hubiera mencionado en su reunión mañanera con medios de comunicación, aunque sólo hubiera sido para  recordar que “la madre tierra le dio permiso para construir el tren maya”.

El presidente, presente en Veracruz (lugar ideal para hablar del Día de la Tierra) dedicó su reunión con medios, primero y obligadamente -luego de que fue “acribillado” con tuits durante el fin de semana- a la matanza en Minatitlán. Lamentablemente no manifestó empatía espontánea con los familiares de las víctimas ni expresó condolencias; sólo manifestó ser “dueño de mi silencio y no voy a ser rehén de nadie. Entonces, esa fue la situación, pero sí estábamos atendiendo el problema constantemente.”

Al presidente más bien le urgía decir que “está cumpliendo” con el compromiso de reducir el precio de los combustibles, apoyado por el Procurador del Consumidor. Sólo a pregunta de los reporteros de Reforma de Radio Centro y de Milenio, principalmente, tocó el tema: achacó la culpa a los gobiernos anteriores, reiteró su promesa de garantizar la paz y la seguridad, afirmó que todo mejorará con el reparto de dinero que tiene contemplado como “programas sociales” y con la puesta en acción de la Guardia Nacional.

Independientemente de ello, es bueno recordar cómo surgió esta efeméride. Algunos conocidos a quienes pregunté me dijeron  que el tema surgió después de que a fines de marzo de 1989 el buque tanque Exxon Valdez encalló en Prince William Sound, Alaska, vertiendo 37.000 toneladas de hidrocarburo que se expandieron sobre más de 2.000 kilómetros de costa, con lo que se generó la peor tragedia ecológica de la historia de Alaska.

En realidad los cimientos de esta celebración se dieron a raíz de otro gigantesco derrame de petróleo ocasionado por la petrolera Union Oil, que manchó la costa de Santa Bárbara el 28 de enero de 1969, lo que reforzó la llamada de atención hacia la contaminación.

El derrame ocurrió por una explosión submarina al perforar un pozo. La compañía intentó detener el flujo de petróleo del pozo, pero pronto la acumulación de presión causó que el gas natural y el petróleo se encontraran a través de fisuras en el fondo del océano. Durante los primeros 11 días del derrame, el petróleo se escapó a una velocidad de casi 9,000 galones por hora y para cuando Union Oil logró detener la fuga, aproximadamente tres millones de galones se habían extendido en más de 35 millas.

Como consecuencias de este derrame, los animales que dependían del mar fueron duramente golpeados. Las mareas entrantes arrojaron a la playa cadáveres de focas y delfines. El petróleo hizo mella en la población de aves marinas de las que muchas especies emigraron, pero las aves buceadoras que debían obtener su alimento de las aguas mismas se empaparon de alquitrán. Las que lograron evitar el aceite fueron amenazadas por los detergentes utilizados para dispersar la mancha de aceite.

Los productos químicos robaron las plumas de la impermeabilización natural utilizada para mantener a las aves marinas a flote. Al escribir sobre ello en enero de 1970, el corresponsal de The New York Times, Gladwin Hill, lo calificó como "disparo ecológico en todo el mundo".

Luego de ello surgieron movimientos y organizaciones, especialmente estudiantiles para crear conciencia sobre la protección al medio ambiente, pues en todo el mundo la contaminación estaba convirtiéndose en mortal y la biodiversidad empezaba a declinar por el uso masivo de pesticidas y otros contaminantes. 

Manifestación de estudiantes en Santa Bárbara
El 22 de abril  de 1970 millones de personas tomaron las calles para protestar por los impactos negativos de 150 años de desarrollo industrial. La conciencia ecológica global empezó a crecer y fue hasta 2009 que la ONU decretó el 22 de abril como El Día Internacional de la Madre Tierra.
                                                                                  
En la actualidad el Día de la Tierra es un evento global anual en el que cerca de mil millones de personas de 192 países toman parte, con lo que se constituye el mayor evento de acción cívica en el mundo.  Es un día para la acción cívica y la participación política: la gente se manifiesta, presiona a sus gobiernos, planta árboles, limpia sus calles y los grandes corporativos y los gobiernos anuncian nuevas medidas y programas de sustentabilidad.

El Presidente de México ni recordó el día, ni se solidarizó con los habitantes de Minatitlán; prefirió seguir culpando al pasado por la inseguridad.

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