miércoles, 11 de diciembre de 2019

LA ETERNA ¿LUCHA? CONTRA LA CORRUPCION


Los Días Internacionales que ha establecido la ONU son una oportunidad para sensibilizar al público sobre temas de gran interés al tiempo que buscan llamar la atención de los medios de comunicación y los Gobiernos sobre problemas sin resolver que precisan la puesta en marcha de medidas políticas concretas.


Uno de esos días se celebró el lunes 9 de diciembre: el denominado Día
Internacional Contra la Corrupción, un tema del que en México se habla mucho y se hace poco, tanto a nivel gobierno como entre los ciudadanos.


El tema del combate a la corrupción ha sido abordado por prácticamente todos los presidentes de la era moderna que se han comprometido a terminar con este mal; lo han mencionado en su mensaje al rendir protesta o durante la presentación de sus informes anuales. La corrupción ha sido un tema retórico pero sin resultados objetivos.


Algunos ejemplos:


Durante su campaña a la presidencia, López Portillo empleó el lema “La Solución Somos Todos”. En su segundo informe dijo: “Hemos combatido la corrupción en el ámbito de la Administración Pública pase al escándalo o las suspicacias políticas, y en su quinto informe expresó: “Sé que contra la corrupción, habremos de continuar una lucha permanente, asumiendo como lo hemos hecho, el riesgo del escándalo, del chantaje, y de los que, desde la crítica y la oposición, arriman su sardina a las brasas.” Su lema de campaña termino convertido en “La corrupción somos todos”.


Miguel de la Madrid tuvo como lema de campaña la “Renovación Moral de la Sociedad” y en su toma de posesión expresó: “El pueblo mexicano es profundamente moral, y me exige que persiga toda forma de corrupción. Así lo haré, gobernaré con el ejemplo.” Hasta su tercer informes expresó: “Se han combatido las desviaciones y la corrupción que este delito (tráfico de derogas) genera” y al año siguiente sólo expresó: “Seguimos avanzando en la modernización de la Administración Pública y en la lucha contra la corrupción”. En su último informe reconoció: “subsisten fenómenos de deslealtad y corrupción.”


Carlos Salinas abordó el tema en su primer informe reconoció que: “La lucha contra la corrupción en la administración pública es compromiso del gobierno…“y en su tercer informe sólo mencionó: “En el puerto de Veracruz, el más importante de la República, se eliminaron prácticas de ineficiencia y corrupción que lo aquejaron por décadas.”



En su toma de posesión, Ernesto Zedillo expresó: “trato justo significa regulación precisa y sencilla, que evite la corrupción. Indigna conocer casos de impunidad que son resultado del abuso de autoridad, la venalidad y la corrupción.” Al referirse a las fuerzas policíacas dijo: “Es en ellas donde la incompetencia, la corrupción y la ruptura institucional son más frecuentes y de mayor daño para la seguridad de las personas.”


En su primer informe expresó la propuesta de Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y la creación de la Auditoría Superior de la Federación como “un paso decisivo en la lucha contra la corrupción y la impunidad.” En el segundo informe ratificó: “Combatimos la corrupción con hechos, no con desplantes publicitarios” y el año siguiente manifestó que “El avance en la lucha contra la corrupción está sustentado en los cientos de miles de servidores públicos honestos que si cumplen con la ley”. En su cuarto informe Zedillo afirmó que “El Ejecutivo Federal seguirá haciendo su tarea para desterrar la corrupción y la impunidad” y la última vez que tocó el tema, en su quinto informe sólo dijo: “La democracia debe servir para seguir enfrentando y derrotar al crimen, a la corrupción y la injusticia.”


Vicente Fox reconoció al tomar posesión que La corrupción ha dejado exhausta la credibilidad social en el Gobierno y afirmó: “Los grandes corruptos del pasado, del presente y del futuro rendirán cuentas, no habrá para ellos borrón y cuenta nueva.” En su primer informe reconoció que “nuestros verdaderos enemigos son la pobreza, la inseguridad, la ignorancia, la corrupción y el autoritarismo.” Al año siguiente reafirmó: “Mi gobierno no ha escatimado ningún esfuerzo para combatir la corrupción y la impunidad” y en su tercer informe detalló que “Con transparencia, con rendición de cuentas, con vigilancia eficaz, hemos ido eliminando los espacios de la corrupción”.



Composición: Argumento Político 
Felipe Calderón también intentó combatir la corrupción. En su segundo informe de gobierno ofreció: “Vamos a organizar un sistema de denuncia anónima tanto de corrupción de funcionarios públicos…”. En su tercer informe aseveró: “Trabajamos de manera sistemática y trabajamos, también, para eliminar la corrupción en las instituciones de seguridad y de procuración de justicia” y puso como ejemplo: “...se encuentran en prisión, sujetos a proceso, altos funcionarios policiacos y ministeriales, por actos de corrupción o de colaboración con los grupos criminales.” En su sexto informe reconoció que “Al final, la corrupción policiaca resultó clave para la expansión de la delincuencia.”

Peña Nieto, quien nunca se refirió al tema de la “Casa Blanca” de su entonces esposa expresó en su segundo informe: “Se  presentaron  273  denuncias  ante  el  Ministerio Público  Federal ,  con  las  cuales  se  busca disuadir  la  comisión  de  actos  de  corrupción  por parte de los miembros de la corporación policial.” Anunció la creación de la Fiscalía  Especializada  en  materia  de Delitos  relacionados  con  Hechos  de  Corrupción  bajo el criterio de “combatir la corrupción y transparentar la acción pública en materia de justicia para recuperar la confianza ciudadana.”

El actual presidente no ha dejado de hablar del combate a la corrupción; es, seguramente, quien más ha tocado el tema y reiterado su combate en sólo su primer año de gobierno. En su mensaje de toma de posesión afirmó (y lo ha seguido haciendo): “se acabará con la corrupción y con la impunidad que impiden el renacimiento de México. No se trata de un asunto retórico o propagandístico”. Desde ese inicio ha insistido en que “El distintivo del neoliberalismo es la corrupción. En el periodo neoliberal la corrupción se convirtió en la principal función del poder político”.

Como lo hizo en su campaña, reiteró que “vamos a limpiar al gobierno de corrupción de arriba para abajo, como se limpian las escaleras” y reafirmó que “ya no habrá más corrupción ni influyentísimo en negociaciones con empresas particulares.”

En su mensaje al cumplir el primer año de mandato reiteró: “la principal tarea de gobierno es desterrar la corrupción política” y aseguró que “no hemos declarado la guerra a nadie, sólo a la corrupción y a la impunidad.”

El Día Internacional Contra la Corrupción no se celebró en el actual gobierno salvo porque dentro de la cotidiana “conferencia de prensa”, en respuesta a una pregunta, el presidente expresó: “Hoy, en efecto, es el día del combate a la corrupción. Y hubo un informe en la mañana, no quisimos presentarlo, vino la secretaria de la Función Pública, va a haber un encuentro con este propósito en Los Pinos, en la tarde-noche. Pero estamos desterrando la corrupción.”


Para quien ha enarbolado la bandera de la lucha contra la corrupción, resulta significativo el no haber aprovechado ese día para puntualizar los logros (si los hay) o al menos avances significativos en este tema durante su primer año en el gobierno.


Mientras la corrupción siga siendo un tema de retórica política y electorera como lo ha sido a lo largo de las décadas, no habrá forma de al menos detenerla; de erradicarla, ni hablar.


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